Este jueves 27 de Febrero de 2020, el filósofo, analista y experto en comunicación política Miguel Ángel Pérez Pirela dedicó la edición número 46 de su programa Desde Donde Sea a analizar las implicaciones de las reuniones adelantadas entre los tres sectores mayoritarios de la vida política nacional –la oposición extremista, encabezada por Juan Guaidó; la oposición moderada, que en el parlamento lidera Luis Parra, y el Bloque de la Patria, afín al gobierno del presidente Nicolás Maduro– para elegir a las nuevas autoridades del Poder Electoral.
A juicio del filósofo, estas reuniones concertadas entre fracciones antagónicas, hacen surgir muchas preguntas, entre las que destacan: ¿Qué pasó con Guaidó, con el cese a la usurpación? ¿Qué pasó con esas promesas de elecciones “libres” sin Maduro en el poder, luego de su reunión con Trump?
Según Pérez Pirela, todo parece indicar que de la reunión entre Guaidó y Donald Trump salieron dos propuestas distintas, que discurren en paralelo. La primera de ellas, que el experto denominó “de línea dura, para ‘afuera’ ”, que se expresa en el endurecimiento de las sanciones y el anuncio de nuevas medidas coercitivas, mientras que la segunda, adelantada por los extremistas “adentro”, muestra que se está fraguando una negociación interna, que incluye a la bancada que apoya a Juan Guaidó, cuyo objetivo terminal sería alcanzar un acuerdo político con el chavismo.
Particularmente, hizo énfasis en dos de estos indicios: en primer término, se preguntó sobre el rol del diputado Stalin González, quien ha ejercido como mano derecha de Juan Guaidó desde el año, pero durante los últimos días, ha asumido la vocería de la comisión de postulaciones constituida a fines del año pasado, durante la presidencia del propio Guaidó, constituida como parte de un acuerdo político entre las partes para renovar el Poder Electoral.
En segundo, se preguntó que si en esa comisión están participando diputados de Voluntad Popular, Acción Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo –quienes no sesionan en el Palacio Federal Legislativo desde el pasado 5 de enero, luego de que Guaidó perdiera la presidencia de la Asamblea Nacional–, participan a su vez representantes de la oposición que pertenecen a la AN legítima presidida por Parra y diputados del Bloque de la Patria, “¿qué pasó durante los últimos días para que todos se reúnan en el Palacio Federal Legislativo, sede de la AN legítima?”.
Algunas preguntas derivadas de este segundo indicio mostrarían la contradicción tras las acciones de Guaidó, que al enviar representantes al Palacio Federal Legislativo para que participen en las reuniones de la comisión de postulaciones está validando a la AN legítima, cuyo presidente es el diputado opositor Luis Parra; pero, al mismo tiempo, exige más sanciones contra el país.
En este sentido, es imposible pensar que Juan Guaidó hace algo sin autorización de Estados Unidos y también es impensable que Stalin González asuma una posición fuera de la línea extremista que representa Juan Guaidó, por lo tanto, lo plausible es, en juicio de Miguel Pérez Pirela, asumir que se les ordenó seguir esa línea.
No obstante, recordó que no es la primera vez que la oposición venezolana participa de negociaciones con el gobierno, anuncia acuerdos y luego, intempestivamente, se levanta de la mesa y se echa para atrás, como ocurrió durante el proceso de diálogo adelantado en República Dominicana, luego de las guarimbas de 2017, al tiempo que deseó que en esta ocasión la oposición venezolana estuviera a la altura de las circunstancias, sin que se interpusieran “manos peludas” o llamadas desde Washington para echar marcha atrás a lo que, sin dudas, representa un enorme ejercicio de democracia, que requiere de grandes dosis de voluntad política para llegar a feliz término.
Para ilustrar estas implicaciones y mostrar cuáles son los desafíos a los que se enfrentarán los actores políticos en Venezuela en el futuro cercano, el filósofo recapituló acerca de los procedimientos hasta ahora alcanzados por la comisión de postulaciones de la AN.
En primer lugar, aclaró que el Comité de Postulaciones Electorales, según lo previsto en la Ley de Procesos Electorales vigente, está constituido por 10 miembros de la sociedad civil y 11 representantes de los diputados. Estos representantes de los diputados recibieron 73 postulaciones pertenecientes a la sociedad civil –que representan a 68 organizaciones– y ayer anunciaron el nombre de las 10 personas que habían seleccionado por consenso. Las declaraciones las dio el propio Stalin González, miembro de la fracción guaidosista en la para-Asamblea Nacional.
En segundo lugar, trajo a colación que a algunos de los rectores del CNE, como a su presidenta, Tibisay Lucena, por ejemplo, no se les ha vencido el período de ejercicio de su cargo (en su caso, se vence en 2021) y a otros se les vence en 2023. Por ello, resaltó que si bien a las autoridades del CNE no se les ha vencido su tiempo, el hecho de que exista una comisión para renovar el Poder Electoral es muestra de que, al parecer, existe una voluntad política entre todos los sectores políticos para resolver las contradicciones internas mediante elecciones y no porque ello esté previsto en alguna ley de la República. Asimismo, recordó que, al estar activa la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), ésta debe refrendar cualquier decisión tomada en el seno de la AN. Y aquí comienzan, en su criterio, a mostrarse los posibles escollos.
El largo camino hacia las elecciones –que todo indica que ocurrirán con Nicolás Maduro en el poder–, inicia con la escogencia de los 10 miembros de la sociedad civil que formarán parte del Comité de Postulaciones Electorales. Posteriormente, debe juramentarse el Comité ante la AN. Algunas preguntas perfectamente válidas en relación con este punto serían: ¿Ante cuál Asamblea? ¿La presidida por Parra? ¿La para-Asamblea de Juan Guaidó? ¿Ante la ANC presidida por Diosdado Cabello? ¿En una unión “separada” de las dos AN en dos cámaras, como era en la IV República? La respuesta, sea cual fuere, implica un proceso de negociación complejo.
Seguidamente, el Comité de Postulaciones debe presentar un cronograma de trabajo y recibir postulantes para rectores del CNE provenientes de tres sectores de la vida nacional. Según lo establecido en la Ley de Procesos Electorales, 3 rectores deben provenir de la sociedad civil, uno de las universidades y otro más debe ser propuesto por el Poder Moral. Luego de recibidas las propuestas, tendrán 20 días para evaluar las credenciales, depurar una lista y presentarla a la AN. Para que el proceso de votación sea válido, en la sesión han de estar presentes al menos la mitad más uno de los parlamentarios y las postulaciones deben aprobarlas las dos terceras partes de los asistentes. Esa lista será remitida al Poder Moral, que se encargará de revisar las credenciales de los candidatos y una vez refrendadas las credenciales por el Poder Moral, la lista volverá al seno del parlamento, donde volverá a ser votada con las condiciones antes descritas. Por último, la decisión ha de ser ratificada por la ANC.
Estos procesos en marcha, de concretarse, según Pérez Pirela, dejarían a Juan Guaidó fuera de la jugada política, no sólo porque ha sido una piedra de tranca para todo proceso de negociación interna desde que asumiera como presidente de la AN en 2019, sino porque lo que parece estar bajo negociación son las elecciones parlamentarias y no las presidenciales, en las que al menos un sector de la oposición va a participar.
El comunicador advierte que es necesario responder cuanto antes a preguntas clave, orientadas a no difundir expectativas falsas en la población y atender a los calendarios electorales, que prevén la realización de los comicios al parlamento durante el último trimestre. Por ello impera que se anuncie una fecha concreta, que se aclare si existe la logística para cumplir con un cronograma electoral en medio de un CNE en proceso de renovación e incluso si habrán elecciones parlamentarias y presidenciales, como parte de un acuerdo político.
La reflexión final del programa estuvo orientada a destacar que la vía electoral es el camino adecuado para resolver los problemas políticos del país.
“Apostamos por una solución electoral. Los problemas económicos de Venezuela no son tales, son políticos. Y si los problemas son políticos, entonces estructuremos las soluciones a través de un acuerdo ganar-ganar. Pero para ello no pueden interferir ni Trump, ni diputados ni periodistas tarifados (…). Hay que llegar a acuerdos justos, morales, sinceros. Porque la solución es electoral para salir del atolladero en el que nos han metido muchos intereses”. concluyó.
(LaIguana.TV)