A la edad de 87 años partió al cielo el escritor y periodista colombiano Gabriel García Márquez, dejando en el mundo terrenal un valioso legado en la literatura a través de obras como ‘Cien años de soledad’, ‘El coronel no tiene quien le escriba’, ‘Crónica de una muerte anunciada’, ‘El amor en los tiempos del cólera’, ‘El relato de un náufrago’, ‘Memorias de mis putas tristes’, ‘Doce cuentos peregrinos’, ‘El otoño del patriarca’, entre otros textos que fueron escritos por la pluma del primer y hasta ahora el único premio Nobel de Literatura que ha tenido Colombia.

El realismo mágico, las mariposas amarillas y la fundación de Macondo, son algunas características de la obra literaria de ‘Gabo’, un hombre de letras que fue considerado en la década de los años 60 como el máximo representante del ‘boom’ de la literatura hispanoamericana.

 

Por otro lado, en su obra más representativa ‘Cien años de soledad’ quedó plasmada la estirpe de los Buendía, un árbol genealógico que hasta la fecha algunos lectores todavía siguen estudiando. Lo que muy poco se conoce es la descendencia que tuvo ‘Gabo’ con una familia de apellido judío, guajiro y vallenato.

Ruth Ariza Cotes es una vallenata antropóloga, especialista en Estudio Regional de la Universidad Nacional, docente de niños con enfermedades mentales, quien asegura que el desaparecido escritor alberga un parentesco con su familia.

Cotes le contó al diario El PILÓN que durante una visita de Gabriel García Márquez a Valledupar, le explicó el árbol genealógico de su familia y le respondió con una dedicatoria en el libro ‘El coronel no tiene quien le escriba’, el cual aún conserva en su vivienda a pesar de estar deshojado: “mi pariente comprobada”.

 

Explicación del árbol genealógico

En Riohacha había una señora de apellido Iguarán y ella se une sentimentalmente a Silvestre Cotes mi bisabuelo, él era casado con Josefa Cotes Oñate, eran primos hermanos pero él tuvo su aventura con esta señora de apellido Iguarán y la quiso mucho, le dio categoría y como en la Guajira se usa que un hombre pueda tener varias mujeres eso no era mal visto en esa época; entonces con esa señora Iguarán, Silvestre Cotes que era mi abuelo y que ambos eran de Riohacha, tuvieron a Tranquilina Cotes Iguarán, ella era natural, ella era la abuela de ‘Gabo’ (la que tanto lo impulsó para que escribiera sus obras, y él siempre escuchaba todas esas historias). A esta señora Tranquilina Cotes Iguarán, Silvestre la reconoce y se pone el Iguarán de primero, ella se casa con Nicolás Ricardo Márquez Mejía que era de Riohacha y este Ricardo Márquez era el bisabuelo de ‘Gabo’, la señora Tranquilina tenía un hermano que se llamaba Lázaro Cotes Cotes, él era hijo del matrimonio de Silvestre Cotes con Josefa Cotes Oñate. O sea que Tranquilina Cotes Iguarán era hermana de padre de Lázaro Cotes Cotes que era mi abuelo. Entre Tranquilina y Nicolás nace Luisa Santiaga Márquez Cotes que se casa con Gabriel Eligio, el telegrafista y nace Gabriel García Márquez Cotes”, explicó Ruth Ariza Cotes.

Asimismo apuntó que la familia Cotes es de descendencia judía, y por eso ‘Gabo’ “fue como fue no solo por su físico sino por su mente”.

 

Anécdotas de Gabriel García Márquez cotadas por Ruth Ariza

Ariza Cotes recordó que durante el mandato de Laureano Gómez, Gabriel García Márquez llegó al municipio de La Paz, Cesar, como vendedor de libros y aficionado de la literatura, ya que todavía no se había convertido en escritor. Pero en esa época se encontró a un pueblo totalmente quemado, la gente triste, las madres llorando. Según Cotes, él se inquietó y quiso saber qué sucedía “le contaron que había llegado la Policía chulavita, que fue la que actuó cuando estaba el presidente Laureano Gómez y quemaron el pueblo”.

Debido a esto la comunidad estaba triste y suspendieron los acordeones porque estaban de luto: «’Gabo’ sin ser psicólogo les hizo una limpieza mental, reunió a la gente más importante del pueblo y les dijo que con esa depresión enfermaban a los adultos y a los niños, que ellos no tenían por qué pagar el acto de una Policía agresiva, criminal”, agregó la mujer que también remató diciendo que después de este diálogo hizo sonar los acordeones.

(elpilon.com.co)