Con la asesoría de veterinarios especializados en fauna silvestre y expertos de la Oficina Nacional de Diversidad Biológica del Ministerio del Ecosocialismo (MInec), la Dirección de este organismo en el estado Anzoátegui puso en marcha un plan de atención especial para rehabilitar a los 16 ejemplares de guacamayas incautados por la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) este miércoles 5 de marzo, cuando iban a ser traficadas.

 

El objetivo es insertarlas nuevamente en su hábitat, así lo informó la directora del Minec en Anzoátegui, Katiuska Homsi, quien señaló además que «estamos comprometidos en sacar adelante a estos pichones y en atención a ello hemos realizado las consultas respectivas y de esta manera preparar una estrategia de atención», dijo.

 

Explicó que los pichones requieren ser alimentados cada dos horas, por lo cual se conformó un equipo que se encargará de atender a las aves, incluidas las horas nocturnas. También es necesario utilizar bombillas para simular las temperaturas cálidas que antes tenían en sus nidos.

 

Una de la recomendación ofrecida por los expertos fue que las personas encargadas del cuidado de estas aves deben colocarse guantes para evitar el contacto directo con los ejemplares, a fin de que estos no se
acostumbren al olor y calor de los humanos.

 

«Nos recomendaron para la dieta papillas de fruta o mezclas preparadas con leche de soya y cereal de arroz, y entre las condicionantes de higiene mantener las jaulas limpias, libres de deposiciones y desinfectadas para evitar que la proliferación de parásitos y hongos que pudieran afectar su salud», señaló la funcionaria.

 

En Venezuela -explicó- habitan las Guacamaya Verde (Ara militaris), Guacamaya Azul y Amarilla (Ara ararauna), Guacamaya Bandera (Ara macao), Guacamaya Roja (Ara chloropterus) y Guacamaya Maracaná (Ara severus). «Aunque la Guacamaya Verde, se encuentra en el listado oficial de animales en peligro de extinción, todas las demás especies, por pertenecer a la fauna silvestre, también están protegidas y por eso haremos todo lo posible para tener éxito en el mantenimiento de estos animalitos para que puedan volver a sus ecosistemas», señaló Homsi.

 

Este miércoles efectivos de la GNB detuvieron en la población de Cantaura, Anzoátegui, a una pareja que trasladaba a estos ejemplares dentro unas cajas en un colectivo que cubría la ruta Maturín-Valencia. Estos sujetos fueron puestos a la orden de la Fiscalía 21 con competencia en defensa ambiental en esta entidad. En Venezuela el tráfico de fauna silvestre acarrea penas de entre tres y cinco años de prisión.

 

(LaIguana.TV) 

 

 

 

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