El Tribunal Primero de Primera Instancia en Funciones de Control, Audiencia y Medidas en materia de Delitos de Violencia contra la Mujer del estado Barinas condenó, bajo la modalidad de admisión de los hechos, a Oswaldo José Maldonado Rodríguez a cumplir la pena de 20 años de prisión por la comisión de los delitos de abuso sexual a niñas, tipificado en el artículo 259, en su primer y segundo aparte, en concordancia con el artículo 217, ambos de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.

 

Maldonado Rodríguez fue detenido a finales del pasado año en la localidad de San Silvestre, en el estado Barinas, tras ser señalado de abusar sexualmente de sus dos nietas, se informó este 3 de febrero a través de una nota de prensa.

 

La semana pasada, en Caracas, el fiscal general de la República, Tarek William Saab, señaló que desde su llegada al Ministerio Público han sido condenadas 1.340 personas por delitos de abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes.

En rueda de prensa realizada en la sede principal de la institución en Caracas, el alto funcionario indicó que por estos hechos se encuentran imputadas cuatro mil 335 personas y hay mil 289 personas acusadas.

En total, desde agosto de 2017 han ingresado ocho mil 966 casos y se han solicitado 837 órdenes de aprehensión.

 

Saab  se refirió al caso del abuso sexual de dos adolescentes, que derivó en el homicidio del presbítero Jesús Manuel Rondón Molina, ocurrido en el  Táchira.

 

Explicó que un adolescente que fue citado como testigo confesó haberlo asesinado, debido a abusos sexuales cometidos contra él y por haber amenazado a su hermano.

 

Indicó que tras haber realizado las experticias pertinentes, ha sido confirmado el abuso del joven y, adicionalmente, se ha verificado que su hermano menor también fue abusado.

 

De acuerdo con el Fiscal General, las investigaciones arrojaron que el comportamiento de este presbítero era reiterado y del conocimiento de sus superiores.

 

Declaró que la víctima tenía una carrera letal en contra de menores de edad, sin que las autoridades eclesiásticas lo colocaran a las órdenes de la justicia del país para su procesamiento por las aberraciones que cometía.

 

(Agencias)