El arte cinético ha consagrado a Venezuela allende nuestras fronteras. A los nombres de Jesús Soto y Carlos Cruz Diez hemos de sumar en adelante el de Elías Crespín, quien hace pocos días se convirtió en el primer latinoamericano en contar con una obra expuesta permanentemente en el famoso Museo del Louvre, ubicado en París, ciudad en la que está residenciado desde 2008. 

 

L’Onde du Midi” –La onda del mediodía– es el nombre de la estructura cinética compuesta por un sistema de 128 tubos cilíndricos alineados en paralelo, que se encuentran sostenidos por una red de hilos transparentes que se pone en movimiento a partir de un sistema compuesto por 256 motores controlado por un algoritmo creado por el propio artista, quien también es ingeniero informático.   

 

“Las barras metálicas se mueven al ritmo de secuencias establecidas mediante algoritmos, pero con la mecánica escondida a ojos del espectador, el baile aleatorio de figuras parece realmente suspendido en mitad de la sala, como desafiando las leyes de la gravedad”, refirió la agencia EFE durante la inauguración de la obra, el pasado 24 de enero.

 

Por su parte, el museo explicó que “L’Onde du Midi” “estará inmersa en un movimiento coreográfico permanente, al ritmo de secuencias de unos treinta minutos determinadas por algoritmos”, por lo que, dependiendo del caso, sus formas se aplanarán o se dilatarán. 

 

Para Crespín, los tubos “están paralelamente organizados, formando como una gran alfombra voladora”, que “evoluciona en el tiempo y tiene una silenciosa y suave danza que cautiva”, descrita por algunos como “celestial”. 

 

El creador venezolano llamó la atención de la directiva del Museo del Louvre, gracias a un hexágono en movimiento que presentó en el Gran Palais durante el evento  “Artistas y Robots”, celebrado en 2018. Luego, como parte de las actividades planeadas para celebrar el 30 aniversario de la inauguración de la pirámide de cristal que preside la entrada del famoso museo, se le invitó a crear una obra para la ocasión. 

 

“Es un gran honor, me siento muy afortunado. Nunca imaginé que pudiera ser. Me siento muy orgulloso de representar de alguna manera a mi región y mi país y siento que hay una responsabilidad al hacerlo”, le dijo el artista a la agencia EFE. 

 

Crespín nació en Caracas en 1965 y es nieto de la artista plástica venezolana,  Gertrud Goldshmidt, conocida en los ámbitos culturales como “Gego”. Su nombre se suma a los de otros tres artistas que han logrado exponer en vida sus obras en el Louvre: el pintor alemán Anselm Kiefer, que lo hizo en 2007; mientras que en 2010 lo hicieron el francés François Morellet –fallecido en 2016– y el estadounidense Cy Twombly, quien murió en 2011.

 

(La Iguana.TV)