Casi mil millones de personas en todo el mundo pasan el fin de semana confinadas por una pandemia de coronavirus que ya se ha cobrado cerca de 13.000 vidas y forzó a Italia a suspender toda actividad de producción que no sea «estrictamente necesaria».

 

En un mensaje al país el primer ministro italiano, Giuseppe Conti, anunció en la noche del sábado que «la decisión tomada por el gobierno es cerrar toda actividad productiva en el territorio que no sea estrictamente necesaria, crucial e indispensable, para garantizarnos bienes y servicios esenciales».

 

De acuerdo con números de la Protección Civil italiana, en un mes el número de víctimas fatales de la epidemia en Italia ya asciende a 4.825, siendo que el sábado anunciaron otros 6.557 casos confirmados de contaminación.

 

En tanto, el jefe del servicio de cardiorreanimación en el principal hospital de Brescia, Sergio Cattaneo, envió un mensaje conmovedor a las autoridades, a quienes les recordó que ya no hay más plazas en terapia intensiva: «Mi llamado a las autoridades e instituciones: cierren todo».

El llamado de Cattaneo refuerza una consigna que recorre el mundo: «Quédate en casa».

 

En total, más de 900 millones de personas en cerca de 35 países están afectadas por las restricciones de movimiento. De ellas, unos 600 millones en 22 países tienen orden de confinamiento obligatorio, como en Francia, España o Italia, donde se imponen multas a los que desobedecen.

 

En el mundo

 

Desde Chile a Madrid, pasando por París o Nueva York, la pandemia, surgida en diciembre en China, ha dado un vuelco completo a la vida del planeta.