El pasado 5 de enero, durante el funeral del general Qassem Solemani, asesinado por fuerzas especiales estadounidenses en Irak, uno de los organizadores propuso recabar un dólar por cada habitante de Irán, hasta completar 80 millones, que serían cancelados como recompensa por la cabeza de Donald Trump. 

 

“Irán tiene una población de 80 millones de habitantes. Con base en la población del país, queremos obtener 80 millones de dólares, lo que será recompensa para aquellos que se acerquen a la cabeza de Donald Trump”, habría dicho el organizador del funeral, de acuerdo con la traducción de un video que circuló a través de las redes sociales y que difundieran medios como el británico Daily Mail. 

 

En su día, Trump justificó el asesinato del general perteneciente a la élite de la Guardia Revolucionaria de Irán, aduciendo que Solemani había asesinado a miles de miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses y que planeaba ataques “inminentes”, aunque ninguna de estas acusaciones ha podido ser comprobada. 

 

Por su lado, en Irán, el asesinato del alto mando desató la ira del clero y revivió los sentimientos antiestadounideses. De acuerdo con medios locales, en el funeral, que fue multitudinario, se escuchó repetidas veces. “¡Muerte a Estados Unidos!”. 

 

Asimismo, en aquél entonces, el diputado iraní Abolfazi Abutorabi aseveró durante una sesión en el Parlamento, que su país tenía las condiciones para emprender un ataque directo contra el territorio de Estados Unidos. 

 

“Podemos atacar la mismísima Casa Blanca, podemos responderles en suelo estadounidense. Tenemos el poder y responderemos en el momento apropiado”, recogió la agencia Labour. 

 

El parlamentario insistió en presentar el asesinato de Solemani como una declaración de guerra: “¿Cuando alguien te declara la guerra quieres responder a las balas con flores? Te dispararán a la cabeza”, a lo que Trump respondió con un tuit: “Si Irán ataca a cualquier persona o blanco estadounidense, Estados Unidos responderá de forma rápida y totalmente, quizá en una forma desproporcionada”. 

 

Por ahora esos planes de ataque al suelo estadounidense parecen estar pospuestos. Irán ha sido una de las naciones más golpeadas por la pandemia del coronavirus, contabilizando hasta el día de hoy 29.602 casos positivos y 2.234 fallecimientos, según datos de la John Hopkins University. 

 

Sin embargo, del otro lado de la ecuación no hay suspensión de plan alguno, sino aprovechamiento de la desgracia. En días pasados, Trump aseguró que el coronavirus no salvaría a Irán de nuevas sanciones y el 18 de marzo, el secretario de Estado, Mike Pompeo anunció nuevas medidas coercitivas unilaterales contra nueve entidades y tres personas “por participar en transacciones significativas” relacionadas con el comercio de mercancías producidas por la industria petroquímica. 

 

(La Iguana.TV/Agencias)