Venezuela se acerca este fin de semana al cumplimiento de su segunda semana de cuarentena nacional, en un esfuerzo por contener el crecimiento de la infección del COVID-19 en el país. Seguramente, en este tiempo ha recibido tantos contenidos que ya no es capaz de distinguir lo veraz de lo falso. Seguramente, se siente intoxicado y hasta pone en duda lo que creía tener claro.

 

A continuación, le ofrecemos una guía de preguntas y respuestas teóricas sobre aspectos básicos del seguimiento a esta pandemia mundial. La información aquí reunida fue recopilada de informaciones públicas y de documentos de  los sitios oficiales de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), del Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), Vicepresidencia de la República, Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia.

 

¿Cuáles son los criterios en los que se basan o deben basarse los países para tomar medidas sanitarias frente al COVID-19?

 

El principio de toda medida es proteger la salud y prevenir muertes de los habitantes de un país y para ello, toda persona potencialmente enferma debe poder acceder a la asistencia médica profesional y oportuna, al uso de la infraestructura hospitalaria y al mejor tratamiento disponible.  Ningún país posee estos recursos en cantidad suficiente para atender la totalidad de sus habitantes al mismo tiempo, ni siquiera a un porcentaje importante de ellos.

 

Es por eso que en los casos de epidemia de virus que no tienen vacuna, durante la cual existe la posibilidad de que un número considerable de personas estén enfermas al mismo tiempo, los gobiernos deben tomar medidas que aseguren que la velocidad del contagio permita la atención efectiva de sus habitantes. Es decir, evitar que todos se contagien a la vez y saturen los recintos hospitalarios, impidiendo la atención efectiva.

 

La situación de España e Italia muestra la importancia de tomar medidas oportunas, pues el colapso de sus centros hospitalarios explica buena parte de las muertes registradas hasta ahora.

 

En los mismos días en que fueron confirmados los dos primeros casos, Venezuela adoptó medidas severas para reducir la curva de crecimiento exponencial del COVID-19 tales como la cuarentena total nacional y la ampliación de los protocolos de despistaje de la enfermedad. La primera medida, la cuarentena casi total en todo el territorio nacional,  está dirigida a cortar la cadena de transmisión del virus, pues la información médica disponible hasta el momento indica que el COVID-19 se mantiene activo en las gotas de saliva que normalmente se producen cuando hablamos, tosemos o estornudamos.

 

También se mantiene activo en las superficies en las que cae. De allí que las vías de contagio sean el contacto cercano entre las personas y el roce con distintas superficies. Se ha establecido que una persona con Covid-19 puede contagiar a 3 personas diariamente. La OMS  ha insistido en que la experiencia muestra que la cuarentena y el distanciamiento social son las medidas más eficaces para cortar la cadena de transmisión.

 

La ampliación de los protocolos de despistaje de la enfermedad está dirigida a buscar a posibles contagiados, antes de que requieran atención médica, y cortar la transmisión involuntaria. La encuesta del Sistema Patria y el despliegue de cuadrillas médicas en las comunidades forman parte de las herramientas para la aplicación de estos protocolos que consisten en la identificación  de grupos de personas potencialmente contagiadas, a través de la clasificación de síntomas y de riesgos epidemiológicos (viajes o contacto con personas que viajaron al exterior; la existencia de enfermedades de base, la edad, entre otras).

 

Si, por ejemplo, usted completó su encuesta y es de la tercera edad, sufre de diabetes o hipertensión, registró síntomas como malestar general, congestión nasal y diarrea –lo que podría ser una simple gripe-, cada vez que ingrese al sistema Patria tendrá que actualizar sus síntomas, pues la encuesta estará, por defecto, como paso previo al uso de las opciones de la página.

 

¿Qué significa aplanar la curva de crecimiento exponencial del contagio?

 

La infección por COVID-19 está creciendo exponencialmente en muchos países, colapsando los centros hospitalarios e impidiendo la atención médica oportuna. Esto quiere decir que el número de personas con contagio confirmado se duplica todos los días. Si el primer día, se registraron 2 casos, el segundo día se registrarán 4 casos, el tercero 8 casos y así durante un período no determinado. Este comportamiento se representa, en un gráfico, como una curva que severamente se hace ascendente.

 

Como la cuarentena elimina las aglomeraciones y, por ende, el número de personas que pueden ser contagiadas, su aplicación cambia el comportamiento que provocaba la duplicación diaria de casos y el contagio se desacelera, con lo que las pruebas positivas se mantienen en un ritmo estable. Esto se representa, en un gráfico, como una curva levemente aplanada, lo cual, de mantenerse en el tiempo, puede interpretarse como un indicio de control de la enfermedad.

 

¿Vamos a pasar 3 meses encerrados?

 

El tiempo de la cuarentena nacional obligatoria no puede ser determinado de antemano, pues depende de que pueda controlarse la trasmisión acelerada del virus. El factor fundamental para el éxito de la medida de cuarentena está en la participación activa de la población en el cumplimiento de la medida.

 

Si la cuarentena empieza a ser obviada por distintos grupos sociales, la velocidad de trasmisión comenzará a acelerarse violentamente, con lo que se perdería el importante esfuerzo realizado hasta ahora. De allí que sea de vital importancia la continuidad de la medida.

 

La conciencia sobre la responsabilidad que todos tenemos en el control del COVID-19 es especialmente importante entre los jóvenes, pues el comportamiento del virus en otros países indicaba que esta parte de la población, al igual que los niños y las niñas, eran inmunes frente al virus. Contrariamente, en Venezuela la mayoría de los contagiados se encuentran ubicados entre los 20 y los 59 años.

 

¿Es verdad que Venezuela puede llegar a tener 300.000 contagiados?

 

Según esta proyección, difundida recientemente, Venezuela albergará una cantidad de contagiados que equivale a 70% de los casos confirmados en todo el planeta hasta el pasado jueves 26.

 

Este número, que representaría 10% de la población venezolana, es totalmente desproporcionado en relación con la tasa de enfermos en otros países. Hasta ahora, los contagios no alcanzan a afectar a 1% de los habitantes. En el caso de China, que ya declaró el control de la pandemia, se contagió el 0.005%; en Italia y España, que se encuentran en estos momentos en el pico máximo de la epidemia, la población afectada no sobrepasa 0.14% del total nacional.

 

Las difíciles condiciones que objetivamente vive Venezuela, como consecuencia del ilegal bloqueo económico y financiero por parte de Estados Unidos, están, sin embargo, siendo enfrentadas con la ayuda de naciones solidarias como China y Rusia que han establecido puentes de ayuda humanitaria para el abastecimiento de los recursos necesarios de protección, diagnóstico y tratamiento, mientras Cuba desplegó una misión médica y aportó medicamentos.

 

¿Por qué algunos países no han hecho la cuarentena obligatoria nacional?

 

Los países que no han adoptado medidas de cuarentena obligatoria nacional -como Estados Unidos, Chile, Brasil o Colombia- han privilegiado las decisiones económico empresariales a las medidas sanitarias, con las consecuencias caóticas que ya se conocen.

 

El Reino Unido, urgido por prepararse económicamente para su salida de la Unión Europea, ha justificado su política de cero contención del virus basándose en un estudio que indica que a mayor propagación menor letalidad. Tal postura ha sido criticada por su violación del principio bioético de la no maleficencia que afirma el deber de no hacer a los demás algo que no desean o que es inadecuado para el hombre, pues se somete a una población a una prueba sobre su vida para probar si una teoría funciona.

 

¿Las cifras diarias de avance del COVID-19 reflejan en verdad el número de contagiados por el virus?

 

Las cifras de contagio informadas diariamente por los países se refieren al número de personas en las que se ha confirmado, a través de pruebas de laboratorio, la existencia del virus. Ello es así en cumplimiento de protocolos establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

 

Cuando usted revise este tipo de cifras, recuerde que ellas nos están indicando dos cosas: 1) El número de contagiados confirmados que están bajo atención médica y 2) la capacidad de las autoridades sanitarias para detectar a las personas contagiadas.

 

Como todo reporte de casos, las cifras del COVID-19 que están siendo difundidas en el mundo no reflejan la cantidad real de personas contagiadas y ello no se debe, necesariamente, a irresponsabilidad u oscuros intereses de los gobiernos, sino a la dinámica en la que se desenvuelve una epidemia entre los grupos humanos: 1) Hay personas contagiadas que no presentan síntomas, por lo que ni siquiera se enteran de que son portadores del virus. 2) Hay personas contagiadas por COVID-19 que presentan síntomas y características epidemiológicas que no son asociadas al virus por lo que no son, inicialmente, integrados al protocolo médico para esta enfermedad. 3) En situaciones extremas, como las que viven Italia y España, las personas que reportan síntomas leves reciben atención médica telefónica y no se les hace prueba de laboratorio. 4) la existencia de pocas pruebas de laboratorio puede provocar que el número de contagiados confirmados sea bajo. Esta situación se vivió en varios países al inicio de la epidemia.

 

La medida de ampliación de los protocolos de despistaje en Venezuela busca precisamente reducir esta brecha entre los casos confirmados y aquellos que están fuera de los registros.

 

Todos los días, también se informa de las cifras de fallecidos. Hasta ahora,  la letalidad del virus sigue siendo baja y se mantiene en alrededor de 4,6% de los contagiados. Pero poco se habla de la cifra de recuperados, que muestra la capacidad de superación de la enfermedad. En el caso de Venezuela, esta cifra representa 35% de los 113 casos confirmados hasta el viernes 27.

 

Hay que poner atención en algo. El número de contagiados en el mundo, no significa que estén enfermos en ese momento. Allí están incluidas todas las personas que han sido confirmadas desde que el COVID-19 fue identificado en noviembre del año pasado en China.

 

¿Por qué son importantes las cifras diarias?

 

El registro de los casos y su interpretación estadística permiten formular estrategias de control de la enfermedad y, por ende, la atención efectiva de los enfermos. También permiten estudiar la evolución mundial de la enfermedad. La OMS mantiene una vigilancia mundial de la pandemia en base a las cifras que reporta diariamente cada país, lo que sirve para observar las tendencias de transmisión de la enfermedad y ofrecer información epidemiológica para la evaluación de riesgos y de orientación para la adopción de medidas de respuesta.

 

El registro de la enfermedad no está hecho para generar pánico, aunque sea utilizado, muchas veces, con esos fines. Pueden servirnos en cambio para conocer, por ejemplo, si el cumplimiento de las medidas adoptadas por los gobiernos han sido eficaces.

 

Obviamente, las cifras podrían ser objeto de manipulaciones públicas por parte de diversos actores y hasta por los gobiernos, ya sea como una forma de deslegitimación, por parte de los primeros, o de ocultar errores producto de la inacción, por los segundos. “En este mundo cada vez más conectado, los brotes no pueden ocultarse”, se afirma en la guía Orientaciones para Comunicar sobre la Enfermedad por Coronavirus 2019 de la OMS.

 

“Confianza y credibilidad es el principio clave en la comunicación de riesgos. Sin esta confianza, el público no creerá en la información que den el ministro de Salud u otras autoridades, o no actuará conforme a dicha información”, se indica en el documento para poner el acento en una de las más peligrosas consecuencias que pueden derivarse para los gobiernos en caso de manipular u ocultar información, pues se arriesga al caos.

 

Muchas veces es precisamente el caos lo que persiguen otros actores, quienes no solo manipulan cifras sino que hacen uso de la emocionalidad presente en las redes sociales para extender sus campañas. Así se advierte en el documento de la organización: “Las redes sociales multiplicarán de manera exponencial la presión y la demanda de información, y asimismo ampliarán enormemente la posibilidad  de que la transmisión de información incorrecta y de rumores se difunda rápidamente…
Habrá información incompleta, incorrecta, rumores y suposiciones erróneas entre el público. Las personas pueden adoptar medidas basadas en esta información”.

 

Por estas razones, cuando lea cifras sobre el COVID-19, intente desactivar sus prejuicios y los condicionamientos generados por rumores y estrategias políticas, e intente rescatar sus principios ideológicos para interpretar crítica y racionalmente la información.

 

(LaIguana.TV / Taynem Hernández)