Relajado, abrazando y estrechando la mano de sus “verdugos” y como si partiera en un viaje de placer abordó este viernes 27, en horas de la tarde, el exmilitar venezolano Cliver Alcalá Cordones el avión ubicado en el hangar de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, con destino a EEUU para –supuestamente- someterse a la justicia de ese país.

 

No hubo esposas ni dispositivo de seguridad para quien –según lo dicho por la Administración Trump-, hay una recompensa de 10 millones de dólares por estar implicado en hechos de narcotráfico. 

 

“No puedo quedarme en territorio colombiano porque estaría comprometiendo a las autoridades de Colombia que en realidad nada tienen que ver, ni tenían conocimiento de las actividades que se estaban desarrollando por la libertad de Venezuela”, dijo Alcalá al momento de anunciar su entrega a las autoridades estadounidense.

 

Alcalá Cordones reconoció públicamente esta semana que participó en un plan terrorista –con asesoría de Estados Unidos y el aval del autoproclamado “presidente encargado”, Juan Guaidó- para asesinar a líderes de la Revolución Bolivariana. Tal y como lo denunció previamente el Gobierno de Venezuela. 

 

Sobre este caso el presidente Nicolás Maduro comentó que «a Alcalá Cordones lo traicionó EEUU por fracasar en su plan de asesinar a los líderes de la Revolución Bolivariana».

 

(LaIguana.TV)