Este viernes, salieron a la luz las últimas declaraciones a la prensa de Clíver Alcalá Cordones antes de viajar a Estados Unidos custodiado por la DEA. 

 

Según consta en el testimonio, un nervioso y tartamudeante Alcalá le aseguró a la comunicadora que lo entrevistó que había tenido que solicitar protección de funcionarios de inteligencia del vecino país, porque le habían alertado que “grupos privados” querían capturarlo para entregarlo al gobierno estadounidense y cobrar la recompensa de 10 millones de dólares que ofreció el Departamento de Justicia por su cabeza. 

 

Sin embargo, el exmilitar afirma haberle girado instrucciones a su abogado, Adolf Kauffman, “para hacer contactos con el Departamento de Estado norteamericano para cualquier acción que se requiera y con la Fiscalía de Nueva York”, lo que podría indicar que planea insistir en su empeño de ser retirado de las listas que lo sindican como narcotraficante ante el gobierno estadounidense, a cambio de ofrecer “información” en contra de Venezuela, como ya han hecho otros desertores del Ejército. 

 

Al ser consultado por la periodista si en verdad tenía certeza de que sus custodios pertenecieran a los grupos de inteligencia del gobierno de Iván Duque, Alcalá Cordones aseveró que les conocía de vista y trato desde hace más de un año, pues había compartido con ellos en diversas reuniones, incluso en su casa de Barranquilla.

 

El general prófugo de la justicia venezolana, no pareció reparar en que admitió que la inteligencia colombiana no solo estaba al tanto de sus movimientos en esa nación, sino que además le brindó colaboración, con lo cual implicó directamente al gobierno de Iván Duque en sus planes de invasión armada, golpe de Estado y magnicidio en contra del gobierno del presidente Nicolás Maduro. 

 

 

(LaIguana.TV)