Este lunes, el filósofo, comunicador y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela, siguiendo la tónica desarrollada durante los días de cuarentena derivados de la pandemia del coronavirus, dedicó la edición número 56 de su programa Desde Donde Sea, a describir  con cifras actualizadas su avance en el mundo, con énfasis en las particularidades de su desarrollo en Europa, América Latina y Estados Unidos.

 

Adicionalmente, dedicó tiempo a la coyuntura política venezolana desde una perspectiva local y global y concluyó la edición con la ya habitual recomendación de lecturas a la audiencia. 

 

La pandemia de covid-19 en el mundo al 30 de marzo de 2020

 

A partir de las cifras validadas por la Organización Mundial de la Salud y compiladas por la John Hopkins University, el filósofo hizo el recuento de la cantidad de casos positivos detectados hasta el momento de la edición. 

 

Desde el inicio del brote –entonces no era pandemia– en Wuhan, en todo el mundo se han confirmado la infección por coronavirus en 784.314 personas, de las cuales han fallecido 37.678 y se han recuperado 165.288. 

 

Asimismo, el experto precisó que el liderazgo de contagios lo tiene Estados Unidos, con 163.429 casos, seguido de China, Italia, España e Irán; mas en cuanto al número de fallecidos, es Italia quien encabeza la lista, con 11.951; seguida de España, con 7.344; China con 3.186 y Francia, con 3.024. Siguen de cerca Irán y Estados Unidos. 

 

En este último país, la tendencia de contagios y fallecimientos es creciente y de acuerdo con lo expresado hoy por Trump: “si se llega a 200.000 defunciones sería un logro político” –en un comentario que, Pérez Pirela estimó que incluso Hitler no habría declarado en público–, dicha cifra se incrementará en forma alarmante en el corto plazo.

 

Como cabe esperar, los países con mayor cantidad de pacientes recuperados, en términos absolutos, son también los que presentan altas tasas de contagio: China, España, Italia, Irán, Alemania y Francia. 

 

Ya en Latinoamérica, el analista precisó que los tres países con mayor número de contagios, a saber: Brasil, Chile y Ecuador, tienen gobernantes que han desoído las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para frenar la pandemia en aras del lucro y sus sistemas sanitarios son o completamente privatizados (Chile) o altamente excluyentes (Brasil, Ecuador). 

 

Completan la lista Panamá, con 989 casos; Perú, que reportó 950 casos y República Dominicana, con 901 casos. De cerca y con tendencia al crecimiento se encuentran Argentina y Colombia, cada una con más de 800 casos. 

 

El analista político comentó que le alarmaban las tasas de contagio per cápita de naciones como Panamá y República Dominicana, pues se trata de países con un una cantidad de habitantes relativamente baja, para la cual, tal nivel de casos positivos es muy preocupante. 

 

Un balance aproximado del coronavirus en Venezuela

 

En contraste, pese a las medidas coercitivas unilaterales, la sustracción de activos del Estado en el extranjero por parte de sectores de la extrema derecha local, la caída de los precios del petróleo y la debilidad del sistema de salud local, en Venezuela la pandemia está bajo control porque el Gobierno Bolivariano decretó la cuarentena antes de tener noticia de los primeros contagios internos y el país ocupa las últimas posiciones en términos de casos identificados y fallecidos. 

 

Más precisamente, Venezuela suma seis nuevos casos el día de hoy, con lo que se totalizan 135 casos detectados y tres personas fallecidas, lo que lo convierte en el antepenúltimo país con menos contagiados y menos fallecidos en toda Suramérica.

 

El analista también mencionó las recomendaciones que ofreciera el doctor George Gao, médico chino que lideró el equipo que controló el brote en la provincia de Hubei y que se basan en tres cosas relativamente sencillas, pero altamente eficaces: guardar la cuarentena, masificar el uso de las mascarillas y controlar la temperatura periódicamente –lo que implica el uso extensivo de termómetros–, toda vez que el principal síntoma asociado con el covid-19 es la fiebre alta.

 

Asimismo, aprovechó de explicar que, si bien la OMS había publicado hoy los resultados de una investigación en la que se establecía que el coronavirus no se transmite a través de partículas que quedan suspendidas en el aire, ello no es motivo para abandonar el uso de los tapabocas ni a relajar las medidas de aislamiento social recomendadas, porque el flagelo ataca a personas de todas las edades y se transmite, principalmente, a través de la saliva. 

 

En ese sentido, ilustró que el caso de Venezuela, la mayor parte de los afectados son personas jóvenes y que la mayor parte de ellos son asintomáticos; es decir, que son capaces de transmitir el virus, aunque no presenten ningún malestar asociado. “Es momento de dejar la irresponsabilidad” y de creer que no se enfermará, por ser joven, dijo.

 

Hizo un especial llamado de atención a los habitantes de zonas populosas de la capital, como Catia, Antímano o el 23 de Enero, donde ya hay casos positivos de coronavirus y no todos están cumpliendo escrupulosamente con las recomendaciones. “Podemos cortar los contagios cumpliendo con la cuarentena”, insistió. 

 

Citó las declaraciones que ofreció el presidente Nicolás Maduro la noche de este lunes 30 de marzo, en las que informó que Venezuela está siendo ejemplo de seguimiento hasta ahora efectivas para poner freno al coronavirus y destacó que los datos sobre la pandemia aportados por el Gobierno Bolivariano, cuentan con el aval de la la OMS y la John Hopkins University. 

 

Refirió que el Jefe de Estado mencionó que el Gobierno venezolano estaba reuniéndose con el Gobierno colombiano para crear un paso fronterizo regular a través del estado Táchira, en vista de la gran cantidad de compatriotas y de colombianos que quieren cruzar hacia Venezuela, producto de la falta de acciones radicales de la Administración de Iván Duque para enfrentar la pandemia. 

 

Pérez Pirela también hizo un recuento de la ayuda humanitaria que llegó a través del puente aéreo establecido con la República Popular China, que incluyó pruebas rápidas –hoy llegó un millón de ellas–, 50.000 trajes de protección para el personal de salud, así como respiradores para las Unidades de Cuidados Intensivos, imprescindibles para atender a los pacientes en estado crítico y grave. 

 

Asimismo, comentó que hasta la fecha, en el país se han aplicado 20.000 pruebas –y se prevé aplicar muchas más–, lo que implica que, en términos relativos en Venezuela se han aplicado más pruebas para detectar covid-19 que en ningún otro sitio, gracias a los esfuerzos combinados del Gobierno, la cooperación internacional de países aliados como China, Cuba y Rusia, la información aportada por los usuarios en la Plataforma Patria y el plan de visitas casa por casa a los casos sospechosos. 

 

Esta estrategia exitosa, contrasta fuertemente con los modos en cómo se atendió la pandemia en otras latitudes. Para contrastar, el experto en comunicación política se refirió a la ciudad de Nueva York, en la que se requieren, de acuerdo con las estimaciones, 80.000 respiradores y cuenta solamente con 30.000. 

 

O con la escasez de mascarillas y otros equipos de protección que hay en todo Estados Unidos, pues pese a ser “la nación más rica del planeta”, es incapaz de producir los tapabocas que necesita. En medio de esto, algunas personalidades de la farándula y los deportes, han hecho donativos para atender la crisis, pero el gobierno de Trump no parece reaccionar. O no quiere reaccionar. 

 

El oportunismo internacional y nacional en medio de la pandemia

 

Miguel Ángel Pérez Pirela no desaprovechó la ocasión para criticar la obsesión de Trump con Venezuela, que llega a unos niveles insólitos, pues en lugar de suspender las sanciones ilegales e inhumanas que su administración impuso sobre el país; en lugar de ocuparse de frenar la expansión del coronavirus en Estados Unidos, le solicitó al presidente Valdimir Putin que le ayudara a promover la transición en Venezuela, una actuación que calificó como “un pote de humo mediático”.

 

Rememoró que, par de días atrás, la portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova, pidió el fin de las “sanciones genocidas” contra Venezuela y catalogó de absurdas las acusaciones de narcoterrorismo emanadas del Departamento de Justicia en contra de altos funcionarios venezolanos. Asimismo, citando textualmente a la vocera, aseveró que “Rusia seguirá prestando ayuda a Venezuela sobre todo en el proceso de normalización de la situación sanitaria y epidemiológica”. 

 

Por si ello no bastare, precisó que el gobierno de Trump está presionando a los países afectados por el coronavirus, para que no reciban ayuda de China y de Cuba. Al respecto, mencionó el caso de Italia, cuyo Primer Ministro agradeció el apoyo brindado por estas naciones y por la Federación Rusa, al tiempo que criticó a la Unión Europea por haberlo abandonado en medio de la tragedia. Y en un acto de cinismo descarado, continuó, el presidente francés, Emmanuel Macron, se quejó porque el gobierno italiano desconocía el apoyo de la Unión Europea durante la crisis del coronavirus.  

 

Todo eso sucede mientras en la ciudad de Nueva York están almacenando los cadáveres en cavas usualmente empleadas para transportar carne, porque las morgues están saturadas; mientras una porción del Comando Norte, una élite dentro del Ejército estadounidense, se refugia en “el bunker más seguro del mundo”, por “temor” al coronavirus.  

 

Pero Trump insiste en lo de siempre: presionar y no ceder, pese a que incluso medios como el Financial Times, de corte abiertamente neoliberal, pidió una moratoria de las sanciones contra Venezuela, “por razones humanitarias”, ilustró el filósofo. 

 

Otros que intentaron aprovechar contingencias relacionadas con Venezuela, fueron los medios internacionales, que desvirtuaron un comunicado de la empresa rusa Rosneft, para hacer parecer que se debilitaban las relaciones entre Moscú y Caracas. 

 

Lo que realmente sucedió, como se apresuró a aclarar el embajador ruso en Venezuela, es que Rosneft le vendió sus participaciones con Petróleos de Venezuela al Estado ruso, por lo que, en adelante, “es el Estado ruso el que está invirtiendo en el negocio petrolero. Se fue una empresa privada rusa y vino el Estado ruso a invertir en Venezuela”, remató. 

 

A lo interno, mientras la mayor parte de la población, independientemente de su signo político, está concentrada en contener el avance del covid-19 y colaborar en la ruptura de la cadena de contagios, el autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó, desvió la atención la semana pasada difundiendo cifras falsas, aunque su verdadera agenda era, en contubernio con Clíver Alcalá, introducir armas y generar “más muertos que el coronavirus”. 

 

El petróleo venezolano en tiempos de coronavirus

 

El experto también se refirió a la estrepitosa caída que registra la cesta petrolera venezolana en el mercado, que se está cotizando a su precio más bajo desde 2002. Haciendo una proyección a partir del precio del West Texas International, el indicador del precio del crudo estadounidense, que se vendió hoy a 20,12 dólares por barril, cada barril de petróleo venezolano se transa en aproximadamente unos 13,69 dólares, aunque producirlo, cuesta 30 dólares. 

 

Como es sabido, más del 90% de los ingresos del país dependen del petróleo y si a ello se añaden las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea, “las empresas robadas por Guaidó” –Citgo, Monómeros–, “la situación es crítica en Venezuela. A pesar de eso, somos uno de los países con menos contagiados y fallecidos en la región”.

 

Recomendación de lectura

 

Al concluir el programa, Pérez Pirela recomendó a la audiencia la lectura de «Antes de que anochezca», una novela con tintes autobiográficos escrita por el narrador cubano Reinaldo Arenas; las Confesiones de San Agustín y el ensayo del filósofo y escritor francés, Jean-Paul Sartre, ¿Qué es la literatura?

 

(LaIguana.TV)