“Las últimas ‘movidas’ de la administración Trump, en estos momentos de la pandemia del Covid-19, entre ellas la de constituir un gobierno de transición paritario en Venezuela, son como ofrecer el anzuelo de la salvación a los mismos que hace nada calificaron de narcoterroristas y lanzaron al desprecio internacional, al bullying del mundo”, expresó el internacionalista Franklin González.

 

Para el entrevistado, no se trata de un plan nuevo, sino de una variante táctica dentro de una estrategia: llevar al gobierno venezolano a una  mesa de negociación para luego, al final, apoderarse de la patria de Bolívar y de Chávez y luego quedarse con sus riquezas.

 

“La respuesta ante eso es resistir y resistir, y sobre todo mantener la unidad de los revolucionarios, máxime cuando se ofrecen recompensas por la cabeza del presidente Maduro y otros líderes del proceso”, dijo González.

 

“Cualquier negociación que se haga pasa necesariamente por las participación de otros actores internacionales, léase Rusia y China, inevitable por la condición de ser Venezuela un asunto de geopolítica mundial. Pero también debe pasar por el respeto al ordenamiento jurídico venezolano y a la voluntad del pueblo venezolano”, añadió.

 

Recordó el internacionalista que contra la revolución bolivariana los poderes fácticos de EEUU, que son los que realmente mandan en esa nación,  han aplicado todas las fórmulas para acabar con el proyecto de país establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en los planes nacionales de desarrollo, faltándole sólo la intervención militar directa, la cual ni es fácil en este momento, ni tampoco le ha dado los réditos esperados cuando la ha aplicado en este siglo XXI, al menos si se juzga por los casos de Afganistán, Irak, Libia y Siria.

 

“A Venezuela, buscando que se rinda, han intentado ahogarla, asfixiarla, le aplican entonces, en distintos frentes, simultáneamente, una guerra híbrida, que va desde medidas unilaterales económicas, financieras, bloqueo y lo que los gringos llaman sanciones, hasta un acoso psicopolítico  través del principal medio de comunicación o información que hoy lo constituyen las redes sociales”, agregó.

 

(LaIguana.TV)