Estados Unidos decidió apartar al autoproclamado Juan Guaidó, otrora consentido, y propuso este martes, en boca del jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo y Elliot Abrans, representante especial de EEUU para Venezuela, que tanto él como el presidente Maduro se hagan a un lado y se convoquen nuevas elecciones.

 

En un documento leído por Abrams denominado “Un nuevo camino hacia la democracia venezolana” no se reconoce que el agravamiento de la crisis venezolana ha sido motivada por las duras sanciones unilaterales e ilegítimas impuestas por su país, sino que lo atribuye a “la caída de los precios del petróleo y el coronavirus”.

 

En su pretensión de sacar al presidente Maduro del poder, EEUU ha recurrido a varias estrategias al margen del derecho internacional, como intentos de golpes de estado, terrorismo, intentos de magnicidio, calentamiento de los cuarteles, y ahora propone que la Asamblea Nacional pueda crear “un Consejo de Estado que sirva como gobierno de transición, que celebre elecciones presidenciales libres y justas”

 

Y como si fuera poco la nueva injerencia estadounidense, también proponen que “una Corte Suprema independiente debe reemplazar a la actual, que no es más que un brazo del régimen de Maduro”.

 

Y haciendo gala de un gran cinismo, expuso Abrams en su documento que “Los EE.UU. no apoyan a ningún partido político en particular en Venezuela”, y que creen que todos los partidos, incluido el PSUV deben competir en igualdad de condiciones “en elecciones libres y justas”.

 

Finalmente, Abrams expone que “el Sr. Guaidó, continuaría como presidente de la Asamblea Nacional hasta nuevas elecciones parlamentarias y presidenciales”, es decir, quedó degradado y fuera de nómina.

 

(LaIguana.TV)