El asedio a todo proceso político revolucionario y progresista es una de las marcas de fábrica del imperialismo estadounidense. Lo han vivido países que no se han amilanado frente al yugo imperial y lo han sufrido en carne sus pueblos.

 

La operación “Peter Pan” es uno de los instrumentos de violencia psicológica que el imperio ha desarrollado y empleado en reiteradas oportunidades contra varios de los procesos revolucionarios del mundo.

 

Según la Cia, la revolución cubana quitaría a los padres la patria potestad de sus hijos, ante lo cual, el departamento de Estado gringo, junto a la iglesia católica en la isla, organizó esta operación, por medio de la que cerca de 14 mil niños cubanos viajaron solos a EE.UU., para ser educados en escuelas privadas y recibir más oportunidades. Un éxodo de jóvenes, justificado en la supuesta amenaza de la revolución cubana al pueblo de Cuba.

 

La población se sintió tan confundida que aceptó enviar a sus hijos lejos del terruño, para supuestamente salvar a los infantes de la amenaza que significaba la revolución cubana.

 

Sin embargo, el viaje a tierra estadounidense no sería para cumplir el “sueño americano”. Los pequeños, dependiendo de su edad, iban a ser repartidos en distintos orfanatos gringos. El único objetivo de esta operación era mellar la moral cubana y secuestrar las generaciones de relevo de la resistencia revolucionaria. Una canallada imperial.

 

Juzgue usted los paralelismos entre estas prácticas imperiales y los recientes rumores en torno a la supuesta desaparición y secuestro de niños en nuestro país.

 

(LaIguana.TV)

 

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