Miguel Ángel Pérez Pirela, filósofo y analista político mostró en su programa Desde Donde Sea, las contradicciones presentes entre voceros de Donald Trump en relación con las estrategias que se emplearán en contra de Venezuela.

 

En ese sentido, el comunicador aludió a las recientes declaraciones del exdiplomático William Bronfield, en las que aseguró que en Venezuela no habría ningún tipo de invasión, pese a que la semana pasada, el propio Trump anunciara con gran estruendo “la operación más grande” para presuntamente luchar contra el narcotráfico en el Caribe Occidental –léase, Colombia–, aunque a inicios de esta semana se incautó un cargamento de drogas en tres buques que navegaban por el Pacífico colombiano con destino a Estados Unidos.

 

“Entonces, ¿a quién creerle? ¿Le creemos a lo que dice Pompeo un día, o a lo que dice Brownfield el otro día o a lo que dice Elliot Abrams al día siguiente?”, se preguntó.

 

Desde su punto de vista, estas contradicciones entre los voceros podrían tener una doble explicación, cuyas opciones no son necesariamente excluyentes entre sí: por un lado, el juego del “policía bueno y el policía malo”; por otro, el hecho de que “las contradicciones que hay sobre qué estrategia utilizar contra Venezuela en la Casa Blanca, son demasiado marcadas, que ya incluso desbordan los mismos señalamientos, alocuciones y discursos de las manos derechas, en relación a Venezuela, de Donald Trump”.

 

Asimismo, el filósofo recordó el pronunciamiento del secretario de Estado, Mike Pompeo, que en nada coincidió con lo que pocas horas atrás había declarado el enviado especial del régimen estadounidense para Venezuela, Elliot Abrams.

 

Específicamente, Pompeo aseguró que “la meta es reemplazar la dictadura ilegítima de Maduro, con el legítimo gobierno de transición” y remató su intervención diciendo que “es la hora que Maduro se vaya”.

 

Pérez Pirela estimó pertinente preguntarse de qué tiempos hablaba Pompeo “para una posible invasión a Venezuela, para la extensión de este bloqueo naval que están preparando contra Venezuela” y a su juicio, “hay una sola fecha: 3 de noviembre. Ahí se está jugando la cabeza Donald Trump. Y esto quiere decir que, de ahí para atrás, estamos hablando del verano: julio, agosto, septiembre”, precisó.

 

Sustentó esa apreciación basándose, en primera instancia, en los tiempos de la cuarentena en la región, cuyo fin, de acuerdo a los escenarios más pesimistas, se prevé para inicios del mes de julio, en tanto los más optimistas estiman que podría acabar a finales de mayo.

 

Si bien reconoció que es muy difícil precisar estas fechas, opinó que es necesario decir que “los tiempos propicios que se podrían estar barajando en el departamento de Estado para un show sobre Venezuela, para una intentona de invasión a Venezuela, para un bloqueo naval permanente en costas caribeñas, en costas del Caribe venezolano, podrían estar ente julio, agosto y septiembre”.

 

Adicionalmente, a su parecer, además de los tiempos  de las cuarentenas derivadas de la pandemia del Covid-19, hay que tomar en cuenta los tiempos electorales y políticos dentro de Estados Unidos –que tienen fecha tope el 3 de noviembre–, así como los tiempos mediáticos que habrían de manejar los asesores de Trump “para posicionar el tema Venezuela con un impacto directo antes de las elecciones”.

 

Finalmente y porque todo parece indicar que estos movimientos de Donald Trump en contra de Venezuela están guiados por propósitos electorales, el experto comentó que Bernie Sanders había abandonado la carrera presidencia y que tal decisión trastocaba los equilibrios internos. Por ello, se atrevió a señalar que “de esta decisión puede depender (…) el destino de Donald Trump y su segundo mandato”.

 

(LaIguana.TV)

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