jueves, 8 / 05 / 2025
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Pudo ver lo que venía: Revelan que Trump fue advertido sobre el potencial de la pandemia del COVID-19 (+Muertes)

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue informado, a través de una comunicación, de que al menos 500 mil  “almas estadounidenses” podrían morir debido a la pandemia del nuevo coronavirus  (COVID-19).

 

Peter Navarro, quien cumple responsabilidades como el principal asesor comercial de Trump, redactó en los últimos días de enero un memorando en el que explicó que una pandemia originada por el actual virus generaría  grandes bajas al país norteamericano, como la muerte de medio millón de ciudadanos y billones de dólares en pérdidas económicas, reseñó el medio Cubacomunica.

 

En la nota, Navarro manifestó que aproximadamente el 30 por ciento de la población se contagiaría con el virus, por lo cual esto causaría el  fallecimiento “de medio millón de almas estadounidenses”.

 

Según reporta el medio de comunicación, en los recientes días el  inquilino de la Casa Blanca negó haber visto para entonces la misiva. Sin embargo, los informes del New York Times detallaron que para el momento los colaboradores se lo plantearon y que no le agradó que Navarro dejara por escrito sus opiniones  y advertencias. 

 

De acuerdo con el  referido portal digital, los más cercanos asesores de la Casa Blanca, los especialistas en los departamentos del gabinete y las agencias de inteligencia, alertaron y solicitaron a una operación contundente para neutralizar la amenaza del virus. Sin embargo, Trump permaneció pausado para ofrecer una respuesta.

 

Al parecer, las consideraciones del mandatario de Estados Unidos se encontraban matizadas debido a las contiendas de muchos años adentro de la Administración respecto a “cómo tratar con China y su propia sospecha de las motivaciones de los funcionarios dentro de lo que él veía como el ‘Estado Profundo”, citó Cubacomunica.

 

Entrevistas con varios funcionarios nuevos y antiguos, correos electrónicos, documentos, dan cuenta de  “los puntos de inflexión clave mientras la Administración Trump luchaba por adelantarse al virus, en lugar de simplemente perseguirlo, y los debates internos que le presentaron a Trump y las  opciones en el camino”.

 

Las agencias de inteligencia y Consejo de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (por sus siglas en ingles N.S.C.) emitieron previos avisos.

 

Por su parte,  los funcionarios del Consejo de Seguridad Nacional obtuvieron las alertas  a inicio de enero en cuanto a los riesgos potenciales por un nuevo virus en Wuhan, China.

 

Mientras que el epidemiólogo del Departamento de Estado alertó de manera adelantada que el virus podría  transformarse  en una pandemia, en tanto que “el Centro Nacional de Inteligencia Médica, un pequeño puesto avanzado de la Agencia de Inteligencia de Defensa, llegó a la misma conclusión”.

 

Posteriormente, los expertos en biodefensa en la oficina del Consejo de Seguridad Nacional  encargados del rastreo de las pandemias notaron lo que acontecía en Wuhan y empezaron a exhortar a los funcionarios a reflexionar sobre lo que significaba y qué consecuencias tendría determinar la cuarentena en ciudades como Chicago e indicarle a la  población que realizara sus labores desde sus hogares.

 

No obstante, algunas de las iniciales notificaciones previnieron de altos funcionarios de seguridad nacional, los cuales estaban  ávidos por inculpar a China, y frecuentemente se toparon con el  impedimento de los consejeros financieros de Trump “quienes estaban preocupados por alterar las relaciones con China en un momento en que Trump estaba negociando un acuerdo comercial con Beijing”.  

 

Finalizando febrero, los principales funcionarios de salud pública de la Administración determinaron que era el momento de pasar a la ofensiva para paliar la transmisión del virus, como el alejamiento social, las disposiciones de permanecer en las viviendas y quedarse en casa.

 

“Pero nunca tuvieron la oportunidad de presentar el plan al presidente. Un funcionario de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades se hizo público con advertencias demasiado pronto, enviando acciones y enojando a Trump, quien hizo a un lado a su Secretario de Salud y Servicios Humanos y puso al vicepresidente Mike Pence a cargo de la respuesta” , reseñó Cubacomunica.

 

Después tres semanas antes de que Trump definitivamente estableciera medidas de distanciamiento social, una etapa en la que el virus se generalizó  velozmente sin obstáculos.

 

“Los expertos dentro y fuera del gobierno se alarmaron por el hecho de no tomar medidas más rápidas. A lo largo de enero y febrero, un grupo de académicos, médicos del gobierno y doctores de enfermedades infecciosas, incluidos los funcionarios de la administración Trump, expresaron alarma por la ferocidad del coronavirus en una larga cadena de correos electrónicos”, preció el medio.

 

En numerosas oportunidades los  funcionarios  pronunciaron su intranquilidad  debido a la ausencia de medidas agresivas para luchar contra el virus. “Atacaron la falta de pruebas y ayudaron a llamar la atención del gobierno sobre la propagación del virus por personas sin síntomas. También rastrearon la propagación global del virus. A finales de febrero, un médico del Departamento de Asuntos de Veteranos escribió: ‘Entonces tenemos una ventana relativamente estrecha y estamos volando a ciegas. Parece que Italia se lo perdió”.

 

(LaIguana.TV) 

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