Apodado “el canciller de la clase obrera” por el presidente Nicolás Maduro, el constituyente Jacobo Torres dice que más allá de los discursos en la plenaria, los voceros de los trabajadores en el cuerpo deliberante del poder originario deben procurar el debate en los barrios, en las plazas, en los portones de las fábricas.

 

Torres (Cabimas, 1963) dialogó con el periodista Clodovaldo Hernández acerca del rol que desempeñan los representantes de los trabajadores en la Asamblea Nacional Constituyente, en especial ante la coyuntura económica que padecen.

 

-¿Están siendo escuchados los voceros de los trabajadores en la ANC?

 

-Somos el sector con mayor cantidad de constituyentes, con 79. Los demás sectores oscilan entre tres y diez. Estamos por encima de la juventud y de las mujeres, que son factores bien importantes en nuestra sociedad. Esto demuestra el impulso y la importancia que le da el presidente Nicolás Maduro a la clase obrera en esta coyuntura tan específica.

 

Explicó Torres que esa presencia no puede reflejarse en intervenciones en la plenaria, pues la ANC está integrada por 545 constituyentes, entre las que “hay más de un pico e’ plata” y si todos pidieran la palabra sería una gallera interminable. Indicó que varias comisiones estratégicas de la Asamblea, como la de Economía y la Internacional (a la que él pertenece) han desarrollado actividades muy intensas prácticamente desde el primer día de la ANC.

 

-Nosotros hemos dado debates muy importantes a lo interno, en el Bloque Obrero Constituyente que encabeza nuestro camarada Francisco Torrealba. El criterio es que estemos presentes en todas las comisiones para llevar la voz de la clase obrera en todas las instancias de la ANC. Pero más allá de eso, el esfuerzo debe estar orientado a ir a darle la cara a quienes nos eligieron, al pueblo trabajador, en las fábricas, en los barrios, en los centros de trabajo. Hemos dicho que esta es una guerra de todo el pueblo, no es un problema de Nicolás Maduro solamente o de los 545 personajes que estamos allí. No hay iluminados en la ANC, sino ciudadanos comunes que padecemos los mismos problemas que el pueblo, que vivimos la misma realidad. No somos marcianos y por eso tenemos que ir a dar el debate con la gente.

 

Torres señaló que ese contacto es especialmente importante si se considera que la elección de la ANC generó muchas expectativas en la sociedad venezolana, aunque según él, “lo único que se ofreció fue conquistar la paz, ese fue el eje central de nuestra corta campaña electoral”. Añadió que por la ausencia de la oposición, a los constituyentes electos les ha correspondido la misión de legitimar el debate ante el país en general.

 

-Las expectativas de la gente son, principalmente, en el plano económico. La Comisión de Economía es presidida por un cuadro político del PSUV (Eduardo Piñate) y vicepresidida por un empresario (Orlando Camacho). ¿Cómo quedan allí los trabajadores?

 

-Allí está el compañero Wil Rangel, que es el presidente de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores  y de la Federación Petrolera. Además, la conducción del propio Eduardo Piñate es muy importante, de primera línea y experimentado. Él mismo ha dicho que no es economista, pero se esfuerza por comprender, posición en la que lo acompaño. En ese campo se han presentado propuestas incluso desde antes de que la comisión fuera designada. Es un debate muy rico porque no se trata solo de ver la coyuntura, sino el problema estructural.

 

Las siete plagas de Egipto

 

Acotó el entrevistado que durante el tiempo en que estuvo el comandante Hugo Chávez hubo guerra económica, pero se notó menos en parte por el peso de su liderazgo , y en parte por la bonanza económica derivada de los altos precios del petróleo. “Una vez que parte el comandante, a Nicolás como que le cayeron las siete plagas de Egipto, porque contra él se ha concentrado, en cuatro años y medio todo lo que no le hicieron a Chávez en trece años”. A su juicio, Maduro ha salido airoso de ese trance debido a su calidad como cuadro político, lo que demuestra la puntería de Chávez al elegirlo como sucesor.

 

-Todos tenemos que debatir este asunto económico. Hasta ahora hemos concentrado nuestro odio en el gobierno, en el bachaquero y en el bodeguero de la esquina. Un advenedizo económico como yo se atreve a decir que no es allí donde está el problema sino en lo estructural. El modelo se agotó, y no me refiero al modelo socialista porque ese todavía no lo hemos estrenado, pues terminamos reproduciendo el modelo contra el que combatimos, el de la Cuarta República. Es por eso que tenemos estos altos niveles de corrupción. Este Estado, que heredamos de la Cuarta República, está hecho para la corrupción no para el desarrollo de la sociedad. Hay quien dice que esto es culpa de Chávez. No lo creo porque él previó una transición larga y para eso dejó el Plan de la Patria.

 

Torres, quien militó en La Causa R aguerrida de los años 80, recordó que el presidente Maduro creó los Consejos Productivos de los Trabajadores, sobre lo cual relató una anécdota. “Como a mí siempre se me sale el ñángara, los bauticé como Comisarios Obreros para la Producción, pero muchos se escandalizaron porque era un término demasiado rojo. Entonces salió una cosa medio extraña que se llama Copo, pero sonaba como a Heidi…hasta que Nicolás dio en el clavo con los Consejos Productivos de los Trabajadores, cuyo papel debe ser transformar el aparato económico en el marco de una transformación del Estado y la sociedad. De nada nos sirve tener un Tribunal Supremo, una Fiscalía General, una batería de ministerios llamados del Poder Popular, si no cambiamos la estructura tecnoburocrática que nos ha regido por más de cien años. Hemos seguido dependiendo de Don Petróleo para el desarrollo de nuestro país y para muestra el botón de las empresas básicas, que tienen como 30 años de déficit y ha sido el petróleo el que ha suplido las convenciones colectivas, la compra de materias primas, las inversiones en tecnología. Nosotros se lo hemos dicho a nuestros compañeros de esas empresas: si usted no produce ni una aguja, no me venga a pedir grandes cosas en una convención colectiva que usted no se ha ganado en el plano productivo. El debate de fondo para nosotros es, entonces, ir a la construcción del nuevo modelo. Apostamos sin estridencias por un nuevo modelo que le quite el carácter gerencial (a la Administración pública) porque este favorece al neoliberalismo y al capitalismo voraz. También apostamos a crear la dirección colectiva en cada una de nuestras empresas.

 

Torres indicó que en 40 años de estudios marxistas no ha podido encontrar ningún texto de los grandes pensadores en el que se condene la existencia de la propiedad privada, sobre todo en los períodos de transición. Recomendó recordar que el primer acto comercial de la Unión Soviética fue un acuerdo con el empresario Kellogs, el de las hojuelas de maíz, como forma de enfrentar una crisis cerealera, producto de la guerra civil. “Fueron a negociar sin pruritos con uno de los grandes potentados de comienzos del siglo XX. Hoy los mismos cubanos están en un proceso bien sabroso de revisión de sus propios parámetros económicos. Nosotros estamos obligados a preservar las empresas estratégicas, pero no concibo que el Estado sea dueño de una peluquería, una línea de taxi o un restaurant. Incluso en el tema hotelero se podría ir a alianzas para contar con la experiencia y los mercados que puede aportar la empresa privada”.

 

-La coyuntura internacional es muy compleja. Estamos sometidos a sanciones de Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá… ¿No nos vendría bien esa flexibilidad que llevó a los soviéticos a negociar con capitalistas?

 

-Estamos frente a un proceso de restauración neoliberal, que comenzó con Honduras, Paraguay, Brasil, Argentina. Países que se hacían pasar como progresistas, como Chile, hoy están en la primera fila de ataque a Venezuela. Las relaciones medianamente normales que existían con el señor Santos, de Colombia, terminaron desfigurándose. Venezuela es la punta de lanza de la resistencia contra esa restauración neoliberal y para la recuperación de los espacios perdidos. Venezuela es el muro de contención ante la ofensiva imperialista, ya escuchamos a Nicolás hablar de la contraofensiva revolucionaria. Por eso, aunque soy ateo ortodoxo, estoy dispuesto a publicar avisos para darle gracias a la oposición por favores recibidos, por haberse quitado la máscara y declararse lo que son: terroristas. Lograron reunificar al chavismo. También damos gracias al señor Trump porque va a lograr la reunificación de América Latina ante las agresiones neoliberales. Los aislados son ellos. La intervención de Trump en la asamblea general de las Naciones Unidas fue terrible, mientras todo el Caribe y la costa atlántica estaban atravesados por ciclones, terremotos, hasta volcanes. Venezuela ha recibido respaldo de los No Alineados, del ALBA, la inmensa mayoría de los países europeos, los movimientos sociales de todo el mundo. Por donde uno se meta encuentra movilizaciones de respaldo a Venezuela. Hasta las centrales sindicales de la derecha como la UGT de España, han pedido participar. Hasta gente de Filipinas, que queda como a dos días en avión, vino a Venezuela a tratar de apoyar. EEUU, en su empeño por aplicar sanciones,  ha tenido que violar hasta normas sagradas del propio capitalismo, como la repatriación de los capitales, pero nuestro gobierno está buscando nuevas maneras de resolver ese problema para cumplir nuestros compromisos porque desde aquel 4 de febrero siempre hemos dado una palabra , y la hemos cumplido.

 

Añadió que fuerzas sindicales de todo el mundo, incluyendo varias de EEUU, se ha  solidarizado con Venezuela. Sin embargo, alertó que también en ese campo hay organizaciones controladas por la derecha, como los sindicatos amarillos (patronales y de tendencia neoliberal) de Colombia, en los que tiene sus manos metidas Álvaro Uribe Vélez y tienen profundas relaciones con personajes de la derecha venezolana. “En resumen, estamos en plena contraofensiva internacional, hay mucha receptividad en todas partes y podemos decir que un nuevo fantasma recorre el mundo y es el fantasma de la Constituyente. Ahora nos están llamado para que hablemos de este proceso en distintos países, y  vamos con todo”.

 

(Clodovaldo Hernández / [email protected])

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