Tres médicos venezolanos residenciados en Galicia, Barcelona y Madrid contaron a un medio venezolano su experiencia sobre cómo se ha vivido la pandemia por Covid-19 en España, uno de los lugares donde con mayor fuerza ha impactado esta enfermedad.
 

Todos son egresados de universidades venezolanas y hacen vida profesional en la península ibérica. 

 
María Corina Goiri es egresada de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda de Coro, estado Falcón. Es especialista en Medicina Familiar y Comunitaria con MBA en Gestión de Centros Sanitarios y Doctorado en Endocrinología. Asegura que su generación de médicos se ha visto en la necesidad de enfrentar muchas dificultades en el ejercicio de su profesión, lo que asegura le ha ayudado a enfrentar esta situación.
 
Asegura que fue convocada a trabajar durante el brote de la enfermedad, ante la necesidad de personal médico. No duda en señalar al Gobierno del presidente Pedro Sánchez de no tomar las medidas sanitarias a tiempo.
 
«Se sabía de la pandemia desde el 30 de enero. El gobierno pudo prever con antelación y prepararse mejor. Tener, por ejemplo, más equipos de protección individual. Evitar concentraciones como la del 8 de marzo, así como eventos deportivos, donde la cantidad de gente es inmensa. Allí creo que fue el quiebre de la comunidad de Madrid. Las cuentas salen perfectamente».
 

Dice que lo más doloroso es tener que acompañar a pacientes que se encuentran solos a “bien morir”.

 

Otro médico venezolano que ha trabajado durante esta crisis en España es el doctor Ricardo Vethencourt tiene 38 años de edad. Es cirujano ortopédico graduado en la Universidad Central de Venezuela y hace 11 años emigró a España. Trabaja en el Hospital Central de la Defensa, en Madrid, en el área de traumatología.

 
El Hospital Central de la Defensa, dice, está desbordado por el incremento desmesurado de casos y la falta personal. «Realmente estamos sobrecargados de trabajo», afirma. Y no solo el personal médico, también el administrativo, el personal de limpieza… «Todos desempeñan una función importante».
 
Informó que en la actualidad hay unos 500 pacientes con Covid-19 en el hospital, los pacientes oncológicos fueron trasladados al área de maternidad. Indicó que ha trabajado jornadas de 24 horas y semanas enteras sin descanso. 
 
 

El desbordamiento del sistema sanitario ha sido tal que ha tenido que enfrentarse a la terrible decisión de a quién aplicar el tratamiento y a quién no.

 

El doctor Leonardo Silvio Estaba vive en Barcelona desde hace 20 años. Graduado en la Universidad Central de Venezuela, es cirujano digestivo hepato-bilio-pancreático, además de especialista en cirugía laparoscópica avanzada. En la actualidad forma parte del grupo de personal sanitario que se encuentra contagiado por Covid-19.

 

«Desde hace unas semanas, cuando vimos que todo esto se avecinaba, mi esposa y yo comenzamos a tomar medidas. Pero cuando resulté positivo me mudé de cuarto, uso mascarilla todo el día, guantes la mayoría de las veces, mantenemos la distancia, estoy en una zona específica del sofá y mi esposa no entra al cuarto. Un paciente al que había operado comenzó a tener fiebre y falleció. Es cuando me hacen el test y di positivo. Desde ese momento estoy en casa aislado», dice el médico de 45 años de edad.

 

En el centro hospitalario donde labora en una semana hubo 7 casos de personal sanitario contagiado. «Fue en ese momento cuando nos dimos cuenta de que en el hospital había un foco».

 

Afirma el doctor Silvio que a pesar de lo bueno que es el sistema sanitario español, no se tomaron las previsiones para enfrentar la crisis y por eso colapsó.

 
“En mi hospital empezó a desaparecer el material. Era imposible reponer batas, guantes y otro tipo de materiales. La gente se volcó a comprar y el gobierno no daba respuestas. Al estallar la crisis nos damos cuenta de que los insumos que tenemos no son los adecuados para tratar una enfermedad de este tipo. Si no tienes material adecuado, te contaminas», contó.
 

Narró que sus colegas han improvisado equipos especializados como impermeables, colocándose dos batas, por el objetivo es “cuidarnos al máximo”, asegura.

 
(LaIguana.TV)
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