“Las medidas se tomaron tarde”: Tres médicos venezolanos cuentan cómo se vive la pandemia en los hospitales de España
Todos son egresados de universidades venezolanas y hacen vida profesional en la península ibérica.
Dice que lo más doloroso es tener que acompañar a pacientes que se encuentran solos a “bien morir”.
Otro médico venezolano que ha trabajado durante esta crisis en España es el doctor Ricardo Vethencourt tiene 38 años de edad. Es cirujano ortopédico graduado en la Universidad Central de Venezuela y hace 11 años emigró a España. Trabaja en el Hospital Central de la Defensa, en Madrid, en el área de traumatología.
El desbordamiento del sistema sanitario ha sido tal que ha tenido que enfrentarse a la terrible decisión de a quién aplicar el tratamiento y a quién no.
El doctor Leonardo Silvio Estaba vive en Barcelona desde hace 20 años. Graduado en la Universidad Central de Venezuela, es cirujano digestivo hepato-bilio-pancreático, además de especialista en cirugía laparoscópica avanzada. En la actualidad forma parte del grupo de personal sanitario que se encuentra contagiado por Covid-19.
«Desde hace unas semanas, cuando vimos que todo esto se avecinaba, mi esposa y yo comenzamos a tomar medidas. Pero cuando resulté positivo me mudé de cuarto, uso mascarilla todo el día, guantes la mayoría de las veces, mantenemos la distancia, estoy en una zona específica del sofá y mi esposa no entra al cuarto. Un paciente al que había operado comenzó a tener fiebre y falleció. Es cuando me hacen el test y di positivo. Desde ese momento estoy en casa aislado», dice el médico de 45 años de edad.
En el centro hospitalario donde labora en una semana hubo 7 casos de personal sanitario contagiado. «Fue en ese momento cuando nos dimos cuenta de que en el hospital había un foco».
Afirma el doctor Silvio que a pesar de lo bueno que es el sistema sanitario español, no se tomaron las previsiones para enfrentar la crisis y por eso colapsó.
Narró que sus colegas han improvisado equipos especializados como impermeables, colocándose dos batas, por el objetivo es “cuidarnos al máximo”, asegura.