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El proyecto de desacelerador supersónico de baja densidad (LDSD), con el que la NASA pretende aterrizar en otros planetas, tendrá su prueba de vuelo en junio desde la base de misiles de la Marina de Estados Unidos en Kauai, Hawaii.

 

El diseño del vehículo espacial es similar a un platillo propulsado por cohetes. Su objetivo es testear la capacidad de aterrizaje en forma segura en la superficie de Marte u otros planetas con atmósfera, incluso la Tierra.

 

El vuelo de prueba ocurrirá un año después de un intento fallido: el LDSD logró aterrizar con éxito sobre el océano Pacífico, pero su enorme paracaídas de descenso solo se desplegó de forma parcial.

 

El aterrizaje en Marte no es igual que en la Tierra, dado que tiene una atmósfera más densa y fina y se necesita una nueva tecnología de desaceleración que permita manejar las grandes cargas que viajan a velocidad supersónicas.

 

(Agencia)