Las reflexiones acerca de la conveniencia de abrir o no las sociedades y de priorizar al ser humano por encima de los bancos y el dinero que hoy atraviesan el debate mundial, en el marco de la pandemia de coronavirus, fue el tema principal que el filósofo, comunicador y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela desarrolló en la edición 74 de Desde Donde Sea, programa que se transmite a través de las redes sociales y que cuenta con una nutrida audiencia nacional e internacional. 

 

Adicionalmente, compartió los testimonios de voces que sugieren que el mundo, tras el paso del Covid-19, no será el mismo que conocíamos, lo que obliga a pensar e implementar nuevas formas de interrelación humana. 

 

Aprendamos de la historia: lecciones que algunos gobiernos se resisten a aprender

 

La edición inició con una referencia histórica que permite ilustrar hasta qué punto puede ser nefasto que los distintos países opten por levantar las medidas de confinamiento social que han adoptado para poner freno al coronavirus, bajo el pretexto de recuperar la economía. 

 

En ese sentido, relató que en la ciudad de Filadelfia (EE.UU.), durante la epidemia de gripe española, en 1918, las autoridades decidieron interrumpir prematuramente la cuarentena y permitieron que cerca de 20.000 personas manifestaran en las calles, a fines del mes de septiembre de ese año, en contra de las medidas restrictivas. 

 

“Cantaron victoria antes de tiempo y alardearon de ello”, menospreciando la letalidad del virus que los azotaba y, 72 horas después, las camas de los 31 hospitales que Filadelfia tenía para la fecha ya estaban ocupadas. 4.500 personas murieron a los pocos días, producto de esta infausta decisión, puntualizó el filósofo. 

 

“Suelo citar a Hegel, que planteaba que la historia no le ha enseñado nada a nadie. Parece ser el caso. Parece que también en esta ocasión, nosotros vemos discusiones sobre todo en Estados Unidos, en la Europa Occidental, pero también en países latinoamericanos como Colombia o Chile, que tratan de abortar el confinamiento, en nombre de la libertad del individuo, pero es falso. Es en nombre de la productividad que mueve al mundo. Tenemos que vernos en la Filadelfia de 1918 ”, remató. 

 

Aludiendo justamente a las lecciones no aprendidas, mencionó que ahora la Organización Mundial de la Salud se ha convertido en una suerte de “piñata” de aquellos países que no tomaron a tiempo las decisiones para frenar la pandemia en sus territorios. 

 

Es lo que sucede en Estados Unidos, por ejemplo, país en el que periodistas y políticos han tachado a la OMS de “comunista”, en una práctica que recuerda a las persecuciones macarthystas luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando el epíteto se empleó para descalificar a toda acción, práctica o persona que no estuviera alineada con el ultraconservadurismo del momento y que reivindicara algunas garantías mínimas propias del Estado de Bienestar o promoviera reivindicaciones para los trabajadores. 

 

Para Pérez Pirela, “hay gente que cree que la OMS, al ponerle límites al productivismo, es comunista”. A su parecer, cuando políticos y comunicadores en Estados Unidos aluden a esto, ignoran de qué se trata este concepto. Tampoco conocen las diferencias del comunismo con el socialismo, con el capitalismo, con el posmodernismo, con el neoliberalismo y repiten la “acusación”, para desviar la atención de aquello que están haciendo mal.

 

Pero a la OMS no parece intimidarla esa catalogación. Hoy, refirió el comunicador, el doctor Tedros Adhanom, que ejerce como director del organismo, aseguró que “el coronavirus estará con nosotros durante mucho tiempo y puede volver a crecer fácilmente. Prevengamos la tragedia”. La semana anterior ya había dicho que una característica fundamental del Covid-19 es que se transmite rápidamente, pero tarda mucho en abandonar el cuerpo. 

 

El experto también considera que hay que tomar nota y recordar estos pronunciamientos, pues si los países que planean levantar las cuarentenas en pocos días, “seguramente saldrán a decir que la OMS no advirtió contra la tragedia”. 

 

Mientras la OMS advierte, en el norte del estado de Florida abrieron las playas y, de inmediato, los ciudadanos salieron a bañarse como que si la pandemia no existiera. A ese coro de irresponsabilidades se unen periodistas, que manifestaron a través de sus redes sociales la alegría que les producía poder asistir a sus canales de televisión y ver nuevamente congestiones de tráfico, olvidando por completo que a esta hora hay 46.560 muertos en Estados Unidos a causa del nuevo coronavirus.

 

En la misma terquedad para escuchar a los expertos y aprender del pasado está el vicegobernador de Texas, que al pronunciarse sobre la reapertura del estado, dijo: “Hay cosas más importantes que vivir”. 

 

La escandalosa declaración le mereció un comentario al analista: “Me imagino que será morir, porque no puedo concebir algo más importante que eso que los griegos llamaban la ‘bio’, la vida. El vicegobernador de Texas piensa que el mercado, la producción, la bolsa de valores, la economía, son más importantes que la vida”, puntualizó.

 

No obstante, en su criterio, estas respuestas son congruentes con la lógica que impone el capitalismo, que se sostiene a partir de la acumulación de las riquezas que se producen a través del trabajo de los obreros y que no queda en manos de estos. 

 

De manera análoga, explicó, sucede con la gestión de la vida durante la pandemia: la riqueza importa más que la vida de los obreros, que son la mayoría, con lo que también se establecen niveles y jerarquías para la vida. Dicho de otro modo, bajo esta lógica, la vida de los ricos vale más que la vida de la mayoría, cuyo trabajo es el que les permite ser ricos. 

 

Por otro lado, la cifra actual de fallecidos en Estados Unidos, que se aproxima a las 50.000 personas, superará en breve la cantidad de ciudadanos estadounidenses que perdieron la vida durante la guerra de Vietnam –unos 58.000–, que el país se vio obligado a abandonar sin conseguir derrotar a los vietnamitas, debido a las protestas masivas de la ciudadanía e incluso una porción nada desdeñable del estabilishment, rememoró el también director de LaIguana.TV. 

 

La mención a la guerra de Vietnam resulta útil, desde su punto de vista, porque representa el evento más catastrófico para Estados Unidos en todo el siglo XX y además fue un conflicto que duró más de una década. 

 

En contraste, en unas pocas semanas, el Covid-19 ha arrancado la vida de casi 50.000 de sus ciudadanos y ello es responsabilidad directa de Donald Trump, que recientemente dejó en manos de los gobernadores la decisión de reabrir las fronteras de sus estados. 

 

Asimismo, las estimaciones de Trump y sus colaboradores más cercanos prevén el deceso de unas 200.000 personas a causa del nuevo coronavirus, pero ellos no parecen inmutarse cuando hablan de estos temas. “Pareciera que no les da ni frío ni calor la vida de los estadounidenses”, sentenció. 

 

Las “otras voces” en medio de la pandemia: empresarios que piden ayuda al Estado, autoridades que ubican a un presidente guerrerista más la sentencia de que “nada será igual” 

 

Para empezar la muestra de pronunciamientos y solicitudes de algunas personalidades sobre los efectos de la pandemia de coronavirus, Pérez Pirela trajo a colación la solicitud de ayuda que hiciera al Estado británico el millonario Richard Branson, propietario del grupo Virgin al que pertenece las compañía aérea Virgin Atlantic Airways. 

 

Según Branson, que financió el famoso concierto de “ayuda humanitaria” por Venezuela en febrero de 2019, necesita del apoyo gubernamental para que su empresa aérea no vaya a la quiebra, informó el analista. 

 

En ese sentido, se preguntó retóricamente: “¿O es la mano invisible del mercado o es el Estado mínimo o qué es?, porque a la hora de la chiquita, le piden ayuda al Estado”. Hablan del Estado mínimo, pero cuando vienen las crisis, luego de que rebajaron “lo que ellos llaman gasto social”, es decir, alimentación salud y educación, sí piden la ayuda del Estado. Lo que no ven, continuó, “es que esas son inversiones” que permiten que los trabajadores, que son los que sostienen al mundo, estén bien.

 

Casi en la misma posición estaría, a su parecer, Lorenzo Mendoza, el dueño de Empresas Polar, quien aseguró que estaba en crisis. “Estamos en medio de una pandemia, estamos todos en crisis. Crisis quiere decir ruptura y toda crisis es una oportunidad de avanzar”, dijo, al tiempo que criticó que “ni cantantes, ni deportistas profesionales, ni empresas” han aportado fondos para la crisis y que ahora, en lugar de priorizar a un empresario “tenemos que pensar en el pueblo venezolano”. 

 

Pero quienes no están en la misma posición son las autoridades de Irán, que luego de que Trump ordenara bombardear a todo cañonero iraní “que persiga” a los buques estadounidenses, respondieron: “Estados Unidos debería centrarse en salvar a sus tropas de Covid-19 y no de amenazar a otros”, aludiendo con ello a los miles de marineros que han enfermado de coronavirus –muchos de los cuales permanecen en alta mar– e incluso ya reportan fallecidos. 

 

Dentro de Estados Unidos, las críticas al trumpismo en relación con la pandemia no cesan. En esta oportunidad, el experto aludió a la advertencia que hiciera la Agencia de Salud Pública, que prevé una segunda ola de coronavirus “que podría ser aún más grave que la actual”.

 

Por su lado, el fundador de Telegram dijo: “La pandemia es una amenaza para toda nuestra especie y el mundo nunca volverá a ser como antes”. El analista coincidió con la apreciación de este empresario, al indicar que, esto marca un “antes y un después” y que,  desgraciadamente, la relación que teníamos con el mundo, con la sociedad, no va a ser igual, lo que nos obliga a pensar sobre ello y reconfigurarla. 

 

Otras informaciones en el contexto de la pandemia

 

Refiriéndose a Venezuela, Miguel Ángel Pérez Pirela reiteró que es uno de los países más seguros para enfrentar al coronavirus, gracias a las medidas que se tomaron un mes atrás y a la disciplina del pueblo venezolano, que ha cumplido con las medidas de confinamiento voluntario. 

 

Durante las últimas 24 horas se informó acerca de 10 nuevos casos –un número muy bajo, en comparación con otros países de la región–, ocho de ellos relacionados con el foco detectado por las autoridades en la isla de Margarita, estado Nueva Esparta, ligado a la actuación irresponsable de directivos de una academia de béisbol, que pusieron por encima sus intereses pecuniarios que los de la salud y la vida de las personas. 

 

“Yo he sido fuerte crítico de las políticas del presidente Nicolás Maduro y por estoy obligado a felicitar la gestión y la gerencia de esta crisis que ha hecho el gobierno (…). Al César lo que es del César”, destacó.

 

A contrapelo de la gestión de la crisis del coronavirus en Venezuela, está la situación en países como Brasil. Según refirió el comunicador, en Manaos están cavando fosas comunes para sepultar los cadáveres que deja el Covid-19. “Cuando se comienza a hablar de fosas comunes, el número de muertos, de asesinados por politiqueros brasileños, está creciendo desproporcionadamente”, aseguró. 

 

Por otro lado, informó que al otro lado del océano, específicamente en Francia, por cuarto día consecutivo se registran disturbios en los suburbios de las principales ciudades, incluida París. 

 

A este respecto, Pérez Pirela, que residió en esta ciudad y la conoce bien, comentó que en estas zonas periféricas residen ciudadanos franceses pobres de origen africano, cuyos ancestros migraron a la metrópoli mientras sus países eran colonia francesa y que fueron expulsados paulatinamente del centro de la ciudad, como ocurrió en otras capitales europeas, al convertirse esta en una zona costosa orientada al consumo de mercancías de lujo. 

 

El tema, a su parecer, merece de toda la atención porque con miles de muertos y en medio de una pandemia, cientos de familias pobres que “viven apelotonadas” en grandes bloques y en condiciones de extrema precariedad, están saliendo a protestar. 

 

Ya para concluir, aludió al asesinato a golpes de un venezolano en Perú, producto de otro acto de xenofobia de los muchos que se han registrado en ese país en contra de los connacionales durante los últimos años. “Masacraron a golpes a un venezolano en Perú por cometer dos errores: el primero, no llevar la máscara y el segundo, ser venezolano”, dijo.

 

A este respecto recordó que Venezuela había abierto sus puertas a ciudadanos provenientes de distintos países de América Latina –incluido Perú– cuando tuvieron que huir de sus naciones por causa de guerras, crisis económica e incluso a consecuencia de regímenes dictatoriales, como ocurrió con los chilenos que llegaron durante la década de 1970. 

 

“¿Cuántos peruanos viven en Venezuela? Aquí hay seis millones de colombianos en un país de 30 millones y están los hijos de esos colombianos, que son ya venezolanos. ¿Ustedes saben que en la dictadura de Pinochet, uno de los países que salvó vidas fue Venezuela? No olvidemos”, destacó. 

 

Pero lejos de reivindicar un discurso chauvinista, el experto en comunicación política recordó las distintas iniciativas de integración que encabezó el país a inicios del milenio, como ALBA, Petrocaribe, Unasur, Celac. “Este país ha dado”, dijo y se remontó a la tradición libertadora del siglo XIX, en la que venezolanos de distintos puntos de la geografía, atravesaron montañas y recorrieron miles de kilómetros para ayudar en la libertad de lo que ahora son Colombia, Panamá, Ecuador, Perú, y el Alto Perú, la actual Bolivia. 

 

Finalmente, y pese a que algunos venezolanos se han marchado hablando mal del país, en el marco de la pandemia han regresado ya unos 9.000, de los cuales 7.000 están en sus hogares cumpliendo la cuarentena, después de que se les haya descartado la infección por coronavirus. 

 

“Hago un llamado aquí a los venezolanos que están llegando. Tienen que estar a la altura. Cuidado con el revanchismo. En estos momentos de Covid-19 es que más tenemos que ser solidarios”, culminó. 

 

Lecturas recomendadas

 

Al cierre de la emisión, Miguel Ángel Pérez Pirela sugirió la lectura de “Ficción y realidad en el Caracazo: periodismo, literatura y violencia”, del reconocido periodista y escritor venezolano Earle Herrera; del intelectual marxista peruano, José Carlos Mariátegui, “Política revolucionaria: Contribución a la crítica socialista” y una compilación de obras del filósofo danés Søren Kierkegaard, considerado el padre del existencialismo, agrupadas bajo el título “Opere”. 

 

 

(LaIguana.TV)