Con la revisión de lo ocurrido en una ciudad estadounidense en 1918, cuando se interrumpió la cuarentena y se generó un rebrote de la gripe española, el filósofo y comunicador Miguel Ángel Pérez Pirela alertó acerca del riesgo que corren millones de personas en varios países que están a punto de repetir esas experiencias trágicas.

 

En la emisión de su programa de televisión 2.0 Desde donde sea correspondiente al miércoles 22 de abril, indicó que en varias naciones se intensifica la controversia entre abrir los comercios, el transporte y los aeropuertos o seguir respetando la cuarentena.

 

“Ayer miramos el ángulo filosófico de este problema, hoy quiero ir más a lo histórico. Hablemos de la última pandemia que había vivido la humanidad: la gripe española a principios del siglo pasado, más específicamente, 1918. Les voy a echar un cuento que nos dará una vista mucho más general, global, satelital de las decisiones que hemos de tomar en las próximas semanas sobre si abrir o no las sociedades. La pregunta de fondo es  si colocamos primero la producción, el comercio, la bolsa, la banca o colocamos primero al ser humano, al individuo, a su corporeidad –expuso-. En 1918, en Filadelfia, Pennsylvania, Estados Unidos, se resolvió terminar prematuramente la cuarentena. Se tomó la decisión de reabrir todo y no solo eso, sino que hubo manifestaciones callejeras de unas 200 mil personas. Desfilaron por las calles en los últimos días de septiembre contra las medidas restrictivas, contra la cuarentena, contra el confinamiento. Cantaron victoria antes de tiempo y alardearon de ello, retando al virus que los azotaba”.

 

“Son imágenes dantescas: calles abarrotadas de gente que aplaudía y decía ‘por fin salimos de la cuarentena, del confinamiento –prosiguió el relato-. Apenas 72 horas después, todas las camas de los 31 hospitales que Filadelfia tenía para ese tiempo ya estaban ocupadas y 4 mil 500 personas murieron a los pocos días. Siempre suelo citar al filósofo (Georg Wilhelm Friedrich) Hegel, quien dijo que ‘la historia no le ha enseñado nada a nadie’. Pues, señoras y señores, parece ser el caso, parece que tampoco enseñará nada en esta ocasión. Sin ser pájaro de mal agüero, se ven discusiones en EEUU, en Europa Occidental y en países latinoamericanos como Colombia y Chile, en las que se intenta adelantar y hacer abortar el confinamiento, la cuarentena”.

 

Explicó que en estos debates se apela, desde el punto de vista filosófico, a la defensa de la libertad del individuo, pero el verdadero motivo es la productividad del trabajo de la mano de obra que mueve al mundo. “Tenemos que mirarnos en el espejo de Filadelfia, de EEUU en 1918”, clamó.

 

Golpear a la OMS

 

Dijo que otro motivo de preocupación son los ataques que sigue recibiendo la Organización Mundial de la Salud por parte de gobiernos y sectores políticos y comunicacionales de la derecha global. “Resulta que la OMS se ha transformado en la piñata de muchos países. El que no quiera asumir responsabilidades por no haber tomado decisiones a tiempo, le cae a golpes a la OMS. Ahora resulta que es una especie de sociedad comunista, según políticos en EEUU. Como decía el poeta José Martí, ‘hay que tener muy poca vista mental para creer que toda fruta acaba en la cáscara’. Hay gente de tan corta vista mental como para tildar de comunista a la OMS por el hecho de ponerle límites a la locura productivista de ciertos países”.

 

Acotó que cuando estos políticos, periodistas y comunicadores utilizan el vocablo ‘comunista’, lo hacen en el viejo sentido del macartismo que persigue todo lo que huela a solidaridad, a redistribución de la riqueza, a reorganización de la sociedad. “Muchos de esos personajes no tienen ni siquiera la más mínima idea de qué cosa es el comunismo. Son conceptos acuñados en la post Segunda Guerra Mundial, en la Guerra Fría. Para perseguir a alguien simplemente se le coloca la etiqueta de comunista, pero, aun en pleno siglo XXI, quienes la utilizan ni siquiera saben cuál es la diferencia entre comunismo y socialismo; entre socialismo y capitalismo; entre capitalismo y neoliberalismo; entre neoliberalismo, postmodernismo y pospolítica. Entonces usan comunista como una especie de mala palabra”.

 

Pérez Pirela resaltó la actitud de la OMS ante esos ataques. Dijo que a los voceros del organismo rector de la salud mundial no les importa que Donald Trump les diga prochinos ni que Jaime Bayly les diga comunistas. Su director, el médico etíope Tedros Adhanom, dijo que el coronavirus estará con nosotros durante mucho tiempo y puede volver a crecer fácilmente. “Recordemos que la misma OMS dijo la semana pasada que la característica fundamental del coronavirus es que su transmisión es muy rápida, entra velozmente al cuerpo, pero su retiro es muy lento. En otras palabras, ¡mosca con las cuarentenas que se cortan antes de tiempo! El director de la OMS remató diciendo: ‘Prevengamos la tragedia’. Esto lo está diciendo la penúltima semana de abril, vamos a registrarlo, porque luego van a decir que nunca lo dijo, que no advirtió a tiempo”.

 

Para demostrar la poca conciencia que muestran algunas sociedades ante el peligro de la actual pandemia, refirió el caso del norte del estado de Florida, EEUU, donde reabrieron las playas y la gente salió como loca a bañarse, aunque supuestamente iban a mantener la distancia. “Oíamos a periodistas en Miami felices porque ya podían ir a sus canales de televisión y comenzó el tráfico fuerte en Florida. Parecen olvidar datos fundamentales como por ejemplo que hay a esta hora 46 mil 560 muertos en EEU. Es una grandísima vergüenza”, increpó.

 

Si quedaba alguna duda sobre la determinación de ciertos sectores de acabar de una vez por todas con las medidas restrictivas del contacto social, han de haber quedado despejadas con la declaración del vicegobernador de Texas, Dan Patrick, quien dijo: “Hay cosas más importantes que vivir”.

 

“¿What? –exclamó Pérez Pirela-. ¿Será morir? Yo no puedo concebir nada más importante que eso que los griegos llamaban la bio, la vida. Él piensa que el mercado, la producción, la bolsa de valores, la economía son más importantes que la vida. A mí no me extraña en lo absoluto esta frase, esta imposición porque el modelo del capital es eso. El capital es la acumulación de riqueza a través del trabajo de los obreros. En ese modelo, claro que el capital es más importante que la vida de los trabajadores, de la mayoría de la gente, pero no es más importante que la vida de las minorías pudientes. Esto significa que hay varias jerarquías, varios niveles de vida”.

 

EEUU superará número de víctimas de Vietnam

 

El manejo de los datos estadísticos permite también proyectar luz sobre la dimensión de lo que está viviendo el pueblo estadounidense. El presentador de Desde donde sea puso en contexto varios datos:

 

“En Pearl Harbor murieron 2 o 3 mil personas, lo mismo que el 11 de septiembre. En Vietnam murieron entre 50 y 60 mil estadounidenses, se dice que alrededor de 58 mil. En este momento, en EEUU van 46 mil 560 muertos por la pandemia, es decir, que en pocos días van a superar incluso los muertos que tuvieron durante la fatídica guerra de Vietnam, de la que EEUU salió no solo por las protestas masivas de los ciudadanos comunes, sino también las del establishment. ¿Recuerdan Forrest Gun y las películas de Rambo, en la que los marines fortachones no pudieron con unos vietnamitas chiquiticos, de un metro cincuenta, flacos…? Se lo clavaron porque utilizaron la inteligencia… Pues bien, las estimaciones para finales de año son de 200 mil muertos, es decir, tres veces más que Vietnam. Pero parece que no les da ni frío ni calor, que no les importa la vida humana –enfatizó-. En esa terrible cifra actual de muertos, peor que Pearl Harbor, Vietnam y el 11S, la responsabilidad es directamente de Trump, quien ahora pretende diluirla diciendo que cada gobernador debe tomar su decisión sobre la reapertura de actividades”.

 

En otro pasaje del programa, Pérez Pirela volvió sobre el tema y dijo que más que hablar de muertos, con justicia podría hablarse de “asesinados por Donald Trump” porque su gobierno tuvo la oportunidad de salvar muchas vidas y no lo hizo.

 

“En medio de esa ola de muerte dentro de su país, Trump anda ocupado dando órdenes de destruir todo cañonero iraní que se acerque a un buque de EEUU. ¡Está loco, ya no sabe qué hacer para ganar las elecciones del 3 de noviembre! En medio de una pandemia cuyo foco es su país, por culpa de su mala gestión, él se dedica a amenazar a los iraníes, ya no con más sanciones y bloqueos inmorales e inhumanos, sino con bombardear sus barcos. Lo más seguro es que lo hagan y luego inventarán el falso positivo para justificar la agresión –señaló-. Pero Irán le dio una magnífica respuesta: ‘EEUU debería centrarse en salvar a sus tropas de Covid-19 y no en amenazar a otros’. Es cierto porque en sus buques militares hay decenas de contagiados y ya comenzaron a morir soldados sin disparar una bala. Recuerden que Trump incluso botó al comandante de un portaaviones, quien salió con el aplauso de toda la tripulación porque defendió el derecho a la vida y dio la cara ante el problema”.

 

Los síntomas de la crisis sanitaria de EEUU se acumulan. “Ayer citábamos a la asociación de enfermeros de Nueva York. Hoy citamos a la Agencia de Salud Pública de EEUU, que alerta sobre segunda ola de coronavirus que podría ser aún más grave que la actual. Está claro que no hay excusa para anteponer la apertura de la economía a la salud de la población”.

 

Contradicciones neoliberales

 

La pandemia sigue sacando a flote contradicciones flagrantes del modelo hegemónico global. Pérez Pirela tocó el caso del magnate inglés Richard Branson, dueño de las aerolíneas Virgin Atlantic y Virgin Australia, uno de los hombres más ricos del mundo, quien organizó la “ayuda humanitaria” que se pretendió utilizar como excusa para invadir Venezuela. “Es amante del neoliberalismo, pero le está pidiendo plata al Estado británico, quiere que lo subvencionen en medio de la crisis humanitaria que vive el Reino Unido. ¡Así la vida es un jamón serrano bien fileteado! Entonces, ¿dónde queda la mano invisible del mercado, dónde queda el Estado mínimo? Al final, el Estado es el que tiene que resolver. ¡Compadre, métase la mano en el bolsillo y saque la plata! Los neoliberales se pasan la vida exigiendo que se eliminen lo que ellos llaman gastos sociales, en educación, salud, vivienda, alimentación, que son inversiones, no gastos, porque es un dinero que se retribuye en bienestar de los que producen y sostienen el mundo: los trabajadores. En cambio, cuando sus empresas quiebran, le piden ayuda al Estado”.

 

Una persona del público comentó que en medio de la actual emergencia sanitaria ninguno de los cantantes que estuvieron en el concierto organizado por Branson en 2019 se ha manifestado ni ha dado alguna contribución para la lucha contra el Covid-19. “Ni los cantantes ni los deportistas profesionales ni las grandes empresas –agregó el moderador-. Polar dice que está en crisis porque tiene nueve casos más de coronavirus en su alta gerencia… Pero, caramba, en este momento no se trata de Empresas Polar, sino del pueblo venezolano. Estamos todos en crisis, que viene del latín y significa ruptura y toda crisis es una oportunidad de avanzar”.

 

Hizo mención de los fuertes disturbios que, por cuarto día consecutivo, han sacudido a Francia. “Está pasando en la banlieue, los suburbios de París, donde viven los pobres, los afrodescendientes, los árabes (marroquíes, tunecinos, argelinos) en condiciones muy precarias, apelotonados en bloques. Son los desplazados del centro de París, pues allá, como en todas las grandes ciudades de Europa, han sacado a los pobres del centro de la ciudad, que es la zona más costosa, para poner allí tiendas, restaurantes y discotecas. Pues bien, así estarán de graves las cosas que con 21 mil 340 muertos y 157 mil 125 infectados allá en Francia, la gente está saliendo a protestar”.

 

Otra situación muy delicada es la de Brasil. “Aquí mismo, al lado, en Manaos, están haciendo fosas comunes, como ya han tenido que hacerlas en Ecuador y Nueva York. Esto significa que el número de muertos, de asesinados por politiqueros brasileños, está creciendo desproporcionadamente”, sentenció.

 

También abordó el caso de un venezolano asesinado en Perú por una turba. “Lo masacraron a golpes por cometer dos errores: no llevar la mascarilla y ser venezolano –deploró-. ¡Vaya que espectáculo dan estos países! ¿Ustedes saben cuántos peruanos viven aquí desde los años 70? Ya tienen hijos y nietos venezolanos. Ni hablar de los colombianos, pero también vivieron acá muchos chilenos… En los años 70, un país que salvó vidas de chilenos fue Venezuela”.

 

Ante las opiniones que plantean responder de la misma forma, Pérez Pirela expresó su rechazo firme: “No debemos ser recíprocos. Recordemos que ya son tres años con esa campaña de que este era el peor país del mundo ¿Qué les hizo Venezuela? Lo que siempre ha hecho es ayudar. Estuvo a la cabeza de la Celac, de Unasur, de Petrosur, de Telesur, de la Universidad del Sur. En el siglo XIX, venezolanos de todas las regiones pasaron los Andes desnudos para ayudar a la liberación de Colombia, de Ecuador, de Panamá (que entonces era parte de Colombia), de Perú y del Alto Perú, que luego fue Bolivia”.

 

Anotó que a la referida campaña se suma otro triste factor, el de los venezolanos que se van hablando mal de su  propio país. “Por fortuna ya han regresado 9 mil, de los que 7 mil ya están en sus casas, luego de andar abandonados en esas otras naciones. Hago un llamado al resto de los venezolanos para tratarlos bien, ¡cuidado con el revanchismo, tenemos que ser solidarios!”.

 

Interrogado por un usuario sobre dónde se encuentra en estos días de pandemia, respondió que “contento de estar en Venezuela, uno de los países más seguros del mundo para enfrentar el coronavirus por las medidas que se tomaron y por la disciplina de este pueblo al que amo”.

 

Respecto a lo que le espera al mundo luego de que se controle el Covid-19, citó las palabras de Pável Dúrov el fundador de Telegram (una red social a la que calificó como mucho más segura que Whatsapp), quien opinó que la pandemia es una amenaza para toda nuestra especie y que el mundo nunca volverá a ser como antes. “Me gusta que, por fin, alguien hable de especie y no de raza humana, porque raza es una categoría excluyente, y estoy de acuerdo con él en que hay un antes y un después de la pandemia. Desgraciadamente, la relación que teníamos con el mundo ya no va a ser igual. Tenemos que respirar y reflexionar y estructurar nuevas formas de convivencia y de organización social. Este tipo de crisis se van a dar de más en más. Las consecuencias ya se están viendo”.

 

Covid-19 en Venezuela

 

Sobre la situación de Venezuela, informó que en el día se reportaron 10 casos nuevos, 8 de ellos en Nueva Esparta, como parte del foco que derivó de la irresponsabilidad de los scouts de una academia de béisbol. Precisó que la curva sigue siendo la más baja y que, comparada con países vecinos, la diferencia es grande. “Yo, que he sido tan crítico con medidas del gobierno de Nicolás Maduro, estoy obligado a felicitar su gestión en este caso. Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.

 

Una participante preguntó en torno a informaciones que han circulado sobre saqueos en Venezuela. Pérez Pirela, también director de LaIguana.TV, dijo que el equipo del portal ha estado verificando dichas informaciones para presentar datos estrictamente veraces.

 

Libros

 

Las recomendaciones bibliográficas del día fueron:

Ficción y realidad en el Caracazo, del profesor y periodista venezolano Earle Herrera

Política revolucionaria del ideólogo peruano José Carlos Mariátegui

Opere, del filósofo existencialista danés Soren Kierkegaard

 

(LaIguana.TV)