La familia Rocca es dueña de más de 100 empresas en todo el mundo que facturan más de 25.000 millones de dólares al año. No obstante, ante la crisis que desató el COVID-19 —y pese al pedido de colaboración del presidente argentino—, sólo se ha centrado en transferir los impactos negativos de la pandemia a sus empleados.

 

«Tanta plata has ganado a lo largo de tu vida; tenés una fortuna que te pone entre los más millonarios del mundo; hermano, ¡esta vez colaborá!», le dijo Alberto Fernández, presidente de Argentina, al más rico del país: Paolo Rocca. Jefe de Techint, Rocca posee más de 100 empresas en todo el mundo, principalmente en los rubros de acero y la industria petrolera, y tiene una fortuna de más de 4.100 mil millones de dólares. 

 

A fines de marzo Rocca despidió a 1.450 personas de sus fábricas en Argentina, lo que generó que el presidente decretara la prohibición de despidos y le pidiera cooperar para enfrentar la crisis. Sin embargo, no fue suficiente; a mediados de abril el empresario ítalo-argentino suspendió a 5.000 trabajadores más.

 

En Guatemala, donde la familia tiene más plantas, el gerente para Centroamérica de Techint, Martín Ceballos, amenazó a Abel Díaz, vicepresidente del Sindicato de Trabajadores de Ternium: «Paolo Rocca no va a perder. O ustedes aceptan cobrar el 40% del sueldo, o cerramos», le dijo por teléfono. Según informó Página 12, en Colombia ni siquiera hubo una llamada telefónica; allí de manera unilateral la filial de Techint comunicó que no les pagará a los trabajadores pero que les ofrece un préstamo equivalente a la mitad de su sueldo. 

 

(Sputniknews)