Científicos del Instituto de Física y Tecnología de Sarov y del Centro Nuclear Federal de Rusia han desarrollado un dispositivo para producir óxido de nitrógeno, un compuesto químico que se está utilizando con éxito en el tratamiento de pacientes con COVID-19. El aparato recibió el nombre de Tianox.

 

Sputnik habló con Víctor Selemir, de la Academia Rusa de Ciencias, para conocer los detalles del invento.

 

Fue el científico soviético Anatoli Vanin quien en 1965 descubrió el efecto del monóxido de nitrógeno (NO) en el cuerpo humano y estudió el papel de esta molécula en los procesos del organismo. La molécula de monóxido de nitrógeno recibió mucha atención internacional en la década de 1990 y trajo el premio Nobel a un grupo de científicos.

 

Casi al mismo tiempo, los médicos de Estados Unidos y Rusia comenzaron a utilizar el monóxido de nitrógeno en la práctica clínica como una herramienta eficaz para combatir la trombosis y reducir la presión en el la circulación sanguínea menor.

 

El monóxido de nitrógeno se producía por la descomposición del amoníaco y se transportaba a las instalaciones médicas vecinas. Desafortunadamente, resulta imposible transportar esta sustancia a grandes distancias. Se oxida a NO2, que puede reaccionar con el agua en el cuerpo humano y formar ácido nítrico, compuesto perjudicial para la salud.

 

La planta que produce monóxido de nitrógeno se encuentra en la región de Moscú y atiende únicamente las necesidades de los pacientes de la capital, lamenta Selemir. Problema que requería una solución.

 

«Por lo tanto, era una tarea inevitable aprender a fabricar y entregar rápidamente el gas en la cama del paciente», destaca el científico.

 

Monóxido de nitrógeno para pacientes cardiológicos

 

Uno de los pioneros en la aplicación del NO en Rusia fue el neumólogo mundialmente famoso y miembro de la Academia Rusa de Ciencias Alexandr Chuchalin. Realizó la primera operación de trasplante de pulmón en Rusia. Instó a los científicos e ingenieros a crear un dispositivo que generara monóxido de nitrógeno directamente en la cabecera del paciente.

 

«Tras superar la etapa en la que negábamos que un dispositivo así se pudiese fabricar, que era una tarea para los químicos, finalmente nos pusimos a trabajar. Lo basamos en métodos electrofísicos», relata Selemir.

 

Junto con el NO, se generan dióxido de nitrógeno NO2 y ozono, que son nocivos para la respiración. Los físicos se fijaron la tarea de deshacerse de estos dos compuestos. Al final, alcanzaron el monóxido de nitrógeno puro, adecuado para fines médicos.

 

Ya se han llevado a cabo las pruebas técnicas necesarias, y han demostrado la seguridad de este dispositivo y la posibilidad de su uso en instituciones médicas. De hecho, ya se tiene toda la documentación técnica y se fabricó un lote de pruebas que se usó en los tests clínicos con humanos. Por lo cual solo hace falta obtener el certificado que permita producir en serie y vender el dispositivo, después de lo cual los médicos lo podrán comprar y usar en la práctica médica.

 

El uso principal del dispositivo es ayudar a los pacientes cardíacos. De tener problemas cardiovasculares, la presión arterial de la circulación menor a menudo se eleva. La única forma aceptable de reducir esta presión es inhalar el monóxido de nitrógeno. Si la presión sanguínea del paciente cae a ciertos niveles, ya puede ser operado.

 

El Tianox «podrá ser usado por cardiólogos desde el Lejano Oriente hasta Kaliningrado. No es exagerado decir que hemos puesto una sección de medicina de alta tecnología a disposición de los pacientes en cualquier región de Rusia», subraya el científico.

 

En cuanto al coronavirus, los médicos realizan diferentes hipótesis sobre lo que sucede dentro del organismo de un paciente con COVID-19. Una de las hipótesis es que la inflamación de los pulmones, que se desarrolla bajo la influencia del coronavirus, desemboca en una trombosis de pequeños vasos en los pulmones. El monóxido de nitrógeno permite abrir estos vasos y aliviar a los pacientes.

 

«Esperamos que el dispositivo encuentre su aplicación en el tratamiento de la infección por coronavirus», concluyó.

 

(Sputnik)