Visto desde la distancia temporal de un año, el intento de golpe de Estado del 30 de abril de 2019 puede considerarse el intento más firme de Estados Unidos por propiciar la muerte o la detención de Juan Guaidó y así tener una causa de guerra, un motivo mediático para invadir Venezuela.

 

Esta interpretación del acontecimiento fue planteada por el filósofo y comunicador Miguel Ángel Pérez Pirela en su programa Desde donde sea emitido en la fecha del primer aniversario de lo que caracterizó como “un golpe fallido, fundamentado en falsedades y fake news, mediático, y del que nadie se hizo responsable”.

 

Resaltó la relevancia del suceso como parte de los más recientes acontecimientos de la historia contemporánea de Venezuela, a pesar de que en algunos sentidos fue un hecho risible, como por ejemplo en lo que respecta a la enigmática presencia en el lugar de un racimo de plátanos verdes. Pero no debe olvidarse que los cabecillas de la acción, Juan Guaidó, Leopoldo López y varios miembros de la Asamblea Nacional que ahora pretenden negar su participación, emplazaron armas de guerra sobre un distribuidor de tránsito entre la urbanización Altamira y la base aérea Generalísimo Francisco de Miranda, La Carlota.

 

“Venezuela se despertó ese día con la versión de que Guaidó  había liberado a López, que cumplía prisión en su casa, que ambos habían tomado la base de La Carlota y que tenían apoyo de un sector importante de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Se demostró que era una farsa. No es lo mismo estar en un lugar aledaño a una base militar, que haberla tomado. A imagen y semejanza del 11 de abril, lo importante era el impacto mediático. Hubo un gran bullicio de medios internacionales. Según esos medios, a primera hora de la mañana ya Maduro estaba depuesto”, rememoró.

 

Para Pérez Pirela todo indica que los estrategas estadounidenses, que manejan los hilos de la oposición radical venezolana, nunca creyeron que mediante ese movimiento se iba a producir el derrocamiento. Lo que querían era provocar la reacción del gobierno y la FANB en contra de los conjurados para justificar luego una acción militar de invasión a Venezuela.

 

El plan se basaba en un hecho muy simple: en cualquier país, un evento como el que se montó en el distribuidor Altamira hubiera terminado en una respuesta violenta y sin contemplaciones. “¿Se imaginan ustedes a unos irresponsables con armas de guerra al lado de una base militar en Washington o París? Hubiesen sido masacrados”.

 

Apuntó que un tiempo después de los sucesos, se supo por informaciones de inteligencia que en los edificios aledaños había francotiradores, que hacían parte del golpe y que efectuaron disparos hacia la plaza militar. “Esto, que es otro detalle similar al 11 de abril, se mantuvo en silencio. Si desde la base aérea se hubiese respondido con fuego, habría habido muertos de lado y lado. Eso demuestra que el plan no era tumbar a Maduro con esa movilización, sino propiciar que masacraran a Guaidó y Leopoldo López, pero gracias al cielo se entendió bien temprano que la finalidad era esa, tener un casus bellis e invadir a Venezuela”.

 

“No se dio ese fuego cruzado. De haber ocurrido podría haber desembocado en una guerra civil. Se parece mucho al Carmonazo, cuando también hubo francotiradores importados de El Salvador. Esperaban repetir el número. Tenían la intención manifiesta de sacrificar a López, a Guaidó y a otros”, recalcó.

 

El engaño estuvo presente en todas las fases de este episodio de la confrontación nacional. Por ejemplo, se apeló a tretas para movilizar a buena parte de los militares que estuvieron presentes en la autopista. “Cuando el alto mando comienza a investigar quiénes eran los militares sumados al golpe, ocurre la gran sorpresa: muchos de ellos fueron llevados engañados por sus comandantes. Los generales comenzaron a hablar con estos oficiales y los convencieron de que abandonaran de inmediato ese movimiento. Por eso es que casi todos los militares supuestamente alzados desertaron allí mismo. Los líderes políticos se quedaron solos y huyeron despavoridos a esconderse en embajadas, como siempre hacen. Primera moraleja: volvieron a fallar”.

 

Agregó que “fue un golpe fallido, fundamentado en falsedades y fake news, un golpe mediático, del que nadie se hizo responsable. Fue una expresión de la política del espectáculo, que tiene un impacto inicial, pero la realidad es testaruda y no queda más remedio que salir corriendo a refugiarse en embajadas. Menos mal que el gobierno no cayó en la trampa. A EEUU ni le importa que maten a Guaidó ni que lo metan preso. Él es solo una pieza, un instrumento, un monigote para hacerse del control de Venezuela y de sus recursos”.

 

Al proseguir con el recuento y el análisis, Pérez Pirela comentó que tras el fracaso de la intentona, varios de los dirigentes fueron detenidos, pero no Guaidó. “Ese era el plan alternativo de EEUU: tomar medidas férreas si ponían preso a Guaidó”, apuntó.

 

Acotó que la huida de López hacia la embajada de Chile y posteriormente hacia la de España  no hizo más que repetir el patrón de la oposición durante dos décadas: escurrir su propia responsabilidad. “Apenas unos meses antes habían hecho lo mismo luego de las guarimbas que realizaron durante meses en la zonas pudientes de Caracas y otras ciudades. Después del fracaso de esos actos terroristas en los que quemaron gente viva y hasta murieron personas de las mismas urbanizaciones porque no pudieron llegar a las clínicas, todos los líderes se desaparecieron. Por ejemplo, el diputado Guevara también se fue a encerrar en una embajada”.

 

Ampliando el contexto histórico del fallido golpe, recordó que justamente por su participación en los disturbios de 2017 y en el intento de magnicidio de 2018, el partido Voluntad Popular tenía a cada todos sus cuadros inhabilitados para enero de 2019, cuando le correspondía asumir la presidencia de la Asamblea Nacional. Así fue como, de la nada, apareció Guaidó, diputado por el pequeño estado La Guaira (antes Vargas). “Le tocó a él, como un Forrest Gump, aunque hay que decir que no es un ángel de la guarda, pues fue formado en Europa del Este y EEUU en desestabilización. Sin embargo, su experiencia política previa había sido pelarse las nalgas en las guarimbas”.

 

Para Pérez Pirela, el 30 de abril de 2019 marca el momento en que comienza el declive de Guaidó, quien había sido mercadeado por los laboratorios de imagen entre enero y abril como el líder opositor, aprovechando características como su juventud, su tez morena (muy características de la mayoría de los venezolanos), su esposa y su niña. El evento de La Carlota hizo que muchos se convencieran de que tras esa fachada estaba el mismo plan de siempre de la ultraderecha nacional y extranjera.

 

“A partir de ese momento, hasta los medios europeos comenzaron a preguntarse a quién estamos defendiendo. Si le dices a un europeo que al lado de una base militar se presentan unos políticos con armas de guerra, va a decir que son suicidas. Después del 30 de abril fue más difícil explicar el rol de Guaidó. Comenzó su caída libre”, expresó.

 

Esa caída se hizo más pronunciada debido a los múltiples escándalos por la apropiación indebida de fondos y empresas del Estado. Esto ocasionó incluso la ruptura interna de la oposición a finales de 2019, cuando la bancada mayoritaria de la Asamblea Nacional se dividió en dos. “Ahora hay dos minorías de derecha que se oponen a la bancada de la patria. Esa es una diferencia clave entre hace un año y hoy: la fragmentación de la oposición. Hay dos oposiciones en el mismísimo Parlamento. Se creó una AN paralela, igual que antes intentaron crear un gobierno paralelo y un Tribunal Supremo paralelo”.

 

La mejor demostración de la derrota que fue aquel suceso estuvo en la conducta de los voceros aniversarios al cumplirse el primer año. “Hoy fue un día de silencio para la oposición. O no hablaron o hablaron muy bajito. Creen que a los venezolanos se nos olvidó ese golpe de Estado –dijo Pérez Pirela-. Un año después, Guaidó sigue pagando las estupideces que cometió. Pero no podemos dejar de lado que sí ha sido efectivo es en seguir las instrucciones de EEUU para apoderarse del dinero de Venezuela, de Citgo, de Monómeros, de grandes empresas. En ese sentido, este golpe, este show de hace un año todavía no ha terminado. Es uno de los hitos del proceso de dos décadas contra el pueblo venezolano”.

 

Un año después: la pandemia


Una de las consecuencias del suceso de La Carlota y de sus secuelas es, a juicio del moderador de Desde donde sea, que la oposición ha llegado a los tiempos actuales dividida y diezmada, sin capacidad para aportar soluciones reales, ejecutivas, tangibles a problemas como la pandemia.

 

“La prueba es que cuando Guaidó ha pretendido que toma medidas y da instrucciones sobre este tema, nadie le ha parado, ni siquiera su propia gente. Se vio que a la hora de las chiquitas, cuando la gente apela al sentido de supervivencia, hasta los más radicales opositores escogieron hacerle caso al presidente Maduro”.

 

Otro ejemplo de la ficción que es el gobierno de Guaidó es la ayuda humanitaria, con la que se hizo tanta alharaca en 2019 y que finalmente ha llegado al país porque la consiguió el presidente Maduro por los canales regulares de la diplomacia.

 

“Guaidó siguió fingiendo ser presidente (no fungiendo, que es otra cosa), pero ha acumulado más derrotas en un año que cualquier político en treinta años. Y eso nos conduce a otra moraleja de aquel golpe: un año después, Venezuela es uno de los países más estables políticamente y con mejores resultados contra el Covid-19. En cambio, los países que participaron en la campaña contra Venezuela estaban encendidos en protestas hasta que llegó la pandemia”.

 

Covid-19 al día


Luego de la reflexión sobre los sucesos de hace un año, el resto del programa se dedicó a la situación actual de la pandemia. En Venezuela se declararon dos casos nuevos. Uno se detectó en Aragua y es de una personas que venía de Colombia. Se está investigando a fondo porque al entrar por Táchira dio negativo, pero al llegar a Aragua dio positivo. De acuerdo al protocolo vigente en Venezuela, se está realizando esta doble prueba con los ciudadanos que regresan del exterior.

 

El segundo caso es del estado Apure y corresponde a un miliciano. “Reviste heroicidad porque se contagió ayudando a los otros -dijo el presentador, quien insistió en que el triunfo de Venezuela en la contención del virus es irrefutable y se hace más grande si se consideran las condiciones en que el país se encuentra por el bloqueo extranjero y la guerra económica interna.

 

En lo que respecta al panorama mundial, comentó que los servicios secretos volvieron a contradecir a Trump, pues afirmaron que el nuevo coronavirus surgió en China, pero no fue creado artificialmente. “Es otra cachetada para Trump. Cuando los servicios secretos comienzan a filtrar información a medios de comunicación, otros toman distancia del presidente. Esto se nota en el giro que han dado algunos periodistas mayameros”.

 

Agregó que la Organización Mundial de la Salud sigue realizando advertencias, aunque ni Trump ni Bolsonaro les prestan atención. Concretamente, la OMS recomendó que no se descuiden los programas de vacunación de otras enfermedades, como el sarampión. “Ojo pelao, no vaya a ser que por concentrarnos en el Covid-19, descuidemos otros males. Pero hay que decir que en Venezuela hubo jornada  de vacunación al inicio de la cuarentena”.

 

Por otra parte, la OMS en su oficina para Europa, alertó sobre el aumento de las cifras de contagio en Europa del Este. “Nosotros dijimos hace unos días que la República Checa era una de las naciones que estaba planificando reanudar sus actividades normales. Ahora vemos que Rusia está creciendo: tiene 106 mil 498 casos y 1 mil 73 muertos. Además, el primer ministro, Mikhail Mishustin dio positivo y ahora lo sustituye Andrei Belousov”.

 

En Europa occidental, España continúa a la cabeza de la lista, con 213 mil 435 casos; Italia le sigue, con 205 mil 463; mientras Reino Unido, con 172 mil 478, ya pasó a Alemania (163 mil 9) y a Turquía (120 mil 204 casos).

 

EEUU sigue siendo el epicentro de la pandemia, con 62 mil 906 fallecidos y más de un millón de infectados.

 

“En Brooklyn se encontraron camiones refrigerados abarrotados de cadáveres. En Florida, la reapertura comenzará, y esto da miedo, el 4 de mayo, salvo para el sureste del estado. Dicen que habrá un distanciamiento físico de seis pies y no dejarán que se reúnan más de seis personas… Pero en California reabrieron las playas y salieron 60 mil personas a bañarse. Es escalofriante”.

 

Con una actitud mucho más prudente, Japón ha dicho que va a analizar si se prolonga por un mes más el estado de emergencia que debería terminar el 6 de mayo.

 

Otro aspecto noticioso del tema de la emergencia es la actitud de las autoridades colombianas respecto a los venezolanos que están desplazándose hacia la frontera para regresar a Venezuela. “Conversé con gente que está en Colombia o conoce la realidad de allá y me comentaron que  Migración Colombia dijo que Venezuela no estaba dejando entrar a los venezolanos que regresan. Es una marramucia, una falsedad. Lo señaló esta tarde el presidente Maduro. Parece que no quieren que los venezolanos sigan en Colombia, pero al mismo tiempo tratan de obstaculizar el regreso. Es maldad pura en medio de una pandemia porque esos venezolanos lo que quieren es salvar sus vidas”.

 

Hizo un contraste entre la existencia cotidiana de los seis millones de colombianos en Venezuela y la de los miles de venezolanos que viven en Colombia. Indicó que muchos colombianos han recibido viviendas de manos del Estado venezolano y tienen acceso a todos los programas de educación, salud y alimentación que reciben los nacionales. En tanto, los venezolanos en Colombia solo han recibido maltrato, explotación  y odio. “Acá son bienvenidos, esta es su tierra, esta es su casa. Ojalá pudiéramos traérnoslos a todos. Quienes sabemos lo que es estar fuera, comprendemos lo que han pasado”.

 

Pérez Pirela lamentó el fallecimiento en Jaen, España, de otro médico venezolano por Covid-19, el doctor Pedro Marín, originario de Anzoátegui. “Es una triste noticia, es un héroe”, dijo.

 

Dedicó también algunos minutos al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien está imitando a Trump en su empeño de culpar a la OMS por el desastre humanitario que está ocurriendo en su país. “Ya ha dicho que la OMS no le advirtió a tiempo. Es el mismo Bolsonaro al que le dio un ataque de tos en medio de una muchedumbre; el mismo que no tomó medidas; el que botó a su ministro de Salud; el que dijo que es Mesías, pero no hace milagros… Ahora responsabiliza a gobernadores y alcaldes por las muertes de Covid-19. El gobernador de Sao Paulo le respondió: ‘Pare, presidente, con esta política de la perversidad, de dificultarle el trabajo a aquellos que están luchando, de hacer politiquería en medio de un país que llora a sus muertos’. Una contundente respuesta”.

 

Pero eso no es todo. Bolsonaro también responsabilizó a la OMS por fomentar la masturbación y las relaciones homosexuales entre los niños. “Cuando uno se da cuenta de que el problema es psiquiátrico, dice hasta aquí llegué. Brasil es un país con instituciones serias que están siendo ridiculizadas por culpa de Bolsonaro”.

 

Otra información difundida el último día de abril, se refiere nuevamente a EEUU: “Es algo que nos pone a temblar, nos preocupa mucho, pues el gobierno de EEUU ha comprado cien mil bolsas especiales para cadáveres. Dice mi padre: piensa mal y acertarás”.

 

En lo que respecta a la otra crisis, la de naturaleza económica, que corre paralela a la pandemia, Pérez Pirela reportó que el petróleo tuvo una pequeña alza. El marcador WTI, que había arrancado el día en apenas 2,72 dólares por barril, cerró en poco más de 15 dólares. “Es una noticia que da cierto alivio, aunque a ese precio se sigue produciendo a pérdida”, subrayó.

 

Libros

Las lecturas recomendadas del día fueron dos libros referidos al golpe de Estado del 11 de abril de 2002:

 

Abril golpe adentro, del periodista y ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas Poljak.

 

Abril, sin censura, golpe de Estado en Venezuela (Memorias), del exembajador de Cuba en Venezuela, Germán Sánchez Otero, con prólogo de José Vicente Rangel.

 

(LaIguana.TV)

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