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Leiver Padilla, alias “El Colombia”, solicitado por la justicia venezolana por ser el posible autor material del asesinato de Robert Serra, de manera sorpresiva ofreció una entrevista al Miami Herald vía telefónica en la que trató de negar su responsabilidad por la muerte de quien fue el diputado más joven de la historia venezolana.

 

Según “El Colombia”, tratan de incriminarlo pues asegura que las declaraciones del presidente Maduro sobre su vinculación con el asesinato “son mentira” y dijo: “Me están usando de chivo expiatorio. Me están tendiendo una trampa”.

 

Padilla comentó: “Maduro dice que entré a la casa y que él tiene el video que muestra mi cara, quiero que muestren ese video al pueblo de Venezuela para que ellos decidan si se está haciendo justicia o no”.

 

Sin embargo, en su intento por defenderse, a Padilla se le escaparon algunos detalles que lo ponen aún más bajo sospecha por el asesinato de la joven promesa de la Revolución Bolivariana, ya que admitió que sí tiene una conexión con la escena del crimen.

 

Padilla asegura no saber por qué el guardaespaldas de Serra, Edwin Torres Camacho, busca culparlo de algo que no hizo, pero luego el mismo Padilla admite que conocía al Torres Camacho, e incluso admite que éste le entregó un paquete días después del asesinato “para que lo agarrara”.

 

“Me dieron cosas para que me las quedara y no pensé que me dañarían de esta manera”, y agrega: “Son cosas que me gustaría presentarle a la corte, para que todo este proceso sea justo y transparente”, insistió Padilla en la entrevista.

 

“El Colombia” dice que conoció a Torres por medio del padre de éste. Padilla y el padre de Torres se mudaron a un refugio temporal a raíz de las inundaciones de 2011.

 

Por otra parte, “El Colombia” aseguró que él estaba en casa ese miércoles en la noche con su esposa, su cuñada y la esposa de su ahijado. Pero su coartada está complicada: pues ellas tres están entre las 10 personas arrestadas en Caracas y con pruebas que las implica en el vil asesinato.

 

Padilla ofreció dicha entrevista desde una cárcel de máxima seguridad en una zona rural del estado de Boyacá (Colombia), llamada Cómbita, en donde espera la extradición hacia Venezuela para poder cerrar el caso por el que todo el país exige justicia.

 

(LaIguana.TV)