El expresidente de Ecuador Rafael Corrrea brindó este martes sus consideraciones tras haber sido condenado a ocho años de prisión en su propio país por la causa conocida como ‘Caso Sobornos’: «Lo esperábamos, estaban desesperados para condenarme por algo», le dijo a RT desde su casa en Bruselas (Bélgica).

 

En ese tono, el dirigente sudamericano opinó: «En un estado de derecho, sería imposible».

 

Desde su punto de vista, la determinación judicial se produjo para limitar sus aspiraciones electorales y desviar la atención pública de la emergencia sanitaria que atraviesa la nación, en medio de la pandemia del coronavirus: «Distraen las energías del país, deberíamos estar preocupados de la crisis, de los muertos insepultos«.

 

En ese tono crítico, Correa consideró que esta circunstancia solo refleja el «odio político» contra su figura. Sin embargo, adelantó que va a llevar el caso a etapas superiores de la Justicia: «Lo vamos a ganar en cortes internacionales», confió. 

 

Sobre la coyuntura política y judicial de Ecuador, el ex jefe de Estado sostuvo que «no existe Justicia, y Europa no dice nada». Sobre esto, ejemplifica con otras causas que debió afrontar: «Me acusaron de haber asesinado a una persona, aparece la persona viva, pero me siguen acusando de asesinato, diciendo que resucitó. Ya es irracional». 

 

(RT)