El intento de invasión abortado el día 03 de mayo no debe ser tomado como un incidente más, pues deja al descubierto el propósito de destruir el Estado-nación venezolano y pretendía hacerlo a través de un contrato fascista, genocida, xenófobo y racista, expresó Miguel Ángel Pérez Pirela en su programa Desde donde sea.

 

El filósofo y comunicador revisó diversas incidencias ocurridas desde la noche del viernes, cuyo factor común es el esfuerzo del gobierno de Estados Unidos, de Colombia, de la derecha venezolana y de sus medios de comunicación por desviar la atención del tema o restarle importancia, en vista de que fue una contundente derrota para ellos. “Ahora, los mayameros lo quieren relativizar, decir que no pasó nada. Sí pasó, y pasó mucho. Y es nuestra responsabilidad denunciarlo para que no vuelva a pasar”, enfatizó.

 

En el plano interno, el intento de controlar los daños causados por el fracaso se ha expresado en jugadas como la renuncia de dos de los suscriptores del contrato, J.J. Rendón y Sergio Vergara, con la que pretenden lavarle la cara al principal de los firmantes, Juan Guaidó.

 

“Toman a la gente por pendeja. Guaidó hace que le renuncien funcionarios de su gobierno de pacotilla y de imaginación, entre ellos Rendón, que no necesita la plata de Guaidó ni hacer parte de un gobierno ficticio. Lo que pasa es que quedaron al descubierto con un contrato fascista, genocida, xenófobo, racista. Iban a perseguir a quienes ellos quisieran y tenían carta blanca. Estas renuncias son una confesión”, manifestó.

Indicó que también como parte de la estrategia para quitarle impacto a la derrota, la prensa de la derecha se empeña ahora en presentar a Jordan Goudreau, el mercarnario estadounidense dueño de la empresa Silvercorp, como un loco.

 

Un gesto similar hizo Primero Justicia, a través de una carta en la que, en tono indignado, se desmarca de la Operación Gedeón y asegura que las armas de la República solo deben ser empuñadas por los soldados venezolanos bajo las normas de la Constitución. “Luego dicen que tienen años denunciando la injerencia cubana… ¡Estos sí tienen bríos!, los acaban de descubrir en una invasión y ellos salen con el tema de los cubanos. No hay nada que me dé más rabia que la mala fe, eso que Jean Paul Sartre llamaba la mauvaise foi… Saber que estás en la culpa total, te agarraron con las manos en la masa, estás descubierto y te vas a poner a criticar a los otros. Primero Justicia se desmarca de esto, tal como se desmarcó del 11 de abril, del paro petrolero, de la finca Daktari, del intento de magnicidio en la avenida Bolívar, del intento de invasión por Cúcuta, del golpe de Estado del año pasado… ¡Asuman sus responsabilidades, es lo mínimo que les pedimos!”

 

Comentó que los efectos de la derrota también se perciben entre los comunicadores opositores que se están matando entre ellos. “Trataron de dar un golpe de Estado, firmaron un contrato, hipotecaron nuestra paz y les salió mal. Ahora se acusan mutuamente de haber ayudado a Maduro. Todo lo que oliera a izquierda lo iban a matar, a desaparecer, a torturar. No existirían límites fronterizos, no habría soberanía. Iban a destruir y a privatizar el Estado, pero fallaron y los descubrimos, ¡qué coño van a decir!”.

 

Señaló que, en la misma onda de desviar la atención y salvar a Guaidó de esta nueva derrota, el fin de semana se difundió un video en el que este aparece como comandante en jefe de los malandros de Petare, escoltado por una gran cantidad de hombres en moto para asistir a un funeral. “Fue otro show político y como tal puede ser apoyado o criticado, pero no cuando se burla, se mofa de la cuarentena. Hizo un mal cálculo político. Después del fallido, ridículo y patético intento de invasión. Lanzaron esos show mediáticos mientras los pobres diablos que vinieron convencidos de que en Venezuela los iban a esperar con aplausos, andaban huyendo por las montañas del Caribe”.

 

Señaló que el video de Guaidó escoltado por malandros en moto fue un acto de politiquería, en medio de una cuarentena que ha permitido al país ser uno de los menos infectados y fallecidos en la región.

Subrayó que dos de los grandes aliados de Guaidó, como lo son Donald Trump y Jair Bolsonaro, se han revelado como especialistas en el boicot de la cuarentena y las medidas de distanciamiento social. “Está bien que Guaidó llame la atención, que haga politiquería y demagogia, pero no que se convierta en saboteador de la cuarentena, propiciando la aglomeración de personas en lugares públicos. No está bien porque chavistas, independientes y opositores tenemos 60 días mamándonos un mamón. Ojalá que no logre reventar los números, como lo hicieron Trump y Bolsonaro en sus países… No lo va a lograr porque al final, el pueblo de Venezuela va a vencer al Covid-19”.

 

Observó que no es extraño que la derecha esté intentando afincar sus operaciones en Petare, donde incluso (según reconoció uno de los mercenarios detenidos) se realizó una simulación de enfrentamientos entre bandas en los días previos al intento de invasión, para desviar la atención de las autoridades y facilitar las operaciones que tenían planeadas en La Guaira y Caracas.

“Petare es zona colombiana, donde en algunos barrios hasta colocan la bandera de Colombia y donde las elecciones las gana Álvaro Uribe Vélez –destacó-. Es irónico porque se trata, en su mayoría, de personas que salieron de Colombia huyendo, perseguidos, desplazados, con familiares asesinados y han terminado en Venezuela, donde han sido bien recibidos y tratados con respeto y consideración, pero muchos están allí, en Petare, militando en Primero Justicia, el correlativo en Venezuela del partido de Uribe, que hace un trabajo muy negativo en esos barrios, hasta el punto de promover el antinacionalismo”.

 

Guaidó se queda solo

 

El tema de la renuncia de Rendón y Vergara dio pie para una reflexión sobre el supuesto gobierno encargado. Sostuvo que Guaidó se ha ido quedando cada vez más solo. “No son los primeros que le renuncian. Desde su autoproclamación ha designado 29 cargos supuestamente públicos, todos residentes en el exterior: cuatro han renunciado y uno fue destituido”.

 

Mencionó las renuncias de Tamara Sujú, en agosto de 2019, a su supuesto cargo de embajadora en República Checa; Ricardo Hausmann, representante ante el Banco Interamericano de Desarrollo; y el despido de Humberto Calderón Berti, destituido en noviembre de 2019, luego de haber denunciado diversos aspectos del escándalo del “Cucutazo” y de ser testigo presencial de cómo los partidos del llamado G-4 (Acción Democrática, Primero Justicia, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular) se repartían la directiva de Monómeros, empresa a la que ya quebraron y cuya paralización ahora resienten los colombianos, pues producía fertilizantes agrícolas para el mercado interno.

 

Al referirse a Colombia, tocó otro de los aspectos noticiosos del fin de semana: la aparición el de tres embarcaciones militares colombianas artilladas, es decir, con armas de guerra, a la deriva en aguas del Orinoco. “¿Harían parte del plan? Porque esa no existe, eso de que unas lanchas con armas queden a la deriva así como así. ¿Será que el gobierno colombiano está metido hasta los tequeteques en este plan y que jugaron posición adelantada? Puede ser”, dijo.

 

Y es que el fallido intento de toma violenta del poder en Venezuela ha tenido repercusiones en los dos países más directamente involucrados: Colombia, como punto de partida y lugar de entrenamiento de los mercenarios; y EEUU, como país donde se firmó el contrato y al que pertenecen los exmilitares y la empresa contratista de guerra.

 

“Los senadores Chris Murphy, Tim Kaine y Tom Udall están solicitando a Donald Trump explicaciones porque hay un ciudadano gringo que firmó un contrato con un diputado venezolano para invadir Venezuela. Dicen que violó, antes que todo, las leyes estadounidenses. Señalan que o el gobierno de EEUU no estaba al tanto de las operaciones planeadas o estaba al tanto y permitió que se llevaran a cabo. Afirman que ambas posibilidades son graves”.

 

Leyendo la nota sobre el tema, explicó que la operación fallida y las declaraciones de Jordan Goudreau contradicen antes que todo la Ley de Verdad y el acuerdo para apoyar la vía de diálogo en búsqueda de la resolución pacífica de los problemas de Venezuela. “Le preguntan a Trump si su administración conocía esos planes; si, en tal caso, hizo algo para evitar que se ejecutaran o por el contrario proporcionó apoyo logístico. También le están preguntando cuál es la evaluación de la comunidad de inteligencia sobre el alcance de la Operación Gedeón y qué pasos está tomando para liberar a los mercenarios. Otras preguntas son: ¿la comunidad de inteligencia evalúa el contrato como legítimo y siendo así, asegura que los fondos públicos no están comprometidos? ¿EEUU ha proporcionado directa o indirectamente formación y asesoría a ciudadanos venezolanos interesados en realizar acciones armadas en su país?”

 

“Mientras desde el mismísimo Congreso de EEUU están pidiendo una investigación sobre lo que está pasando acá, todo el mundo se hace el loco con centenares de mercenarios que vinieron a invadir, secuestrar a Nicolás Maduro y llevárselo para EEUU. Si son tan machos (y utilizo la expresión en todo su sentido negativo) para violentar la sacrosanta soberanía venezolana, que lo sean para afrontar su desastre. Es impresionante el nivel de irresponsabilidad porque en la derrota es que uno demuestra su verdadera identidad, su verdadero talante, su verdadero guáramo, ¡coño!”, expresó Pérez Pirela.

“Son tan cobardes que hay fotos y videos de ellos en el intento de invasión de los puentes, en febrero de 2109; en el fallido golpe del 30 de abril; y en este episodio, pero dicen que ellos no fueron. ¿Qué mensaje se le está dando al pueblo opositor? Que son unos cobardes. Y no hablo solo de personas, sino también de países porque aquí se estaba propiciando una invasión territorial en América Latina. Según los análisis que hemos hecho del contrato, Silvercorp no necesitaría aprobación, ni siquiera de Guaidó, para perseguir y derribar aviones de lo que ellos llaman “el antiguo régimen” (porque ya daban por tumbado a Maduro), más allá de las fronteras venezolanas. ¿Cómo es eso? Es decir, que Colombia o Brasil no podrían impedir que los mercenarios utilizaran el espacio aéreo y terrestre para estos fines. En este contrato firmado por Guaidó se ponía en peligro incluso a los ciudadanos colombianos y brasileños. Hay que preguntarles a los presidentes de esos países si estaban dispuestos a permitir ese fuego cruzado”, señaló.

 

“Guaidó, que no es presidente de nada, no solo coartó la soberanía de Venezuela, sino también la de Colombia y Brasil porque estos locos mercenarios tenían luz verde para caerse a tiros fuera de las fronteras de Venezuela, en territorios colombiano o brasileño. ¿Qué pensará el pueblo colombiano y brasileño de esto?”, se preguntó.

 

Indicó que el tipo de acciones que se pretendía autorizar con este documento coartan la Convención de la ONU contra el Financiamiento, Entrenamiento y Contratación de Mercenarios, aunque ese instrumento solo fue ratificado por 25 países, y ni EEUU ni el Reino Unido ni Israel lo firmaron.

 

Un contrato infame

 

Pérez Pirela indicó que el Equipo de Investigación de Desde donde sea ha estado analizando a fondo el contrato entre Silvercorp y Guaidó, así como sus anexos, y mientras más a fondo lo conocen, más se convencen de la infamia que se planeaba.

 

“Es indignante lo que estaba contemplado en ese contrato que es un atentado contra toda clase de derechos, desde el derecho a la vida en adelante. Era un adefesio de contrato que iba contra la vida misma y la libertad y la democracia de los venezolanos –enfatizó-. No podemos caer en decir que ya pasó. La resistencia debemos mantenerla firme como pueblo, chavistas, independientes y opositores, como nación, como pueblo. Debemos sobreponernos a las diatribas porque de eso depende la subsistencia, la sobrevivencia del Estado-nación venezolano. El plan es acabar la República Bolivariana de Venezuela, acabar con la estructura del Estado-nación, con su identidad, su idiosincrasia, su autoestima, con su historia, que es la de Bolívar, Miranda, Páez, Sucre Urdaneta, Guaicaipuro, Chacao, la de nuestras mujeres libertadoras. Con nuestros errores, aciertos, virtudes, aciertos, no nos dejemos marear por sujetos como Clíver Alcalá, Rafael Ramírez, Juan Guaidó, Leopoldo López, Vecchio o Smolansky. Si esta marramucia hubiera ocurrido en EEEU, Francia, Reino Unido o Alemania, otro gallo cantaría. Cuando invaden países y les sale bien, lo celebran, pero cuando pierden, dicen que no fueron ellos”.

 

“El Equipo de Investigación detectó que en el contrato no aparecen las palabras derechos humanos. No están previstos en ese contrato que Guaidó firmó para llenar de paramilitares y mercenarios al país. Por el contrario, se autoriza el uso de armas de guerra y de equipos como minas antipersonas, que están prohibidas por la Convención de Ginebra. Es que ellos están, como diría Friedrich Nietzsche, más allá del bien y del mal. Uno se pone las manos en la cabeza y se pregunta de qué estamos hablando”.

Libro

La recomendación de lectura del día fue:

 

Tras la virtud, del filósofo escocés Alasdair Macintyre

 

(LaIguana.TV)

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