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La segunda caja negra encontrada este jueves entre el amasijo de restos del avión de Germanwings que se estrelló en Los Alpes franceses el 24 de marzo ha podido ser analizada a pesar del mal estado en que se encontraba debido a la brutalidad del impacto.

Los datos obtenidos por los investigadores confirman que el copiloto, Andres Lubitz, estrelló de forma deliberada el aparato contra las montañas.

 

La primera lectura de esa segunda caja, que registra los parámetros técnicos del vuelo, señala que recurrió al piloto automático para iniciar el descenso y que lo modificó posteriormente en varias ocasiones para aumentar la velocidad del aparato.

 

«El piloto presente en la cabina utilizó el piloto automático para que el avión descendiera hacia una altitud de 100 pies (unos 30 metros) y que, varias veces a lo largo del descenso, modificó el reglaje para aumentar la velocidad del avión», indicó el BEA en su comunicado.

 

La segunda caja negra del A320 fue hallada el jueves y trasladada por la noche a la sede en París del BEA, encargada también de examinar la primera, que registró las conversaciones en cabina.

 

El organismo informó de que el examen de esta caja se inició desde su llegada al centro, y avanzó que los expertos prosiguen su análisis para establecer el «desarrollo de facto» de ese vuelo entre Barcelona y Düsseldorf, que se estrelló el 24 de marzo con 150 personas a bordo.

 

Este segundo dispositivo, que técnicamente se denomina Flight Data Recorder (FDR), registra los parámetros técnicos durante las últimas 25 horas de trayecto, tales como la velocidad, la altitud y el modo de pilotaje.

 

La caja, ennegrecida por el fuego, fue encontrada por una integrante del Pelotón de Alta montaña de la Gendarmería Nacional en una zona ya explorada con anterioridad, y estaba, según la Fiscalía de Marsella, «totalmente enterrada», lo que hasta ahora había dificultado su hallazgo.

 

Para el fiscal Brice Robin, encargado del caso, aporta un complemento «indispensable» para esclarecer los hechos y completar la información contenida en la primera caja, en la que ya se había perfilado una acción voluntaria del copiloto, el alemán Andreas Lubitz, de 27 años de edad.

 

(elmundo.es)