Douglas Javier Contreras Arellano, es el nombre de uno de los mercenarios capturados por participar en la fallida Operación Gedeón, un hombre que estaba en libertad a pesar de haber sido condenado en el año 2012 por el asesinato del comisario de la Policía de Mérida (PoliMérida), Fray Gerónimo Buitriago Parada, en un hecho perpetrado en noviembre de 2010 en el municipio Ramos de Lorade la entidad andina.

 

La justicia venezolana condenó a Contreras a la pena máxima, 30 años de prisión, por ser autor intelectual del sicariato de Buitrago Parado, refiere la plataforma de periodismo de datos La Tabla en su cuenta en Twitter.

 

De acuerdo a la investigación de La Tabla, Contreras Arellano, de 49 años, también era comisario de PoliMérida y ordenó el crimen a dos funcionarios de bajo rango debido a que Buitriago (de 46 años), comandante del Eje Panamericano, investigaba banda de policías corruptos.

 

«No sabemos cómo ni por qué estaba libre (…) El crimen tuvo gran repercursión ya que Fray Buitriago era considerado un ‘policía honesto'», señala La Tabla.

 

El crimen resultó esclarecido por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) en enero de 2011 con la captura de Contreras, para entonces de 40 años, y de Edwin Sanchez y Jhony Escalante, funcionarios con rango de distinguido, con 24 y 25 años de edad en ese momento.

 

«En marzo de 2012, el Juzgado Primero sentenció a Contreras y a Sánchez a pena máxima de 30 años y a Escalante a 15 años. La decisión fue confirmada en septiembre de 2013 por la corte de apelaciones de Mérida. La defensa anunció recurso de casación ante el Tribunal Supremo de Justicia. No hemos localizado el dictamen final», agrega el medio.

 

«Un dato llamativo es que el edificio sede de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) -centro de formación policial- en Mérida lleva el nombre del comisario asesinado, Fray Geronimo Buitriago, en lo que sin duda es un homenaje por su honestidad en su actuación policial».

 

(LaIguana.TV)

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