La compañía Rosneft corroboró la venta de todos sus activos en Venezuela a la estatal rusa Roszarubezhneft el mes pasado.

 

«En abril de 2020 concluimos el acuerdo anunciado el 28 de marzo. La compañía se retiró de todos los proyectos en Venezuela, incluidos Petromonagas, Petroperija, Boquerón, Petromiranda y Petrovictoria, las firmas de servicios petroleros y de operaciones comerciales», indicó Rosneft en un comunicado.

 

A su vez, el vicepresidente primero de Rosneft, Pável Fiódorov, dijo que «el comprador de estos activos es la estatal Roszarubezhneft».

 

El 28 de marzo de 2020, Rosneft anunció el cese de su actividad en Venezuela y la venta de todos los activos venezolanos a una compañía que pertenece al Gobierno de Rusia.

 

A cambio de los activos vendidos, Rosneft recibía el 9,6% de sus propias acciones.

 

Ese mismo día, el 28 de marzo, el Gobierno ruso en persona de la Agencia de Patrimonio Federal (Rosimúschestvo) instituyó la empresa Roszarubezhneft con un capital social de 322.752 millones de rublos ($4.363 millones).

 

La petrolera rusa decidió cerrar sus operaciones en el país sudamericano después de que el Gobierno estadounidense impusiera sanciones unilaterales a su subsidiaria Rosneft Trading en febrero pasado por transacciones con el petróleo venezolano.

 

Después de que Rosneft anunciara la venta de sus activos venezolanos, el Departamento del Tesoro estadounidense declaró que no hará públicas sus decisiones relativas a las sanciones.

 

Anteriormente representantes del Departamento del Tesoro y del entorno del presidente estadounidense, Donald Trump, prometieron que las sanciones se levantarían en cuanto Rosneft suspendiera sus operaciones en Venezuela.

 

El Gobierno de Estados Unidos impuso varias baterías de sanciones contra Venezuela, la mayor parte de ellas contra el sistema financiero y la industria petrolera de ese país caribeño.

 

 

(Sputnik)

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