Los conflictos simulados llevados a cabo por EE.UU. concluyeron que sus fuerzas se verían abrumadas en un conflicto naval contra China. El simulacro se centró en el año 2030, cuando la Marina china opere nuevos submarinos de ataque, portaviones y destructores, explica el medio.

 

El análisis también descubrió que los misiles balísticos de medio alcance de Pekín ya existentes hacen que cada base de EE.UU. y cualquier grupo de batalla de portaviones estadounidenses en la región del Indopacífico sea vulnerable a sus ataques.

 

El territorio insular de Guam, hogar de tres bases militares de EE.UU., causa la mayor preocupación en este contexto, revelaron las fuentes de defensa estadounidense y agregaron que China también dispone de misiles balísticos antibuque de largo alcance y misiles hipersónicos.

 

Mientras tanto, Taiwán se encuentra cada vez más atrapado en medio de los juegos políticos entre las dos superpotencias, advierten los expertos que temen que las tensiones puedan estallar en una guerra nuclear.

 

En el Pentágono, el Departamento de Estado y la Casa Blanca, China es ahora vista como la mayor amenaza, comentan los analistas y admiten que EE.UU. ha sido demasiado pasivo.

 

En este contexto, el diario señala que el Pentágono está cambiando su enfoque. Se está centrando en desarrollar más armas hipersónicas, enviar más misiles de crucero de largo alcance lanzados desde tierra a la región de Asia-Pacífico, y armar a las unidades marinas a lo largo de los mares de China con misiles antibuque.

 

El pasado 15 de mayo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que el país está trabajando en el desarrollo de un «superdupermisil» que podría supuestamente superar las armas hipersónicas existentes de China y Rusia.

 

(Sputnik)

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