El informe se titula Dinámicas de la confrontación armada y su impacto humanitario y ambiental y lo presentó la Fundación Ideas para la Paz (FIP).

 

Según el estudio, 16 líderes fueron asesinados en enero; 11, en febrero; 13, en marzo y 9, en abril para un total de 49, mientras que en los primeros cuatro meses de 2019 fueron 32.

 

La FIP manifestó que “los departamentos más críticos durante el primer cuatrimestre de 2020 fueron Cauca (con 14 homicidios), Putumayo (6) y Antioquia (5)”, tres regiones que, a su juicio, aún no han visto los beneficios del acuerdo de paz firmado por el Gobierno y las Farc en 2016.

 

El resto de asesinatos fueron perpetrados en Valle del Cauca (5), Norte de Santander y Huila (4), Chocó y Córdoba (3), y Magdalena, Cesar, Bolívar, Santander y Boyacá (1).

 

 

El informe también señala que durante la emergencia sanitaria, los combates de la fuerza pública contra los grupos criminales “no tuvieron variaciones significativas”.

 

Sin embargo, resalta que “las acciones de los grupos armados organizados disminuyeron”, aunque advierte que estas organizaciones criminales “han ordenado restricciones y reforzado el aislamiento, bajo el argumento de que así evitan la propagación del virus”.

 

“En otros casos, las facciones armadas han incrementado sus acciones contra los líderes y las comunidades”, añade el estudio, que manifestó preocupación por “el incremento reciente de las muertes violentas en Tumaco y Buenaventura”, los dos principales puertos de Colombia en el Pacífico.

(Pulzo)

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