Que los organismos diplomáticos, las organizaciones no gubernamentales y los medios internacionales mientan sobre Venezuela no es nada raro, pero a veces llegan a extremos de descaro. El filósofo y comunicador Miguel Ángel Pérez Pirela analizó, en su programa Desde Donde sea del miércoles 27 de mayo, dos de estas barbaridades.

 

En primer lugar, desmontó el «risible, ridículo y patético» intento de la ONG Human Right Watch de pintar una tragedia sanitaria en Venezuela en torno al Covid-19. Y, en segundo término, demostró la hipocresía de la Unión Europea al formar un Club de Donantes para los gobiernos vecinos de Venezuela, una recaudación orientada a atender la supuesta crisis de refugiados venezolanos, todo ello mientras esos mismos países europeos y latinoamericanos son azotados por la pandemia.

 

«Nos dejó estupefactos el martes cuando leímos que Human Right Watch afirma olímpica, alegre e irresponsablemente que en Venezuela no hay 11 muertos por coronavirus, sino ¡30 mil! Primero que todo es risible y ridículo, pero sobre todo es patético. Muestra la grandísima angustia de los sectores que se han encargado profesionalmente de malponer a Venezuela en lo mediático, en los económico, en los diplomático, en lo geoestratégico», señaló.

 

«Tenemos que repetir que aquí ha habido tentativas de magnicidio, golpes de Estado, invasiones con mercenarios, blackout eléctricos, etcétera, etcétera. En todos fallaron, pero de ahí a plantear la idea macabra de que en Venezuela habrían 30 mil fallecidos por Covid-19 es realmente ridículo».

 

A su juicio, lo que resulta más grave es que medios de comunicación con una cierta credibilidad e historia, se presten para reproducir algo tan ilógico, tan fácilmente desmontable.

 

Citó una nota publicada por LaIguana.Tv en la que se señala que, de acuerdo a los promedios mundiales, si hubiese 30 mil fallecidos, la cifra de contagiados debería estar por los 500 mil. En esa nota, del periodista Clodovaldo Hernández, se hace referencia a que las hipérboles o exageraciones son válidas en la literatura y la oratoria, pero un pecado mortal en el periodismo pues generan una grave distorsión de la realidad. «Cuando diarios como El Universal de México, o como Clarín de Argentina, se montan en esta patraña, distribuyen esta mentira, algo muy, muy, muy malo está pasando».

 

Pérez Pirela se pregunta ¿cómo rayos habría sido posible esconder 30 mil muertos?, sobre todo en un país hipermediatizado, donde los medios de comunicación de la derecha funcionan como una especie de enjambre que va persiguiendo todo lo que huela a socialismo, a gobierno bolivariano, a chavismo, y que seguramente hubiesen ido tras  las familias de al menos algunas de esas personas. «Si hay 30 mil fallecidos, ¿dónde están los féretros, dónde están las morgues desbordadas con esa cantidad de cadáveres? ¿Dónde están las fosas comunes, porque con esa cantidad debería haberlas, como las hemos visto en Nueva York, en Brasil, en Ecuador? ¿Dónde están los familiares, los papás, las mamás, los tíos, las tías, los hijos, las hijas de estas personas? ¿En dónde fueron velados, en cuáles funerarias? Es completamente delirante lo que se está planteando, es inmoral y exagerado».

 

Dirigiéndose al público internacional del programa (que en ocasiones roza el 70% de la audiencia), recomendó desconfiar de todo lo que oigan decir o lean en medios, pues, tal como lo demuestra este caso, mienten sin ningún recato.

 

Recordó que en Ecuador los muertos se estaban pudriendo en las casas; en Nueva York había camiones frigoríficos afuera de las funerarias y las morgues; en Brasil se vieron  imágenes tomadas con drones de cómo enterraban cadáveres en fosas comunes, y volvió a preguntar ¿dónde están esos 30 mil supuestamente fallecidos en Venezuela?

 

Visión de la AP

 

En contraposición a la descabellada hipótesis lanzada por el directivo de HRW, José Miguel Vivanco, la agencia de noticias estadounidense Asociated Press, pese a ser también enemiga jurada de Venezuela, publicó un reportaje en el que se afirma que el país parece esquivar el virus. El texto indica que, desafiando las más nefastas predicciones, Venezuela parece haber evitado hasta el momento la ola de contagios que  golpea a Suramérica.

 

Ese trabajo cita al jefe de la oficina de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud en Venezuela, Gerardo De Cossio, quien se pronunció ante el absurdo de HRW: “Si las cosas estuviesen peor de lo que están en Venezuela, habríamos visto en redes sociales gente quejándose del incremento de los casos, habríamos visto hospitales saturados”, dijo el funcionario.

 

«Lo que pasa es que muchos prefieren creerle a este señor Vivanco y a esta ONG pagada y subvencionada por EEUU que creerle al jefe de la oficina de la OPS y OMS en Venezuela», comentó Pérez Pirela.

 

El periodista que hizo el reportaje de AP concluyó que no existen signos evidentes de que el coronavirus se haya salido de control en Venezuela, entre otras razones porque el gobierno actuó apenas surgieron los primeros casos,  el 13 de marzo.

 

«Se debe a ese abordaje temprano, se debe a que hay una terapéutica instalada, a que hay visitas casa por casa, a que hay un uso obligatorio de tapabocas en lugares públicos, a que hay 23 mil camas para infectados que no se han utilizado, y a que salen 11 mil miembros del personal sanitario cada día a hacer visitas casa por casa. El periodista describe detalladamente el funcionamiento de estos operativos en los barrios pobres y habla de la unión entre personal sanitario y la sociedad más desprovista, con más carencias económicas».

 

Vivanco, un activista de derecha

 

El Equipo de Investigación de Desde donde sea indagó acerca de Vivanco y de HRW para entender mejor su intervención en este caso.

 

«¿Quién es José Miguel Vivanco y qué papel juega? Lo investigamos porque él es la causa de esta mentira. Pues, es un chileno, egresado de la Universidad de Chile, con estudios en EEUU, abogado de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, organismo de la OEA. También ha sido profesor de la Johns Hopkins University, y por eso es que la que metió en este paquete. Es columnista de El País, El Tiempo y la revista Semana, es decir, es un activista de derecha», resumió el presentador.

 

Mientras tanto, HRW es una organización financiada por EEUU, y como tal fue cómplice del golpe de Estado contra el presidente Chávez, al hacer silencio total durante las horas que duró.

 

En 2003 desencadenó una campaña activa contra la Ley Resorte, aliándose con organizaciones periodísticas vinculadas a la CIA.

 

En 2004, el entonces vicepresidente José Vicente Rangel señaló a Vivanco como colaborador de los servicios secretos de Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet.

 

«En 2007 quedan evidenciados sus nexos con el lobby cubano mayamero cuando participó en una conferencia contra Cuba realizada en Europa, compartiendo escenario con el veterano agente de la CIA Frank Calzón, director vitalicio de Cuban Freedom Center, de Washington, y otros exponentes del ala radical explosivista, como Sixto Reinaldo Aquit, del Comité de apoyo a Luis Posada Carriles, el terrorista que colocó la bomba en el avión cubano en 1976, matando a 73 personas».

 

Indicó que en HRW es común el fenómeno llamado de las puertas giratorias (reciclaje en empresas privadas y ONG de personas que han desempeñado cargos públicos) y como ejemplo de ello mencionó que Javier Solana, secretario general de la OTAN, entre  1995 y 1999, artífice de los bombardeos ilegales contra la población civil de Yugoslavia, quien fue parte de la junta directiva de HRW en 2011.

 

«En 2004, dos premios Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel y Mairead Maguire, junto con exmiembros de la ONU y académicos de EEUU y Canadá, denunciaron que HRW carece de la independencia de la que tanto alardea, ya que sus principales directivos tienen relación con el gobierno de EEUU, el Partido Demócrata y sectores del Partido Republicano y la CIA».

 

En 2015, HRW apoyó a Mauricio Macri en su campaña por sacar a Venezuela de Mercosur.

 

«Hoy revisamos el portal web de HRW y vimos que abre con Venezuela. Dice que Venezuela necesita ayuda humanitaria urgente para combatir la Covid-19. Dice que ‘la absoluta falta de preparación del sistema de salud venezolano para la llegada de la pandemia del Covid-19 agudiza el riesgo para la salud de los venezolanos y podría contribuir a una propagación regional de la enfermedad’. ¡Dios mío! Hay que decirles que esa propagación se ha dado en países a los cuales HRW defiende, como el Brasil de Bolsonaro, que tiene 411 mil 821 infectados. ¿Por qué Vivanco no habla de Brasil? ¿Por qué el portal de HRW no abre con Brasil o con Perú, que tiene 135 mil 905 infectados; o con los 82 mil 289 infectados, de Chile, su país, donde, además, el pueblo está de nuevo en la calle, protestando. O con Ecuador, que tiene 38 mil 103 infectados; o con Colombia, que tiene 23 mil 3 infectados. ¿De verdad HRW se preocupa por un futuro e hipotético contagio de Venezuela que tiene poco más de mil infectados y 11 fallecidos?».

 

Acotó que estos esfuerzos por crear una matriz de opinión falsa sobre la situación de Venezuela ante la pandemia se hacen con la retórica de los derechos humanos, la misma que se ha empleado para justificar el  bombardeo de países como Irak, Siria, Afganistán. «Esa retórica es una muy buena categorización que surge después de la Segunda Guerra Mundial y que utilizan Europa y EEUU como excusa fundamental para desestabilizar países».

 

Añadió que la expresión crisis humanitaria es común en los informes de HRW y en los discursos de Luis Almagro, quien la utilizó en la solicitud de aplicar la Carta Democrática contra Venezuela,  en 2016. Vivanco le debe favores a Almagro y usa HRW para pagarlos.

 

«Otro dato relevante: la Ford Foundation, de la Open Society Foundations, dirigida por George Soros, financian a HRW y a Almagro. Es decir, que este par de latinoamericanos viven de los fondos de EEUU para hablar mal de sus propios países».

 

Precisó que son comunes en los informes de HRW, y en los de Amnistía Internacional, otra ONG  de las mismas características, las denuncias de torturas y violación de derechos humanos en Venezuela, sin citar ningún tipo de fuente o cifras. En esos documentos se niegan datos, declaraciones y acciones del gobierno venezolano. Estos informes los financian la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la  National Endowment for Democracy (NED) y el Instituto Nacional Republicano. «Detrás de ese delirante funcionario existe toda una plataforma de financiamiento en dólares para que pueda decir los sinsentidos, la idioteces, las fake que está tratando de vender», subrayó.

 

En 2109 el Movimiento Venezuela nos Conecta realizó un estudio sobre cómo se percibe a Venezuela en el exterior y determinó que 3 mil 600 noticias falsas sobre el país circulan en las redes sociales.

 

Pérez Pirela citó fragmentos de la entrevista dada por Vivancos a La Tercera, de España (en la que se origina toda la alocada versión). Allí apoya su afirmación en unos médicos de la Johns Hopkins University. «¿Cuáles médicos son esos?», se preguntó el analista.

 

Luego pretende demostrar su apocalíptica tesis afirmando que en el país hay escasez de jabón y de gel alcoholado. «¿Qué tiene que ver eso con 30 mil muertos?».

 

«Cuando habla de las cifras oficiales de Venezuela dice ‘las cifras de ellos’, pero no son las de ‘ellos’, son las avaladas por la OMS. Su gran argumento es que debería haber 300 mil contagiados porque ese es 1% de la población… ¿Cuál es el sustento de esto?… Es una falta de respeto, es una cachetada no contra el gobierno de Nicolás Maduro, sino contra todos los venezolanos y las venezolanas que vamos ya para el tercer mes de confinamiento. No puede ser que un chileno irresponsable y mantenido por EEUU diga algo así y que los medios lo reproduzcan y estén haciendo el ridículo».

 

Según el director de LaIguana.TV,  el diario argentino Clarín «debería mostrar pruebas, fotos, videos de fosas comunes, de cadáveres en las calles o en las casas, del medio millón de infectados, el testimonio de un familiar de alguno de los fallecidos… Pero ¡no hay nada!, solo la afirmación olímpica de un exfuncionario de la OEA que encabeza la HRW».

 

Club de donantes

 

El segundo tema del programa, casi tan desquiciado como el primero, es el de la conformación de un grupo de países europeos que, en lugar de ayudar sus propios pueblos afectados por la pandemia, intentan una vez más desviar la atención mundial hacia la supuesta crisis de refugiados de Venezuela.

 

«En medio del bloqueo y del acoso, ahora en Europa se inventaron un supuesto grupo, al que llamaron Club de Donantes. Josep Borrell (canciller de la UE) secuestra la Unión Europea para crear ese grupo para darle millones de dólares a Colombia, Perú, Ecuador, Chile y Brasil con la supuesta finalidad de que ayuden a los venezolanos que están allá. Esto es una inmoralidad. Brasil es el epicentro mundial de la pandemia junto a EEUU y sale Borrell con eso desde la UE y con el respaldo del gobierno español».

 

Puntualizó que «aquí, solamente por el Covid-19, han llegado 60 mil venezolanos que habían migrado. A todos se les ha preguntado si han recibido un céntimo de esos países y lo único que han recibido es xenofobia, racismo, insultos, golpes, vejaciones y muerte. Pero en UE recaudan dinero para dárselo a los gobiernos de esos países, supuestamente para que sigan ayudando a los venezolanos. Y lo hacen en unas naciones europeas donde sus poblaciones están clamando y llorando por una máquina para poder respirar, en esa Europa donde si usted tiene más de 60 años lo mandan para su casa a morirse, porque ni siquiera lo dejan morir en el hospital; en esa Europa que le quita los respiradores a los de 60 para ponérsela a alguien menor, que está decidiendo quién muere porque no puede salvarlos a todos; esa Europa está haciendo un club de donantes para los venezolanos en países donde la situación es delirante por la pandemia. Venezuela tiene poco más de mil infectados y 11 fallecidos, mientras Brasil tiene 411 mil infectados, segundo a nivel mundial; Perú está entre los primeros del mundo con 135 mil 905. Chile tiene 82 mil 289 infectados. Ecuador tiene 38 mil 103 infectados. Colombia tiene 23 mil 3 infectados. Hacen una reunión en Europa, en la España que tiene 236 mil 159 infectados y 27 mil 117 fallecidos, pero la reunión es para ayudar a Venezuela que tiene poco más de mil infectados y 11 fallecidos. Esto es el mundo patas arriba».

 

Reseñó que el vicepresidente de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez, les dijo que si se trata de ayudar a países que reciben migrantes, esa plata nos la pueden dar a nosotros porque en Venezuela, donde somos 30 millones de habitantes, hay seis millones de colombianos, 800 mil peruanos y 400 mil ecuatorianos, a los que se les está dando alimentación, salud, educación, transporte, vivienda y servicios gratuitos. “Nadie nos ayuda ni andamos mendigando por ahí. Aquí no se están muriendo los colombianos ni los ecuatorianos ni los peruanos porque en Venezuela se tomaron medidas concretas desde el 13 de marzo, vamos casi para el tercer mes de confinamiento y el pueblo ha respetado dicho confinamiento. No se están muriendo porque los exámenes son gratuitos. Detrás de todo esto hay buenas decisiones de un gobierno, la ayuda humanitaria que llegó de China, de Rusia, dela OMS y la ONU  y el concurso de todo el pueblo», expresó.

 

Recalcó que según la OMS, con 897 mil 695 pruebas de diagnóstico, lo que equivale a 29 mil 923 por millón de habitantes, Venezuela es el país de América Latina y el Caribe con más pruebas realizadas.

 

«Pueden darle esa plata a los ancianos españoles enviados a morir a sus casas, o a los colombianos, peruanos, ecuatorianos y brasileños víctimas de la pandemia. Dejen en paz a Venezuela. ¿Qué les ha hecho este país? ¿Por qué tanto odio contra Venezuela? Venezuela lo que ha hecho es recibir a gente de todos los países latinoamericanos y a italianos, españoles y portugueses que llegaron muriéndose de hambre después de la Segunda Guerra Mundial. Aquí pudieron hacer familia, crecer, tener hijos. ¡Qué les ha hecho Venezuela, carajo! Están haciendo plata a nombre de los migrantes venezolanos que no han recibido ni un centavo».

 

Libro 

 

La lectura recomendada de la jornada fue La democracia en América, del ideólogo e historiador francés Alexis de Tocqueville.

 

(LaIguana.TV)

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