En una carretera en las afueras de Bogotá se encuentran cientos de venezolanos acampando en la espera de regresar a su país, luego de la nula asistencia que el Gobierno colombiano ha tenido con ellos.

El campamento “El Bosque” está ubicado en un parque a pocos metros del Terminal de Transportes del Salitre. Se trata de un albergue improvisado construido por venezolanos en junio de 2019, al que se le han sumado cada vez más connacionales que quedaron en la calle después de ser desalojados. La crisis por coronavirus y la medidas de confinamiento dificultan seguir con sus actividades laborales.

Centenares de connacionales duermen en carpas y tiendas de campaña, usan el baño que un supermercado les presta, pero se bañan con el agua de una canal en una zanja. Por este motivo, algunos se han enfermado.

En esas condiciones pueden esperar dos semanas como mínimo por los autobuses que poco a poco los van llevando a la frontera.

El pasado 2 de abril, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, dijo con respecto al pago de alquileres que «No se lo podemos pagar a las familias bogotanas, mucho menos a las familias venezolanos» y enfatizó que «Con los impuestos de los bogotanos, la alcaldía paga -con cero pesos del gobierno- el nacimiento de los niños venezolanos, el jardín y alimentación de los niños y el colegio de 26 mil niños venezolanos que entran a estudiar».

Según las cifras de Migración Colombia, en noviembre, en Bogotá había 238 mil 758 venezolanos, la cuarta parte de la migración venezolana registrada y reconocida oficialmente en ese país.

(LaIguana.TV)