El Grupo de Puebla calificó como sin fundamentos las acusaciones de fraude electoral en las elecciones realizadas en Bolivia el 20 de octubre de 2019, ante las nueva evidencia a partir de lo planteado por los investigadores de la Universidad de Pensilvania y la Universidad de Tulane, Rodríguez, Idrobo y Kronick, referenciados por el New York Times, quienes aseguran que la Organización de Estados Americanos (OEA) no ofreció pruebas de ese hecho y tuvo una ” apresurada e intencionada declaración”.

Los investigadores demuestran que no hubo variaciones en los patrones de votación, dentro de los recintos electorales después de la interrupción por conteo preliminar, incluso, que las trayectorias en las tendencias de votación no varían con respecto a patrones de elecciones anteriores.

En ese sentido, este movimiento llama a la comunidad internacional a repudiar este hecho que si se comprueba la discrecionalidad en la declaración de la OEA, permitiría demostrar que el organismo multilateral fue cómplice del derrocamiento del  gobierno democrático de Evo Morales.

El Grupo de Puebla instó a la OEA a aclarar de forma inmediata cada uno de los elementos que han sido controvertidos por el estudio y solicitan la presencia de una comisión independiente a la Secretaria General de la OEA, que se encargue de reestablecer la legimtimidad democrática en Bolivia.

Asimismo, exhortaron al gobierno de facto en Bolivia, liderado por Jeanine Áñez Chávez, a entregar inmediatamente el poder del Estado, a causa del retraso sistemático e inexplicable de las elecciones en dicho país.   /CP

A continuación el texto íntegro del Grupo de Puebla:

El Grupo de Puebla expresa su preocupación frente a la nueva evidencia que aclara lo apresurada e intencionada de la declaración de la OEA, al establecer la consumación de fraude electoral en las elecciones realizadas en Bolivia el 20 de octubre de 2019. Este nuevo estudio, demuestra que la evidencia estadística proporcionada por la OEA carece de fundamento, por lo que las acusaciones de fraude electoral no tienen sustento.

El Grupo de Puebla, hace un llamado a la comunidad internacional, a partir de las dramáticas consecuencias que tuvo la observación electoral de la OEA, considerándolas como un elemento que derivó en la radicalización de la oposición política boliviana, teniendo como consecuencia un golpe de estado en contra del Presidente de Bolivia, Evo Morales.

En lo planteado por los investigadores de la Universidad de Pensilvania y la Universidad de Tulane, Rodríguez, Idrobo y Kronick, referenciado por el New York Times, la OEA no ofreció evidencias de fraude en las elecciones. Los investigadores demuestran que no hubo variaciones en los patrones de votación, dentro de los recintos electorales después de la interrupción por conteo preliminar. Incluso, las trayectorias en las tendencias de votación no varían con respecto a patrones de elecciones anteriores. Esta publicación, se suma a otros estudios como los de los investigadores del Laboratorio Electoral del MIT, publicado en el Washington Post, y a los varios estudios del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR).

Las acciones cometidas por la OEA en el caso boliviano, son absolutamente repudiables, puesto que, si se comprueba la discrecionalidad de estas, permitiría a la comunidad internacional presumir que el organismo multilateral fue cómplice del derrocamiento de un gobierno democrático.

Instamos a la OEA a aclarar de forma inmediata cada uno de los elementos que han sido controvertidos por el estudio de Rodríguez, Idrobo y Kronick. A su vez, solicitamos la presencia de una comisión independiente a la Secretaria General de la OEA, que se encargue de reestablecer la legimtimidad democrática en Bolivia.

Por otra parte, llamamos al gobierno de facto en Bolivia, liderado por Jeanine Áñez Chávez, a entregar inmediatamente el poder del Estado, a causa del retraso sistemático e inexplicable de las elecciones en dicho país.

(VTV)