El presidente de EE.UU. Donald Trump ha firmado este jueves una orden ejecutiva autorizando sanciones contra funcionarios de la Corte Penal Internacional (CPI) que investigaban si Washington cometió o no crímenes de guerra en Afganistán.
Un alto funcionario de la Administración Trump, sin dar detalles, señaló que la investigación de la CPI «está siendo impulsada por una organización de dudosa integridad» y acusó a Rusia de estar involucrada. La orden autoriza a bloquear los activos en EE.UU. de los empleados de la CPI y negarles la entrada al país.
La oficina de prensa de la Casa Blanca destacó que el mandatario estadounidense también autorizó la «ampliación de las restricciones de visa» contra los funcionarios de la corte y sus familiares.
Washington describió las acciones de la corte como «un ataque a los derechos del pueblo estadounidense» y una amenaza a su «soberanía nacional». La Casa Blanca considera que aunque el organismo se estableció «para proporcionar responsabilidad por crímenes de guerra» en la práctica se ha vuelto «inexplicable e ineficaz».
Trump ha atacado reiteradamente a la corte con sede en La Haya, creada para procesar crímenes de guerra, genocidio y crímenes contra la humanidad. La organización tiene jurisdicción si un estado miembro no puede o no quiere enjuiciar las atrocidades por sí mismo.
La CPI lanzó una investigación después de que el examen preliminar de los fiscales en 2017 encontró motivos razonables para creer que soldados estadounidenses cometieron crímenes de guerra en Afganistán.
El fiscal de la CPI, Fatou Bensouda ha mostrado su interés en investigar posibles crímenes cometidos entre 2003 y 2014, incluidos presuntos asesinatos en masa de civiles por parte de los talibanes, así como la supuesta tortura de prisioneros por parte de las autoridades afganas y la participación de las fuerzas estadounidenses y la CIA en estos crímenes.
(RT)