El término “derechos humanos” en la política de Estados Unidos se ha usado siempre para aludir a algo que otros violan, pero rara vez a lo que el Gobierno estadounidense está obligado a proteger en su propio país, afirmó un artículo de opinión publicado en la revista estadounidense Foreign Policy, que fue publicado originalmente en en The Washington Post.

“Pese a su retórica y su liderazgo ocasional, Estados Unidos ha basado siempre su política exterior en el sistema de derechos humanos, y la interna, con firmeza, fuera”, señaló en el artículo, titulado “America the Unexceptional” del autor, David Kaye, profesor de derecho en la Universidad Irvine de California y relator especial de la ONU sobre libertad de opinión y expresión, reseña la agencia de noticias Xinhua.

Señaló que “los tratados y otras obligaciones internacionales que insta a otros a mantener no son siquiera exigibles dentro de Estados Unidos”.

El racismo y la supremacía blanca, apuntó, han llevado a la negativa estadounidense a cumplir con los derechos humanos en casa, y ese “legado de hipocresía” conforma hoy por hoy la política de derechos humanos del país.

Los manifestantes del movimiento “Las vidas negras importan” han demostrado lo que Estados Unidos debería ser, resaltó el profesor, quien instó a Washington a respetar el compromiso con los derechos humanos en casa si quiere ser una voz internacional a este respecto.

(VTV)