En Desde Donde Sea, el filósofo y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela, analizó los efectos que han traído consigo las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en torno a los partidos Acción Democrática y Primero Justicia, según las cuales se designaron juntas directivas ad hoc para garantizar la participación de esas organizaciones en los venideros comicios parlamentarios.

En émulo de lo anterior, el analista comentó que los diputados Chaim Bucarán y Adolfo Superlano, pertenecientes al partido Un Nuevo Tiempo, se habían dirigido al TSJ para consignar «un recurso de amparo para que se realicen los mismos procedimientos» que se aplicaron en los casos de Acción Democrática y Primero Justicia, «para poder encaminar a la tolda política en la dirección electoral».

A este respecto, recordó que Bucarán, «a comienzos de enero tuvo diferencias con la directiva de su partido, Un Nuevo Tiempo, por reconocer la presidencia de la Asamblea Nacional del diputado Luis Parra», lo que significa que está enfrentado con el dirigente Manuel Rosales, principal cabeza del partido desde hace casi un par de décadas, quien ha decidido apoyar a Juan Guaidó en su estrategia antielectoral.

A contrapelo de esa posición y manifestando hablar en defensa de los votos de la militancia, el parlamentario dijo: «No podemos tener dos factores adversos. Por un lado tenemos al gobierno y por el otro, al guaidonismo reunido en el G4».

Para Pérez Pirela, «sigue la rebelión de las regiones dentro de la oposición, porque una parte –importante o no, eso se puede discutir–, de partidos como Un Nuevo Tiempo, como Voluntad Popular, como Primero Justicia, como Acción Democrática, quiere ir a elecciones».

Infortunadamente, esos sectores han tenido que recurrir a la máxima instancia judicial del país para poder incorporarse a la ruta electoral, pues «los latifundistas de la política venezolana», como Henry Ramos Allup, Julio Borges o Manuel Rosales, llevan largos años ejerciendo verdaderas dictaduras dentro de sus toldas políticas, aunque pretenden «hablar en contra de una supuesta dictadura», concluyó el experto.

(LaIguana.TV)