El constituyente Orlando Zambrano, vocero del estado Apure, expresó que la ANC debe atacar la causa, la médula del problema del contrabando, que tiene la complicidad de jueces, fiscales y altos mandos militares.

 

Zambrano (Guasdualito, 1980), conversación con La Iguana.TV a propósito del cuarto mes de actividades de la Constituyente. A continuación, una versión del diálogo que sostuvo con el periodista Clodovaldo Hernández:

 

-¿Qué balance hace de estos cuatro meses de actividades de la ANC?

-Cuando el presidente Nicolás Maduro hizo la convocatoria del proceso constituyente, quedaron muy claros cuáles eran los objetivos, los propósitos. Hemos avanzado de manera significativa en lo que tiene que ver con el proceso de pacificación, en eso hay resultados importantes. Hay otros aspectos que aún están en desarrollo, en construcción, pero que la ANC debe adelantar. La junta directiva de la ANC debe escuchar los planteamientos de todos los sectores de la vida nacional. Hace falta adoptar medidas que permitan hacerle frente a la guerra económica. Debemos escuchar y actuar en consecuencia. No se trata de descalificar el trabajo de la ANC, sino, por el contrario de recoger los planteamientos y transformarlos en actos constituyentes o en leyes constitucionales que nos permiten tomar medidas progresivas en aspectos que la gente quiere ver. De manera autocrítica debemos reconocerlo.

 

-Se aprobó la Ley de Precios Acordados. ¿Qué expectativas tienen acerca del efecto que pueda surtir su aplicación en medio de la terrible realidad de los precios que estamos sufriendo?

-Nosotros haremos esfuerzos grandes para salir adelante en esta batalla. Por eso apoyamos iniciativas como la del fiscal general, Tarek William Saab en lo que se refiere a la lucha contra la corrupción. Esa lucha y la que debe librarse contra la especulación deben tocar en primera línea a las grandes mafias, que están dirigidas por el sector comercial, pero también altos mandos militares. Cuando se habla de bachaqueo, es la consecuencia de un problema estructural. Eso está dirigido por grandes mafias. En la zona de fronteras hemos estado combatiendo esas mafias. El 22 de noviembre de 2011, en las Bocas de Río Viejo, Apure, se cometió una masacre contra cuatro dirigentes sociales nuestros. En la lucha que lleva el movimiento social logramos precisar una red de contrabando de alimentos y de gasolina. Al verse descubiertos, la respuesta fue una arremetida. También ocurrió el 29 de noviembre de 2003, la desaparición de un compañero dirigente social, y el 14 de noviembre de 2002 fueron asesinados dos compañeros que estaban desempeñando trabajo voluntario con el antes Indepabis, por sectores ligados al empresariado, el paramilitarismo, y algunas personas dentro de la Fuerza Armada. Este tema tenemos que abordarlo de manera seria y responsable porque si no atacamos la causa, la médula, no vamos a resolver el problema. El contrabando no es solo el pase de la frontera, sino que comienza con la importación de productos, su traslado a través del país. Existe mucha complicidad: jueces, fiscales, altos mandos militares. En la zona de la frontera se convierte en un gran negocio y nos genera graves problemas sociales. Por supuesto que golpea a la economía  venezolana, y también a la colombiana, pero en fronteras genera problemas sociales muy específicos. La gente abandona sus puestos de trabajo para sumarse a la subcultura del enriquecimiento con el dinero fácil. No está pensando ya en producir. Se incrementa la criminalidad y la descomposición social. Esas son las secuelas de la guerra, las consecuencias sociales de un fenómeno económico. Saludamos la lucha que se viene desarrollando, pero insistimos en que se toquen las altas estructuras. Por ejemplo, para nadie es un secreto la situación que se está dando con el combustible, se sabe que es un sabotaje en Pdvsa, pero allí deben castigarse a altos gerentes. Si tenemos los instrumentos para hacer la inteligencia y el seguimiento, debe hacerse la actuación. La gente en Venezuela quiere ver sanciones ejemplarizantes, que caigan presos ministros, gobernadores, alcaldes y altos mandos militares.

 

-¿Qué puede hacer la ANC al respecto?

-La ANC tiene varias figuras: las leyes constitucionales, los actos constituyentes. Podemos tomar medidas progresivas. Estamos llamados a construir una política revolucionaria para la zona de frontera en la que se incluya una política de depuración de los cuerpos de seguridad. Eso tiene que ver con inversiones, presencia, controles, y también debe depurarse al Poder Judicial, porque los jueces se han convertido en una gran mafia, en grandes carteles que se enriquecen. Deben adelantarse procesos contra ellos, sin temor. El pueblo quiere ver acciones ejemplarizantes. Tiene que caer la persona que comete el delito, pero los actores intelectuales deben sufrir el peso de la ley. Es allí donde nosotros debemos tomar medidas.

 

-¿Basta con las leyes existentes o es necesario que se creen nuevas normativas?

-Hay leyes que lo que requieren es que se apliquen, y eso tiene que ver con voluntad política. Pero hay también aspectos que se deben adelantar. Desde la ANC estamos dando una gran discusión al respecto.

 

-Luego de todos estos años, ¿cuál es el balance acerca de la gestión de la Revolución en materia de tenencia de la tierra?

-La lucha por la tierra que emprendió el comandante Chávez es una lucha justa, que ha costado más de 300 dirigentes campesinos asesinados. Tenemos 30 millones de hectáreas aptas para la producción agrícola, de las cuales hemos recuperado tres millones y pico. Todavía hay latifundio. Ahora, en la tierra que rescata la Revolución debe consolidarse la producción. Se han cometido muchas fallas, y allí también hay que hacer una revisión de las políticas. Allí también han surgido mafias, con el financiamiento, con la tierra. Hay funcionarios que le cobran al productor para incorporarlo y le vuelven a cobrar luego para otorgarle financiamiento. Nosotros planteamos la creación de un Ministerio de la Soberanía y Seguridad Alimentaria, para unir al Ministerio de Agricultura y el de la Alimentación. Al estar separados, alguna gente en el despacho de Alimentación lo que busca es importar alimentos, para manejar divisas y robárselas, y no la producción de alimentos. Si nosotros lográsemos simplificar estas estructuras y concentrarnos en la producción nacional de alimentos, tendríamos un gran avance. Los municipios deben ser productivos, convocar a todos los factores de la vida social: pequeños, medianos, grandes, a los privados, para lograr incrementar la producción. El enemigo se ha dado cuenta de que en estos años de Revolución no hemos incrementado la producción al ritmo del crecimiento poblacional, y por esa gran debilidad nos golpea, para someter al pueblo, que ha sido muy valiente. Hemos dicho que no basta con ganar elecciones. Ganamos la ANC y las regionales porque la gente sigue teniendo esperanza, y tenemos que ganar también las municipales, pero no es suficiente con eso, sino que debemos consolidar esas victorias haciendo gobiernos eficientes que tomen la bandera de la producción como una de las principales, junto a combatir la corrupción, la ineficiencia y la especulación. Medidas que ese pueblo está reclamando, batallas desde el punto de vista ético que debemos dar. No podemos tener alcaldes,  gobernadores y ministros que anden pensando en enriquecerse y se distancien de las necesidades cotidianas de la gente. No podemos quedarnos en la estrategia general, tenemos que ir al día a día de la gente, a lo que padece el pueblo. Nosotros le pedimos a la gente que sea leal, pero también la dirigencia, en primera línea, debe demostrar su lealtad y para eso hay que llenar las expectativas de la gente.

 

-¿Qué perspectiva hay en el estado Apure para las municipales?

-En Apure tenemos siete alcaldías y estamos en campaña, pero más allá de eso lo que debemos hacer es un quiebre del modelo de gestión municipal, que ya se agotó. No podemos seguir actuando bajo la lógica de ese modelo agotado, tenemos que hacer una revolución a lo interno, transformar al Poder Público Municipal, ampliando la participación de la gente, mejorando la atención de sus problemas cotidianos, si no lo hacemos no estamos consolidando la Revolución. Se requieren un cambio de actitud de cada alcalde. No se trata de decir que vamos a proteger a la gente, sino lograr que la gente sea gobierno, que se empoderen. Esa es la verdadera democracia revolucionaria y participativa. La gente sabe y puede gobernarse. Si nosotros no facilitamos los procesos para que la gente sea protagonista, eso no se hará. Allí es donde está nuestra responsabilidad. Las alcaldías deben ser herramientas para la solución de los problemas de la comunidad. Muchas veces nos conseguimos alcaldes llenos de ineficiencia e incapacidad, con gran potencialidad para robarse los recursos. Eso es lo que tenemos que combatir. La gente está dispuesta a garantizar modelos de gestión participativos, productivos, eficientes y transparentes.

 

-¿Cuál es el nivel de desarrollo de Apure en materia de consejos comunales y comunas?

-En  Apure tenemos una experiencia importante en organización comunal. Por ejemplo, el municipio Páez, que es fronterizo, es el que tiene más comunas organizadas. Hemos creído que se debe generar un proceso organizativo en todo el corredor de fronteras, consolidar la organización social. Eso nos ha permitido llegar a un nivel en el que la frontera de Apure es muy distinta a la de Táchira y Zulia. Tenemos niveles de organización y mecanismos de control frente al contrabando y el paramilitarismo, incluso frente a sus nuevas modalidades y modus operandi.

 

(Clodovaldo Hernández / [email protected])

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