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La implosión de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) fue el objetivo que se planteó un cartel de delincuencia organizada enquistada en la estatal petrolera – integrada por gerentes y funcionarios de alto rango- mediante la extorsión, alteración de cifras de producción, destrucción de bienes y firma de contratos fraudulentos con empresarios.

 

En más de tres meses de averiguaciones, el Ministerio Público ha logrado desentrañar un plan para sabotear la producción de crudo, con el propósito de afectar a la economía venezolana y provocar un déficit fiscal, reveló el fiscal general de la República, Tarek William Saab.

 

En el caso de Pdvsa Yagua, estado Carabobo, la Fiscalía descubrió una red de extorsión integrada por funcionarios de la estatal petrolera que contactó de manera ilícita a más de 100 contratistas que exigían el pago de comisiones de facturas pendientes en bolívares o en dólares, en nombre del presidente de la empresa.

 

Mientras que en la filial Bariven, la Fiscalía encontró un sinnúmero de irregularidades en los procesos de compra con altas tasas de sobreprecios en los contratos en bolívares y dólares que oscilan entre 100% y 98.000%.

 

Las investigaciones han arrojado hasta la fecha una serie de irregularidades en contratos con sobreprecio en la Faja Petrolífera de hasta 230%, que causaron un daño patrimonial por más de 200 millones de bolívares.

 

También se descubrió una red de funcionarios que se dedicó al desmantelamiento de más de mil vehículos en la División Pdvsa Carabobo, en el estado Monagas, para traficar con este patrimonio.

 

Una trama de corrupción, sabotaje y espionaje en la alta gerencia de Citgo Petroleum Corporation -subsidiaria de Pdvsa- dejaron al descubierto la participación de agencias financieras estadounidenses relacionadas con los fondos buitres y de compañías registradas en paraísos fiscales.

 

El patrimonio de la nación y de la propia subsidiaria de Pdvsa se comprometiron con la firma de contratos de refinanciamiento de deuda de los años 2014 y 2015 de hasta 4 mil millones de dólares, bajo condiciones desfavorables para la industria petrolera venezolana y a espaldas del Ejecutivo nacional.

 

Hasta la fecha han sido aprehendidos 65 gerentes de Pdvsa, por hechos de corrupción y sabotaje a la industria estatal, de los cuales 16 ocupaban altos cargos.

 

Entre los detenidos se encuentran el exministro de Petróleo, Eulogio del Pino; el presidente de Pdvsa, Nelson Martínez; el director ejecutivo de la Faja Petrolífera del Orinoco, Pedro León; el presidente de la Corporación Venezolana de Petróleo, Orlando Chacín; el presidente de Bariven, Francisco Jiménez, y el director ejecutivo de la División Occidente de Pdvsa, Gustavo Malavé.

 

La Fiscalía determinó la presunta responsabilidad de del Pino, a quien también se le vincula con la alteración intencional de cifras fiscalizadas de producción de crudo entre 2014 y 2017 mientras se desempeñaba en la Dirección Ejecutiva de Exploración y Producción Oriente Pdvsa, división Punta de Mata, que causó daños por 1.156 millones 900 mil dólares por barriles de crudo no producidos en ese período.

 

La empresa mixta Petrozamora, ubicada en el estado Zulia, dejó de producir 15 millones de barriles de petróleo entre 2015 y 2017, a razón de 15.700 barriles por día, producto de acciones de sabotaje y corrupción.

 

En 2002 se intentó paralizar a Pdvsa

 

Esta no es la primera vez que sectores intentan paralizar la industria petrolera venezolana. Entre diciembre de 2002 y primeros dos meses de 2003 la vieja nómina mayor de la principal industria del país se alineó con actores de la oligarquía para promover un paro petrolero que le costó a la nación pérdidas en miles de millones de dólares.

 

Cifras publicadas del Banco Central de Venezuela (BCV) indican que como el resultado del paro petrolero del 2002-2003 se registró una contracción de 9,2% del Producto Interno Bruto y una caída de la actividad económica de 27,7%. Mientras que los datos de Pdvsa reseñan pérdidas por 2.598 millardos de dólares.

 

(AVN)