En ocasión de la decisión del juez británico Nigel Taere, con la que se otorgó el control a Juan Guaidó de 31 toneladas de oro pertenecientes al Estado venezolano depositadas en el Banco de Inglaterra, en Desde Donde Sea, Miguel Ángel Pérez Pirela explicó el carácter fraudulento de la decisión, toda vez que no existe ninguna ley ni dentro ni fuera del territorio que autorice a particulares a manejar las riquezas de un país.

En primer término, el experto se refirió a la ausencia de cuentas del «supuesto gobierno de Juan Guaidó». «No hay cuentas. Por eso terminan en las cuentas privadas de ellos o quizá, peor: terminan en las cuentas del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos», dijo, aludiendo con eso al largo historial de despojos y expolios de la riqueza criolla que ha protagonizado el todavía parlamentario.

Asimismo, explicó que las normativas internacionales impiden disponer de ese oro, porque «hace parte del patrimonio venezolano» y, para empeorar las cosas, le fue entregado a una persona de cuestionada probidad, toda vez que en poco más de un año, Guaidó se ha visto envuelto en múltiples escándalos de corrupción que incluso dividieron a la oposición.

Así, relató el director de LaIguana.TV, el pasado jueves 02 de julio la justicia británica representada por el juez comercial de la Alta Corte de Londres, Nigel Taere, falló a favor de la causa interpuesta por el autoproclamado, con un dictamen en el que se afirma: «El Gobierno británico reconoce al señor Guaidó en la capacidad de presidente constitucional interino de Venezuela. En virtud de la doctrina ‘una única voz’, la corte debe aceptar esa declaración como inequívoca».

«¿Quién carajos será Nigel Taere? Un tipo que termina de dictaminar y se va a cenar en su casa –imagino, con su esposa–, un burócrata aburrido y frío, bucólico, que termina decidiendo sobre lo que no es de él –por cierto, tampoco de Inglaterra–, sobre lo que es de 30 millones de venezolanos y venezolanas. ¡Carajo, al menos tengan los pantalones de hacer otra cosa! Una acción, no sé, ¿pero con un cachetón burócrata juez comercial de Londres?», cuestionó.

Con base en tal decisión, continuó, Taere concluyó que Juan Guaidó formaba parte de la junta del Banco Central de Venezuela y que, por tanto, a él le correspondía decidir qué hacer con esos activos de Venezuela.

Adicionalmente, Pérez Pirela comentó que el parlamentario «nunca ha pisado el Banco Central de Venezuela, ni siquiera las instalaciones», que su «supuesta embajadora» en el Reino Unido «no vive en Venezuela hace muchos años, es gringa» y no habla fluidamente el castellano, así como que «el supuesto procurador», José Ignacio Hernández, «confesó que no tiene ni siquiera una hojita timbrada que diga ‘República Bolivariana de Venezuela’ o un sello».

De este modo, el reconocimiento de Guaidó como «presidente interino constitucional de Venezuela» por parte del Reino Unido, además de violentar el marco jurídico internacional, deja claro una innegable violación a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, puesto que esa figura bajo la cual se amparan el diputado y sus colaboradores, no existe y, en su lugar, lo que sí han logrado conformar «es una operación financiera para despojar en tiempo récord a Venezuela de todas sus riquezas, para ellos hacerse ricos» rápidamente.

(LaIguana.TV)