«Es justo ahora cuando en Venezuela debemos tomar medidas más arduas para enfrentar el Covid-19 porque la curva ha comenzado a subir y estamos rodeados por países en los que, por irresponsabilidad de sus gobiernos, la pandemia está fuera de control», advirtió nuevamente Miguel Ángel Pérez Pirela, en su programa de televisión 2.0 Desde donde sea.

En una emisión que dedicó al sacerdote zuliano Vidal Atencio, fallecido en Maracaibo, el filósofo y comunicador insistió en resaltar la contradicción que se aprecia en el comportamiento de mucha gente, que se cuidó escrupulosamente hace dos o tres meses, cuando en Venezuela se registraban apenas unos casos diarios, con muy pocos fallecidos, pero que ha relajado completamente las normas preventivas ahora, cuando ya prácticamente todos los días hay entre 200 y 400 infectados y uno o dos fallecidos.

Recalcó que esta preocupación es válida, a pesar de que las cifras venezolanas siguen siendo mucho menores que el resto de América Latina, pues todo el continente es en la actualidad el epicentro de la pandemia.

Pérez Pirela, tras lanzar una vez más este pertinente alerta (lo ha hecho en forma reiterada en los últimos programas), desarrolló el planteamiento central de esta emisión: las políticas neoliberales hacen más letal al Covid-19 de lo que ya es por naturaleza. Como muestra expuso los casos de Brasil y Ecuador.

Nevera o féretro

Una persona de la audiencia  expuso las tres razones a las que le atribuye la menor observancia de las normas de cuarentena, distanciamiento físico y uso de mascarillas en Venezuela: 1) gente hastiada del encierro, 2) gente que vive del día a día, que no tiene sueldo fijo, y 3) gente torpe que no cree que el coronavirus sea real.

El moderador comentó sobre las personas que deben salir a buscar el sustento diario. Dijo que están obligadas a preguntarse qué prefieren, si tener la nevera llena o un féretro lleno. «Es duro esto que digo, pero es la realidad. Estamos envueltos en una paradoja, en un problema cuya solución es otro problema. No nos podemos quedar encerrados toda la vida, pero si salimos a buscar el pan de cada día y regresamos con el pan y con el coronavirus, ponemos en peligro nuestras vidas y las de todos nuestros familiares».

Señaló que entre los que incumplen las normas preventivas hay también muchos jóvenes que, algo natural en esa etapa de la vida, creen que son inmortales, que no les va a pasar a ellos o que el Covid-19 es una enfermedad de la tercera edad. «En Venezuela, la gran mayoría de los infectados tienen menos de 40 años», subrayó.

Manifestó su pleno acuerdo con un participante que le atribuyó el  incremento de los niveles de contagio en Venezuela al ingreso masivo de personas que vienen de países donde el Covid-19 está fuera de control debido a la irresponsabilidad de sus gobernantes.

En un paréntesis obligado, por la pregunta insistente de una participante acerca de la razón por la cual, según ella, el presentador del programa, supuestamente, se encontraría fuera del país, contestó: «Estoy en Venezuela y me quedó en Venezuela. La única manera de que me vaya es que me saquen a la fuerza, y ni así… Por el contrario, estoy luchando 18 horas al día para que los que están fuera regresen a trabajar con nosotros».

En ese punto recibió y transmitió, conmocionado, la noticia del fallecimiento del padre Vidal Atencio, a quien caracterizó como “un sacerdote zuliano entregado a su pueblo”.

Covid-19 + neoliberalismo: caso Ecuador

Abordó entonces el punto central de la investigación realizada para este día (martes 07 de julio): “Ha quedado demostrado que el Covid-19 mezclado con el neoliberalismo es más mortal. Una de esas demostraciones es Ecuador. La gestión de Lenin Moreno es de las peores a nivel mundial frente a la pandemia. En los últimos días se han colapsado de nuevo las funerarias. No solo en Guayaquil. También en Quito se han recogido personas fallecidas en la vía pública”, expuso.

Según los datos recopilados por el Equipo de Investigación, en Quito ya sumaban 110 los fallecidos extahospitalarios, es decir, las personas que murieron sin ser atendidas en centros de salud, entre el 4 de abril y el 6 de julio.

“Moreno prioriza el pago de la deuda externa, en vez de buscar alternativas para mitigar los efectos negativos de la pandemia para los trabajadores. Y, además, se jacta por Twitter de esta decisión. Escribió lo siguiente: ‘Actuar con decencia trae grandes resultados. Logramos un acuerdo con el grupo más importante de tenedores de bonos que permitirá: reducir la deuda en $1.500 millones, bajar el interés de 9.3 a 5.2%, ampliar el plazo por 10 años más y 5 años de gracia para pago de capital”, citó.

Los sindicatos y los partidos opositores deploraron que Moreno, en medio de una pandemia haya priorizado el pago de la deuda externa en detrimento de la clase trabajadora. “El Frente Unitario de Trabajadores dice que Moreno gobierna para las altas clases de la nación. Transportistas de Quito y educadores de la Unión Sindical de Trabajadores convocaron a una marcha en Guayaquil por despidos de maestros y el atraso en el pago de sus sueldos. ¡Qué peligro: una marcha en Guayaquil, que ha sido una de las ciudades epicentro latinoamericano de la pandemia…! Pero tienen que protestar porque, en medio de una pandemia, se han despedido educadores y a otros se les ha atrasado el pago de sus salarios”.

Recordó programas de hace varias semanas en los que se han denunciado las causas estructurales de lo que lo que está pasando en Guayaquil, Quito y el resto de Ecuador. “Esto tiene un motivo anterior a la llegada de la pandemia, y es que el sistema sanitario que había dejado Rafael Correa, fue desmontado  por Moreno para complacer las exigencias del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, a cambio de préstamos”.

Usuarios que ven el programa desde Ecuador agregaron más detalles preocupantes: pese a que la enfermedad sigue haciendo estragos, el gobierno ha autorizado la reapertura de cines en Guayaquil.

“Ese señor llegó a la presidencia por traición y el puesto le quedó grande”, opinó Pérez Pirela.

Covid-19 + neoliberalismo: caso Brasil

Una de las noticias del día en torno a la pandemia fue que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro,  salió positivo de lo que él llamaba desdeñosamente “la gripecita”, aunque eso no le ha impedido seguir incumpliendo y llamando a desconocer las normas preventivas.

“Esa gripecita ha hecho que Brasil represente casi la mitad de los infectados en Latinoamérica.

Bolsonaro, de 65 años, da positivo por coronavirus, pero dice que se encuentra perfectamente bien, con síntomas leves que está tratando. Hizo todo por infectarse y eso no me preocupa ni un poco, pero también hizo lo posible por infectar al pueblo y a sus seguidores, quienes lo han apoyado en un arrebato de estupidez animal o, mejor dicho, de inteligencia mineral. Hay que ser bien bolsa para seguir a un loco demente, que se cree profeta eterno como Bolsonaro. Es imperdonable que se haya llevado a una parte del pueblo con sus imprudencias. Y ahora insiste en su campaña contra el distanciamiento social”.

Irresponsable, inmoral, inhumano, fueron algunos de los epítetos que encontró el filósofo y comunicador para referirse al mandatario brasileño, pero una persona del público sugirió
que “lo peor que se le puede decir a Bolsonaro es Bolsonaro”.

“Estoy de acuerdo. Imagínense que ahora vetó, prohibió el uso de mascarillas en cárceles y centros de detención, aunque sabe que estos lugares están hacinados. Es un asesino. Está condenando a la muerte a 750 mil privados de libertad que hay en Brasil”, añadió.

Indicó que tras EEUU, Brasil es el país más afectado tanto en contagiados como en número de muertos. El peligro trasciende sus fronteras, pues Brasil es el responsable de más de la mitad de contagios y decesos por coronavirus en América Latina. Lo peor es que, por falta de test suficientes, el número podría ser mayor. Rememoró las entrevistas que sostuvo en el programa con la presidenta del Partido de los Trabajadores, Gleisi Hoffmann, y con el diputado federal Paulo Pimenta, quienes relataron que el gobierno estaba ocultado las cifras y fue necesario un recurso jurídico ante el Tribunal Supremo para que volviera a informar al respecto.

“Bolsonaro debería ser juzgado por crímenes de lesa humanidad”, expresó un participante.

Sigue el reparto de la Amazonía

Mientras el país es sacudido por la pandemia, el gobierno ulltraderechista de Bolsonaro sigue repartiendo la Amazonía entre las transnacionales y los intereses de la oligarquía agropecuaria brasileña.

“Los indígenas y campesinos que habitan esas regiones están atrapados entre Bolsonaro y el Covid-19. El gobierno ha ofrecido 11,6 millones hectáreas de la Amazonía a transnacionales para la explotación ilegal. Esto significa 23% del total de áreas forestales del Estado, que están habitadas por comunidades indígenas y campesinas, las cuales van a ser desplazadas por las empresas. ¡Qué peste es Bolsonaro! Para eso sirven los presidentes que EEUU impone en América Latina, pues algo similar está ocurriendo en Bolivia, luego del golpe de Estado. Bolsonaro lo dijo abiertamente, desde su campaña electoral anunció que no reconocería ni un centímetro más para los indígenas. El Grupo Bancada del Buey es uno de los sectores que apoya a Bolsonaro en esos planes”.

Medidas como esa siguen causando grandes conflictos internos. Según una nota periodística, “el Ministerio Público Federal de Brasil pidió el lunes que el ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles, sea apartado de su cargo por ser considerado directamente responsable del desmantelamiento del sistema de protección ambiental del país”.

“Esta es otra prueba de la anarquía institucional que hay en Brasil. Ministros que se pelean entre ellos y dimiten, y partidos que se unen para tratar de frenar las locuras de Bolsonaro”.

Refirió otra noticia que señala que el Ministerio Público abrió también una investigación en torno a la presencia de una misión militar y de otros organismos estatales, tras considerar que se puso en riesgo de contagio de Covid-19 a las aldeas de pueblos yanomami y yekuana, en Amazonas.

“Las autoridades brasileñas buscan determinar si el ingreso en las tierras indígenas, entre el 30 de junio y el 1 de julio, se produjo sin autorización y si hubo violaciones de las reglas de distanciamiento social por parte de la comitiva que incluyó a una veintena de periodistas.

El objetivo es investigar la distribución de cloroquina a las comunidades indígenas, ingresar a los territorios sin consultar previamente con sus pueblos, sin tener en cuenta la decisión de aislar a muchas de sus comunidades, la violación de las reglas de distancia social, la presencia expresiva de medios de comunicación en contacto con los pueblos indígenas y la eficiencia de la operación con grandes gastos de recursos públicos”, leyó.

Agregó que estas declaraciones, el Hutukara Associação Yanomami, que representa a 27 mil indígenas de esa etnia (que también está asentada en Venezuela), expresó su desacuerdo y exigió medidas para controlar la invasión ilegal de buscadores de metales preciosos. “Este es el punto crucial: las riquezas de los territorios indígenas”, puntualizó Pérez Pirela.

Un participante del estado Amazonas de Brasil coincidió con el presentador respecto a que la clave de todo es la explotación de los recursos minerales que está causando la depredación del medio ambiente y el desplazamiento de los pueblos originarios.

Ultraderecha como riesgo sanitario

En el tramo final del programa, desglosó un artículo titulado “Covid-19, cuando ser gobernado por la ultraderecha es un factor de riesgo”, escrito por Luis Gonzalo Segura.

“Casualidad o no, los gobiernos de ultraderecha se muestran, aparentemente, más proclives a la expansión de la pandemia, de hecho, los tres países con mayor número de fallecidos son los Estados Unidos de Donald Trump; el Brasil de Jair Bolsonaro; y el Reino Unido de Boris Johnson. Tres países gobernados por ultraderechistas que compartieron la misma actitud ante el virus: negligencia y temeridad”.

“La expansión del virus se vio favorecida por la sorpresa inicial y por la actual tendencia al desmantelamiento de los estados en el mundo capitalista –especialmente el tejido público–, lo que ha provocado que los gobernantes parezcan más asesores de las multinacionales que gestores de los ciudadanos”.

“Ser gobernado por ultraderechistas en tiempos de pandemia es una invitación a la desgracia, incluso para los propios ultraderechistas, pues Boris Johnson fue ingresado por Covid-19 y Jair Bolsonaro acaba de dar positivo”.

Comentó Pérez Pirela que  la pandemia ha dejado al desnudo a los gobiernos neoliberales. “Sin Covid-19 era fácil hacer marketing para vender la idea de que los gobiernos derechistas son una maravilla y que sus países eran paraísos. Pero con el Covid-19 ha quedado todo al descubierto.

Para muestra un botón: ¿qué pasa en Venezuela y qué pasa en Brasil? Se puede ver proporcionalmente. Otro ejemplo: ¿Cuántos infectados y fallecidos hay en toda Cuba y cuántos hay solo en Florida o, más aún, solo en Miami?”.

Acotó que Cuba está pasando a la segunda fase de confinamiento con resultados muy buenos, a pesar de que fue uno de los últimos países que cerró acceso a pasajeros e incluso recibió vuelos y barcos que en Florida no querían recibir ni siquiera siendo de bandera estadounidense.

Destacó que la mediática global, cumpliendo el rol que le corresponde, siempre oculta lo negativo que ocurre en los países neoliberales y exagera lo que pasa en aquellos que tienen gobiernos alternativos. “Ayer, por ejemplo, estalló una camión de combustible en Colombia. Hubo un accidente y la gente se acercó a recoger un poco de gasolina… ¿Ustedes se imaginan que eso hubiese pasado en Venezuela? La noticia habría llegado a Saturno. Habrían dicho que los pobres venezolanos murieron por buscar una gota de gasolina en medio de la crisis humanitaria… Pero, como fue en Colombia, se quedaron calladitos. Colombia tiene buena publicidad, igual que Bolsonaro, que llegó a la presidencia por una injusticia contra Lula”.

Le preguntaron su opinión sobre la salida de EEUU de la Organización Mundial de la Salud, en medio de la pandemia. “Es una tremenda irresponsabilidad –dijo-. Lo que sucede es que Trump está desesperado. Biden le gana en todas las encuestas. En estos días fue a revisar las obras del muro con México y dijo que gracias a ese muro no había habido tantos contagios de Covid-19 procedentes de México. ¡Por favor!, cómo va a decir algo así, cuando está claro que EEUU está infinitamente peor que México en ese campo del Covid-19”.

Pérez Pirela hizo hincapié, sin embargo en que, a su juicio, para Venezuela y el resto de América Latina que esté Trump o que esté Biden en la presidencia de EEUU “es estrictamente lo mismo”.

Libro

En esta oportunidad recomendó El siglo de las luces de Alejo Carpentier, obra a la que llamó “un monumento de la literatura latinoamericana y mundial”.

In memoriam

Antes de finalizar, quiso darle al programa el carácter de tributo al padre Vidal Atencio, “un hombre bueno, trabajador y dedicado a los más humildes; un hombre de Dios con los pies bien anclados en la realidad y las necesidades de los más pobres”.

(LaIguana.TV)