Un hombre de Samoa ha pasado cerca de de cinco años más en prisión de lo que debía debido a que ni él ni las autoridades se percataron de que las dos sentencias por las que estaba condenado debían cumplirse de manera simultánea y no de forma consecutiva, informa el diario Samoa Observer.

El recluso, identificado como Sio Agafili, de 45 años, tenía que haber sido liberado a finales de 2015, pero permaneció recluido hasta hace poco, cuando un juez descubrió el error. «Nadie me dijo cuándo debía terminar mi condena en la cárcel», lamentó durante una entrevista el hombre, padre de tres hijos. «Perdí la cuenta de los días. No recordaba mucho sobre cuándo debía estar fuera, solo sabía que tenía que cumplir mi condena», agregó.

Agafili fue sentenciado a siete años de prisión en noviembre de 2008 por robo. Un mes más tarde, recibió otra condena de cinco años por otros delitos. Las dos sentencias tenían que haberse cumplido de forma simultánea, de acorde al código de justicia penal de Samoa. En total, Agafili pasó cuatro años y ocho meses adicionales en prisión, recoge RNZ.

Ese detalle fue pasado por alto incluso por las instituciones penitenciarias y de justicia. Fue solo hasta la semana pasada cuando el juez de la Corte Suprema Leiataualesa Daryl Clarke notó la equivocación mientras llevaba el caso de una fuga masiva en la prisión de Tanumalala, en la que Agafili permanecía recluido.

La Policía admitió ante el tribunal que el hombre estaba siendo detenido ilegalmente y este fue puesto en libertad bajo fianza mientras espera la sentencia de su presunta participación en la fuga.

Por su parte, el abogado de Agafili, Muriel Lui, señaló que es posible que su cliente solicite una indemnización. «Su derecho a la libertad ha sido violado», alegó, señalando que el hombre «no se dio cuenta de nada».

Lui además se mostró preocupado por la posibilidad de que otros prisioneros de Samoa pudieran estar pasando una situación similar. El sistema penitenciario del país ha sido criticado por casos de corrupción, violaciones de derechos humanos e incompetencia administrativa, según The Guardian.

(RT)