Hablando de un problema que unió en pánico, necesidades e incertidumbre más allá de diferencias culturales, sociales y políticas: el Covid-19, bien podríamos partir y quedarnos con las cifras, y con eso sería suficiente para resumir que el primer lugar como peores presidentes ante el Covid-19 se lo están peleando Donald Trump (EEUU) y Jair Bolsonaro (Brasil).

Durante y después de la pandemia (si existirá un después), ya sabemos que en los mandatarios de esos países no podemos confiar ni cayéndonos a mentira. Con Bolsonaro, corren riesgo hasta los periodistas, y un magnate como Trump ha incurrido hasta en vulgar piratería al robar insumos médicos y mascarillas a Europa para concederlas a su aliado militar: Israel.

Si nos quedáramos en las cifras,  ahí quedaría resumido, quiénes son los peores presidentes de la historia moderna, en tiempos de mediatización extrema y en medio de una pandemia, pero hablar de coronavirus es hablar de fondo y forma, de discursos y estrategias ante lo impensable.

Las formas

¿Cuántos presidentes han logrado trasmitir a su población calma en medio de un tsunami de ansiedad?  ¿Qué impacto ha tenido esto en los connacionales conscientes de que no existe vacuna para el Covid-19? La respuesta a estas interrogantes es ofrecida en esta entrega de Entre Líneas, a través de discursos y políticas de quienes sí han dado la cara oportunamente ante los peligros que representa el Covid-19 para la humanidad.

El fondo: Verbo y hechos a tiempo

¿Cuáles presidentes no esperaron a tener cifras exorbitantes de casos de contagio y decesos para tomar medidas en beneficio de la población? En este renglón destacan Venezuela y Cuba, aunque los medios internacionales poco o nada digan de las medidas económicas, sociales, sanitarias y laborales que tomaron sus mandatarios, Nicolás Maduro y Miguel Díaz- Canel desde que se registraron los primeros casos de contagio en sus territorios.

Peor que peores: Negligentes y serviles a los intereses privados

En este renglón existe un consenso, Lenín Moreno (Ecuador), Sebastián Piñera (Chile), e Iván Duque (Colombia), todos, se merecen un puesto de deshonor. Moreno no tomó medidas sino hasta que ya era muy conocido que caían las personas muertas en las vías públicas de Guayaquil; Piñera sacó a las calles a los carabineros para reprimir manifestaciones de chilenas y chilenos que padecen hambre en confinamiento; mientras que Duque anunció 3 días sin IVA para darle un respiro a la economía aglomerando ciudadanos mediante estafas y ofertas engañosas.

Entre Líneas habla de presidentes, pues por ellos vota la mayoría de la población, pero esta pieza de análisis invita a la reflexión, puesto que los empresarios y sectores privados que recurrentemente suelen sumarse a las contiendas electorales, también han demostrado de lo que son capaces cuando la ciudadanía requiere su atención: despidos masivos, disminución de salarios, suspensión de contratos, reducción de beneficios laborales, etc. 

Soberbia e indiferencia de los más poderosos y que se jactan de ser más grandes; negligencia de los que se sienten poderosos y se venden a las trasnacionales, y valentía y eficiencia por parte de los más golpeados, bloqueados y asfixiados económicamente en tiempos de crisis global, todo eso hemos visto y ha quedado en evidencia desde que la OMS decretó al Covid-19 como pandemia.

Desde el colapso del sistema sanitario en España e Italia hemos constatado que el Estado y políticas públicas que prioricen al ser humano son los únicos capaces de resolver las problemáticas que aquejan al 99% de la población. Resta esperar a ver qué decidirá recordar esa mayoría cuando se vuelva a encontrar ante una urna electoral.

(Naile Manjarrés/LaIguana.TV)