A través de su cuenta en Twitter, el senador Gustavo Petro utilizó la reciente detención del expresidente y actual senador, Álvaro Uribe Vélez, para ilustrar la inmensa desigualdad que existe en Colombia.

«Tanta es la desigualdad en Colombia, que la cárcel de Uribe es más grande que todas las cárceles del país juntas», escribió Petro.

El pasado martes 4 de agosto, la Corte Suprema le dictó una «medida de aseguramiento preventiva» al exmandatario «como presunto determinador de los delitos de soborno a testigo en actuación penal y fraude procesal», lo que se traduce en una prisión domiciliaria.

Durante la cuarentena, Uribe se trasladó a su hacienda El Ubérrimo, ubicada en Montería (Córdoba), que, según el portal ColombiaCheck, posee una extensión de cerca de 1.300 hectáreas, un dato que puede corroborarse al consultar el libro Por las sendas del Ubérrimo, escrito por Iván Cepeda Castro y Alirio Uribe, dos figuras enfrentadas a Uribe Vélez.

«La investigación de los autores arrojó que, según los certificados de libertad y tradición, 38 de los terrenos (752,8 Ha) estaban a nombre de Agropecuaria El Ubérrimo S.A.S., empresa familiar que gerencia la exprimera dama Lina Moreno de Uribe. Otros 17 predios (que suman 341,3 Ha) aparecieron con el propio expresidente como titular; dos lotes más (de 130,6 Ha) eran directamente de su esposa y los cuatro restantes (86,5 Ha) pertenecían a sus dos hijos, Tomás y Jerónimo», precisa el portal.

Asimismo, se indica que el área demarcada de la hacienda, «es 163 veces más grande que las tierras de la sociedad y 94 veces más que el área total que poseía la familia en 2014, según los datos obtenidos y publicados por los mencionados políticos del Polo Democrático».

Por su lado, El Colombiano Indignado sostiene que Uribe reconoció en una entrevista concedida a Blu Radio en 2017 que sus tierras tenían «alrededor de 1.500 hectáreas».

En un informe elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) en conjunto con el Ministerio de Agricultura de Colombia, se refiere que la concentración de la tierra en ese país es muy alta y que «la estructura rígida de concentración de la propiedad de la tierra es resultado de: i) la distribución desigual desde los siglos de administración colonial, ii) la implementación continua de políticas de asignación de baldíos, ii) la incidencia de distintos conflictos armados sobre la ocupación de los espacios rurales y, iv) las políticas de reformas agrarias emprendidas durante el siglo XX».

Respecto la situación carcelaria, el panorama no es mucho mejor. Un trabajo especial realizado por la Unidad de Datos del diario El Tiempo asegura que el porcentaje de hacinamiento roza el 54 % y que «por cada nuevo cupo que se crea en una cárcel colombiana, llegan tres reclusos», lo que indica un déficit permanente de plazas, a lo que se suma la gran proporción de sindicados –reclusos sin sentencia–, que representan un tercio de la población carcelaria del país, estimada por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de Colombia (Inpec), en 121.356 personas.

De lo anterior se deduce el porqué del cuestionamiento del senador Petro: mientras que Uribe, que pertenece a la clase política y a la élite terrateniente de Colombia se le fija como sitio de reclusión un emplazamiento de gran extensión y con toda clase de comodidades, la mayor parte de los imputados en ese país debe compartir celda en condiciones que reproducen «un sistema de vida indigno», en el que acaba por comprobarse «la tesis de que las cárceles colombianas son la ‘universidad del mal'», como se subraya en el especial de El Tiempo.

(LaIguana.TV)