Una enorme campaña de marketing político se puso en marcha en Colombia para presentar a Álvaro Uribe Vélez como una víctima, mientras, en paralelo, factores muy poderosos intentan llevar a cabo una reforma exprés del Poder Judicial que deje sin efecto el juicio que ha puesto al expresidente en prisión domiciliaria.

En el segundo programa dedicado al tema esta semana, Miguel Ángel Pérez Pirela mostró el espectro completo de las reacciones a la orden de detención de Uribe, que van desde el presidente colombiano, Iván Duque, hasta los congresistas opositores que han liderado el debate, pasando por artistas y ciudadanos comunes, tanto partidarios como detractores del exmandatario.

Antes de entrar en materia, invitó para el programa del viernes 07 de agosto, una conversación con el pensador latinoamericano Enrique Dussel, uno de los grandes pilares de la filosofía de la liberación y del pensamiento descolonial. «Es una maravillosa oportunidad que nos da la vida de hablar con este gran maestro».

Victimización y reforma exprés

«El martes, la Corte Suprema de Justicia le dictó casa por cárcel, confinamiento, según los términos que se usan en Colombia, y ya el miércoles, Uribe declara que salió positivo a Covid-19. Se inició un  proceso de victimización de Álvaro Uribe Vélez. No tengo la menor duda de que detrás de esa campaña se encuentran figuras como JJ Rendón. El uribismo prendió la máquina de la victimización para favorecer un cambio de la Constitución o reformar la justicia colombiana y así  hacerle un traje a la medida de Uribe, para que pueda evadir su responsabilidad», expresó.

«Tan pronto se produjo la medida, comienza una campaña de marketing, muy bien orquestada, muy bien pagada, a cargo de manipuladores de oficio que siempre han estado en las campañas del Centro Democrático, partido de Uribe, especialistas en propaganda negra. Comenzó una operación en el campo de la psicología social, para victimizar a Uribe y, al mismo tiempo, una ofensiva política para reformar la Constitución o las leyes que rigen el Poder Judicial, orientada a evitar que Uribe sea castigado».

Advirtió que la batalla apenas está comenzando, el juicio, si es que se va a dar, está en su fase inicial, y la misma Corte podría declararlo inocente. «Así que es tan grave manipular para salvar a Uribe como creer con optimismo enfermizo que ya el Centro Democrático murió y ya Uribe está preso».

Citó para comenzar a Gustavo Petro e Iván Cepeda, actores fundamentales en el proceso contra Uribe. Ambos se han pronunciado contra esa propuesta de reformar la estructura judicial para salvar al exmandatario.

Petro dijo en el Congreso que está preocupado por el empeño en obstruir la justicia, porque esta debe ser «poderosa y autónoma». Fustigó al partido uribista que, en su opinión, procura la destrucción de la justicia especial para la paz.

Petro recordó que reformar el sistema judicial es una antigua ambición de Uribe, quien hizo un intento en 2007, cuando estaba en el poder directo.

También Cepeda habló del tema. Este senador es hijo de un dirigente de izquierda que fue asesinado durante la ola de violencia que costó la vida a 4 mil militantes y líderes del partido Unión Patriótica (agrupación  que había surgido tras la pacificación del M-19). El parlamentario fue acusado por Uribe de presionar a testigos para que declarasen en su contra, pero terminó demostrándose lo contrario, que fue Uribe quien chantajeó y sobornó a testigos en contra de Cepeda, lo que marcó el inicio del proceso contra el expresidente.

«Cepeda dice que los delitos a los que debe responder Uribe son graves y no pueden pasar por debajo de la mesa, eso a pesar de que no se le está juzgando por matanzas y falsos positivos, sino por amenazar y sobornar testigos y por sus intentos de engañar a jueces. Por eso la decisión de la Corte no es caprichosa ni fortuita. El Centro Democrático ha planteado cambiar la estructura del Poder Judicial, de modo que la Corte Suprema no esté compuesta por tres altas cortes, sino que se unifique en una sala. Cepeda considera que esa es la salida más antidemocrática. Señaló que de seguir esa lógica, cada vez que una institución tome una decisión que no le guste a alguien muy poderoso, esa institución será eliminada», puntualizó Pérez Pirela, quien comparó la situación con la del niño malcriado que va perdiendo en el juego y quiere cambiar las reglas de este. 

«Cepeda criticó al Centro Democrático y al presidente Duque por interferir en las decisiones del Poder Judicial. Exigió que dejen trabajar a los jueces. Dijo que Uribe perdió en tres instancias distintas y por ello debe iniciar el juicio y bajo confinamiento del acusado. También le recordó a Duque que no es el abogado defensor de Uribe, y que su misión como jefe del Estado es garantizar que las instituciones cumplan con su papel. Dijo: ‘El Centro Democrático tiene que respetar la justicia, como también debe hacer el señor presidente. Creo que el jefe de Estado no puede estar saliendo en la televisión y en los medios para decirle a la Corte cuáles son sus simpatías y cómo debería actuar, o qué decisiones debe adoptar. Debe comportarse el señor presidente como garante de la independencia de los poderes públicos'».

Según el también director de LaIguana.TV, Duque demostró que en Colombia es falsa la separación de poderes. «Él es el impulsor fundamental de estas lógicas para obstruir la justicia. Salió a pagar lo que le debe a Uribe: la presidencia de la República. Expresó solidaridad y apoyo y consideró que la justicia debería permitirle a Uribe defenderse en libertad. Si Jean Jacques Rousseau,  a quien hemos analizado acá  en los Viernes de Filosofía, escuchara hablar a Duque, le daría una embolia, porque Duque, siendo Poder Ejecutivo, pretende obligar a los jueces colombianos, al Poder Judicial”.

Añadió que Duque manifestó descontento con la decisión de la Corte Suprema y habló de reformar al Poder Judicial para salvar a un expresidente. Y su intención es que se haga rápido. Alega que el proceso constituyente tarda mucho, por lo que se pronunció a favor de mecanismos expeditos. «Uribe, tranquillo, que Duque te va a hacer un traje a la medida y rapidito, exprés y con delivery», ironizó.

Leyó las palabras de Duque al respecto: «Más que una Constituyente, que es un mecanismo legítimo e importante, pero implica un proceso largo, lo que el país necesita es avanzar en una reforma judicial».

La propuesta fue lanzada primero por la senadora Paloma Valencia, quien planteó eliminar las tres cortes que conforman la rama judicial: Constitucional, de Justicia y Consejo de Estado. «En sustitución de esas tres cortes se crearía una única corte con magistrados vitalicios, es decir, jueces que estén allí hasta su muerte, representando los sacrosantos intereses de Uribe… ¡perdón, de Colombia!», puntualizó.

«Esa unificación es uno de los fantasmas sexuales de Uribe desde los tiempos de sus mandatos. Las batallas no son nuevas, pues la Corte Constitucional le negó en 2009 la posibilidad de una segunda reelección», acotó.

Volvió a citar a Petro, quien dijo que esa propuesta del uribismo es una represalia por la decisión tomada y opinó que modificar la estructura sería contrario a los intereses de Colombia.

La senadora Griselda Lobo, del partido FARC dijo: «La Constituyente que propone el Centro Democrático uribista, según ellos para  despolitizar la justicia y renovar la confianza en las instituciones, es el paso definitivo hacia la dictadura abierta en Colombia. Es la muestra de que aborrecen la paz y la justicia social».

Una reforma judicial en Colombia sí es necesaria, pero no una cualquiera porque se está tratando de hacerla para favorecer a una persona. El Ministerio de Justicia ha planteado un borrador de 25 artículos que contempla aumentar el periodo de los magistrados de 8 a 12 años y establecer suspensiones de seis meses a magistrados cuya conducta afecte la confianza pública. Las elecciones de magistrados se harían por mayoría simple en caso de que no se logre consenso o mayoría calificada.

Reacciones políticas y de la ciudadanía


Congresistas uribistas convocaron a las calles y realizaron una caravana de vehículos para repudiar a la Corte. Sumaron seguidores y dejaron a su paso altercados entre simpatizantes y detractores se Uribe, que fueron grabados y viralizados en redes sociales a partir de la etiqueta #pásemelapistola. 

“Yo insisto en que se trata de laboratorios de opinión con recursos multimillonarios y no me extrañaría que JJ Rendón esté detrás de todo esto. Se han desplegado en Colombia para lavarle la cara a Uribe, al punto de ridiculez ilimitada, infinita, de equipararlo con Simón Bolívar. La senadora Valencia comparó la obra de Uribe con la del Libertador… ¡Francamente… Un poquito de por favor! -protestó el filósofo y comunicador. En esta operación de marketing hablan de Uribe como el presidente más importante que ha tenido Colombia en cien años. Casi proponen quitar a Bolívar de las estatuas en las plazas y poner a Uribe en su caballo».

Salieron personas a la calle a apoyar a Uribe, pero también otras a expresar su alegría y apoyo a la decisión de la Corte, aun en medio de la pandemia. Posicionaron los hashtag Aplauso a la Justicia y Yo rodeo a la Corte.

Se escucharon consignas como «Uribe en la cárcel, el pueblo en las calles» o «Por fin Uribe pasó de presidente a presidiario. Colombia celebra». Otra etiqueta «No más noticias Caracol», por la cobertura parcializada de dicho medio a favor de Uribe.

«Inmediatamente el séquito de artistas colombianos, utilizados por la oligarquía colombiana y los lobbies mayameros, salieron a respaldar a Uribe. Son  los mismos que están prestos a opinar contra Venezuela, los que propiciaron una invasión desde Cúcuta a partir de un concierto. Por ejemplo, Sebastián Yatra, que me disculpan, pero no sé quién es… A mí, háblenme de Schopenhauer, de Friedrich Nietzsche, de Platón o Aristóteles o de John Rawls y Charles Taylor, de Hobbes o Rousseau, de Locke o Montesquieu, pero a Sebastián Yatra solo lo vi cuando le dio una serenata a este señor que se dice presidente de Venezuela, Juan Guaidó, y él lo escuchó con los ojos iluminados… Bueno, Yatra dijo que Uribe ‘lo ha dado todo por nuestro país’. ¿Es cantante? No creo. Cantante es Felipe Pirela o Jaques Brel… pero en todo caso, es mejor que siga cantando».

Añadió que Guaidó también salió a defender a Uribe y le cayó encima uno de los representantes de los lobbies estadounidenses, el que dirige Human Rights Watch, José Manuel Vivanco, enemigo acérrimo de Venezuela. «Le dijo ‘cómo se te ocurre defender a Uribe’. Y quien se lo dijo es un señor que trabaja para EEUU y hace informes cada vez que EEUU quiere bombardear un país y necesita legitimar su agresión. Pero aun así criticó a Guaidó por lo descarado que fue al defender al narcoparamilitar Uribe. Es que están matándose entre sí los de la derecha».

Desde el otro bando, el actor Erick Rodríguez, quien hace parte del elenco de la serie Bolívar de Netflix, repudió la forma de actuar del uribismo: “Violencia honrada, violencia de bien, violencia de gomelos en Toyota, violencia porque se creen con el poder divino de la clase, violencia porque son esencialmente violentos, violencia porque su líder es igual, porque hay que emularlo, porque sus senadores son tramposos unos, otros relacionados sus familias con el narcotráfico, otros terratenientes desplazadores, otros homófobos, xenófobos o racistas y todos esencialmente fascistas. El Centro Democrático es el partido que ha disfrazado de democracia la mentalidad profundamente fascista de Colombia, que amenaza con atacar las instituciones cuando las decisiones que estas toman van contra sus intereses políticos. No son justos demócratas u hombres y mujeres de honor. Por el bien del país y la reparación de Colombia, no crea en este modelo de sociedad que solo busca cuidar el bienestar de unos pocos a costa de la vida de los demás colombianos”.

El senador Gustavo Bolívar destacó el rol deshonroso de los medios de comunicación colombianos, diciendo que ha sido «brutal la lavada de imagen que los medios le están pegando a Uribe. Un desequilibrio vergonzoso en la postura ideológica de los invitados induce a las malas a que Colombia piense que la Corte cometió una injusticia. No mientan: Uribe está preso porque cometió delitos. No engañen más».

Para el gran intelectual argentino Atilio Borón, que también ha estado en Desde donde sea, con la detención de Uribe se derrumba el modelo de Washington que lo presentó como el buen gobernante, por comparación a Hugo Chávez y a Nicolás Maduro. «Queda en evidencia que Uribe es un narcopresidente».

León Valencia, analista crítico del uribismo, citado por la BBC de Londres, asegura que «durante muchos años imperó un canapé republicano en el que se resolvía todo privadamente entre los partidos, hasta que el proceso de paz con la guerrilla rompió esa unidad con las élites»

Rafael Nieto, abogado y simpatizante se Uribe, dice a BBC que «desde que Santos dividió al país entre amigos y enemigos del proceso se paz hubo una fractura en Colombia y hoy una parte de la política, el uribismo, no encuentra garantías para ejercer y para que las decisiones de los tribunales se tomen en justicia».

Un usuario preguntó al moderador si no cree que en la casa hay suficientes problemas como para dedicar el tiempo a los de otros. “Completamente de acuerdo, pero parte de los problemas de mi casa, que es Venezuela, están dados por un Uribe que colocó aquí más de cien paramilitares; por un Duque, puesto ahí por Uribe, que encabezó un intento de magnicidio del que hace dos días conmemoramos un año. Esos señores están atacando mi casa, que es Venezuela, trataron de invadirla por Cúcuta y luego por las costas cercanas a Caracas, en el Estado La Guaira; esos señores se han robado empresas venezolanas, como Monómeros; esos señores propiciaron la salida ilegal y con ayuda de paramilitares especializados en picar gente y echarlas en fosas comunes, de un señor que se dice presidente de Venezuela. Así que sí es necesario hablar de alguien que tanto daño le ha hecho a mi patria. Respeto tu posición, y si no estás de acuerdo puedes ver CNN en Español o Caracol Radio o la revista Semana, donde hablan muy bien del asesino en serie Álvaro Uribe Vélez.

¿Apoyo o miedo?

Pérez Pirela se preguntó por qué tiene apoyo Uribe en la sociedad colombiana. Para responder apeló a autores que han estudiado su trayectoria. «Uribe surge a finales de los años 90 como respuesta a los vicios de la política colombiana, luego del fracaso de los intentos de paz en el gobierno de Andrés Pastrana. Hizo campaña fuera de los partidos tradicionales, prometiendo mano dura. Arrasó en primera vuelta en 2002. Su gobierno tuvo apoyo de grupos empresariales poderosos, oligopolios mediáticos, altos funcionarios militares y EEUU».

«El apoyo de EEUU se presentaba como alianza contra el terrorismo, es decir, contra la guerrilla y el narcotráfico, pero luego los hechos darían razón a quienes advirtieron que se buscaba aumentar la influencia estadounidense en Colombia y ampliar mecanismos de producción y distribución de cocaína. Durante sus dos mandatos e, incluso, durante el primer gobierno de Santos, Uribe arrinconó a las guerrillas, mientras las fuerzas armadas bajo sus órdenes cometían crímenes, violaban los derechos humanos y se aliaban con los paramilitares. En términos de violación a la soberanía nacional, permitió la imposición de bases militares estadounidenses en territorio colombiano y ordenó la violación de la soberanía ecuatoriana para atentar contra las FARC. Tiene un vínculo irrompible con los falsos positivos perpetrados sistemáticamente en Colombia desde 2002 con el objetivo de incrementar fraudulentamente el número de bajas de combate de la guerrilla, pero que consistían en asesinatos extrajudiciales de civiles. Según una investigación del Centro Nacional de Memoria Histórica, titulada Ejecuciones extrajudiciales en Colombia 2002-2010, obediencia ciega en campos de batalla ficticios, se habrían presentado unos diez mil casos de falsos positivos en Colombia. Uribe niega que haya ordenado asesinatos y asegura que durante su gobierno enfrentó y sancionó toda violación de derechos humanos. Su poder y el temor que le tienen han generado miedo en toda la sociedad colombiana cuando se trata de señalarlo o acusarlo. Tras su campana de guerra sucia contra las guerrillas y ante la criminalización de líderes sociales y del campesinado, lo eligieron como padrino político de dos presidentes: el Juan Manuel Santos, en su primer gobierno, e Iván Duque. Uribe tiene su público y por eso la activista de derechos humanos Piedad Córdoba, que recientemente estuvo en nuestro programa, ha dicho que tanto Uribe como Petro debían retirarse de la política para favorecer una despolarización de Colombia. Uribe en este momento se encuentra entre la espada y la pared porque, al parecer, en Colombia se está perdiendo el miedo por él», aseveró.

La transmisión del programa a través de la plataforma YouTube se interrumpió y no fue posible reanudarla. «Cada vez que hablamos de temas álgidos, por casualidad se cae la señal», dijo Pérez Pirela a través de las otras redes sociales.

Libro
En concordancia con el tema único de esta emisión, recomendó la lectura de El narcotraficante número 82, Álvaro Uribe Vélez, presidente de Colombia, de Sergio Camargo.

(LaIguana.TV)