Corinna Larsen, que mantuvo una relación sentimental con Juan Carlos I entre 2004 y 2009, ha concedido este jueves una entrevista a la BBC británica en la que ha hablado de su relación con el exmonarca español, de las presiones a las que ha sido sometida y del regalo de 76 millones de dólares que recibió y ahora investiga la Justicia, entre otros temas.

El pasado 3 de agosto, Juan Carlos de Borbón comunicó su intención de abandonar España y residir en el extranjero. El anuncio se produjo cuando ya había subido a un avión y hasta dos semanas después no se conoció su destino: los Emiratos Árabes Unidos.

Fue el capítulo final del aumento del descrédito de la figura del monarca, que comenzó en 2012 con su viaje a un safari de lujo en Botsuana. La foto del entonces rey al lado de un elefante abatido levantó la indignación en España en un momento en el que el país se enfrentaba a una tasa del 23 % de paro y se producían más de 500 desahucios de familias de sus hogares al día. En ese viaje el jefe de Estado estaba acompañado de Corinna Larsen, quien desde entonces ha estado en el foco de la opinión pública.

Ahora Corinna sostiene que ese viaje fue un regalo de Juan Carlos a su hijo por su décimo cumpleaños y que ya entonces no eran pareja, pero que el rey estaba haciendo grandes esfuerzos por retomar la relación. Además, cuenta que ella fue la responsable de la repatriación después de que el rey se rompiera la cadera durante el safari y que «estaba muy, muy nerviosa» pensando que no lograrían llevarlo a casa con vida.

76 millones de dólares por amor

Larsen también ha hablado de los 76 millones de dólares que en 2012, tras el escándalo de Botsuana, el monarca le transfirió. Ese monto es parte de los 100 millones de dólares que la familia real de Arabia Saudita donó a una cuenta en Suiza de una fundación opaca radicada en Panamá cuyo último beneficiario podría ser Juan Carlos de Borbón. Es esta donación la que está en el foco de la investigación que está llevando a cabo el fiscal suizo Yves Bertossa y que relaciona con una comisión ilegal por la adjudicación del contrato para la construcción del denominado ‘Ave del Desierto’, la línea ferroviaria de alta velocidad entre Medina y La Meca.

«Estaba muy sorprendida porque obviamente es un regalo enormemente generoso», aclara Larsen en referencia al millonario obsequio. Y lo justifica explicando que desde 2011 ambos habían tenido conversaciones sobre su deseo de gestionar su testamento en vida y de ocuparse económicamente de ella: «Empezó a hablar sobre su muerte y lo que quería dejar en su testamento», sostiene la empresaria alemana, que piensa que al monarca le preocupaba que su familia no respetase su voluntad.

¿Amor o testaferro?

La sospecha del fiscal suizo es que Corinna Larsen ha actuado como testaferro para el exmonarca, pero Larsen ha sostenido que le dio el dinero por amor: «Creo que fue un reconocimiento por cuánto signifiqué para él, por cuánto significó [el hijo] para él», dice. «Era gratitud por haberle cuidado durante sus peores momentos», afirma refiriéndose a cómo le acompañó durante su enfermedad en 2010, cuando a Juan Carlos I se le detectó un tumor que posteriormente se demostró benigno.

Sin embargo, la hipótesis de Bertossa se sustentaría en el hecho de que el exmonarca en 2014, tras su abdicación, le pidiera a su examante que le devolviera el dinero de la transferencia hecha dos años antes. Larsen explica que lo que sucedió es que, ese año, hizo intentos desesperados para que volviera con él», y afirma: «En cierto momento se dio cuenta de que no iba a volver y se puso completamente furioso. Pidió que le devolviera todo. Creo que fue solamente un berrinche».

Ante la posibilidad de que finalmente la Justicia suiza pudiese decidir que devolviera ese dinero, la empresaria alemana cree que «en ese caso, todos tienen que devolverlo todo». «Lo que me parece extraordinario es que estén convirtiendo 40 años de modus operandi de una empresa familiar [en referencia a la familia real] en un foco sobre una persona. Y esa persona soy yo. Porque habrá cientos de cuentas en otras jurisdicciones», apostilla.

Denuncia de acoso

Durante la entrevista Larsen ha vuelto ha reiterar las denuncias de acoso que lleva realizando durante los últimos años, algunas de ellas presentadas durante este tiempo ante los tribunales de Justicia británicos. La empresaria alemana sostiene que la campaña todavía activa contra ella está auspiciada por la inteligencia española, el CNI (Centro Nacional de Inteligencia).

«El acoso nunca ha cesado, si acaso se ha intensificado», ha afirmado, añadiendo que el caso judicial tratará todos los elementos de la campaña de abuso: «Juan Carlos será el acusado, pero quizá no sea el único», ha advertido.

Larsen sostiene que el escándalo de Botsuana habría sido filtrado aunque no se hubiera producido el accidente del monarca, porque «había fuerzas dentro de palacio que trabajaban para empujar a Juan Carlos, intentando acelerar la abdicación». Según su versión, esas fuerzas se habrían puesto en marcha a finales de 2011, cuando comenzó a surgir el escándalo que acabó con la hija menor del rey, Cristina, imputada y su marido condenado y en prisión por tráfico de influencias, entre otros delitos.

La empresaria denuncia que tras ese famoso viaje de safari miembros del CNI allanaron su apartamento de Mónaco: «El apartamento fue ocupado mientras yo estaba de viaje», dice, por unos individuos que, según ella, buscaban «documentos, y de forma muy exhaustiva… Se quedaron allí semanas y semanas», aunque dice desconocer qué tipo de documentación pretendían encontrar.

También denuncia que la siguieron durante un viaje de negocios a Brasil y que ha recibido distintos tipos de amenazas e, incluso, que en 2012 llegó a recibir en Londres la visita de quien era entonces jefe de la inteligencia española y buen amigo de Juan Carlos, Félix Sanz Roldán, quien dijo que era enviado por el rey y que le advirtió de que no hiciera declaraciones a la prensa o de lo contrario no podría garantizar su seguridad física o la de sus dos hijos.

Propuesta de matrimonio

Una de las revelaciones más sorprendentes es cuando la examante del monarca ha relatado que en 2009 su padre recibió la visita de Juan Carlos de Borbón para decirle que estaba muy enamorado y que pretendía casarse con ella, con la intención de que su padre supiera que la relación iba en serio: «Y yo estaba muy enamorada de él, pero anticipaba –soy estratega política– que iba a ser muy difícil. Y pensé que podría desestabilizar la monarquía», señala la empresaria.

Sin embargo, cuenta que la relación terminó ese 2009, cuando el monarca le confesó que «mantenía una relación con otra mujer desde hacía tres años», noticia que ella no pudo superar.

A pesar de que Juan Carlos lleva casado casi 60 años con la reina Sofía, y de que el rey «acababa de salir de una relación de casi 20 años con otra mujer que también ocupó un lugar muy importante en su corazón y su vida» cuando conoció a la empresaria alemana, Larsen afirma que creía que tenía una relación exclusiva con el monarca.

(RT)