El presidente de Colombia se reunió en territorio nariñense con familiares de los 8 universitarios que recientemente fueron asesinados en una finca del sector.

La caravana de Iván Duque arribó en medio rechiflas y gestos de desaprobación de la gente que salió a las calles con el dedo hacia abajo como símbolo de desaprobación.

Posteriormente, mientras el mandatario recorría a pie el municipio, un hombre le grito: “Presidente, queremos que cumpla con los acuerdos de La Habana”.

En ese instante, Duque se detuvo frente al ciudadano en cuestión para darle una explicación, pero vecinos del lugar alzaron su voz bajo el coro de: “¡Queremos paz, queremos paz!”.

Ante esta reacción, el presidente no tuvo opción distinta a seguir su camino al tiempo que levantaba su puño derecho en seña de aparente respaldo al pedido de los pobladores.

La masacre es materia de investigación y sus motivos también, pues hasta el momento ningún grupo armado del país se ha atribuido el hecho.

En redes publicaron videos del recibimiento con gritos de justicia y donde le mostraron “carita mala (como él enseñó)”.

(Pulzo)