“Por el amor que siento por nuestra Patria os pido que perseveréis en la unidad y en la paz y que rodeéis al futuro Rey de España, don Juan Carlos de Borbón del mismo afecto y lealtad que a mí me habéis brindado”, así se expresaba el dictador Franco en su último mensaje al pueblo español.

Juan Carlos de Borbón llega como sucesor de Francisco Franco al poder, dictador responsable de aproximadamente 40.000 desapariciones de personas y centenares de fosas comunes por todo el territorio español.

Miguel Perez Pirela, reconstruye un personaje al que se le ha querido dar el título del Rey demócrata, cuando ya desde principio la existencia de una monarquía derrumba la igualdad ciudadana.

“Resulta muy difícil hablar de un rey, hablar de una monarquía en pleno siglo XXI y más aun si esta monarquía es de un país como España, donde además se caracteriza una injerencia en las democracias de Latinoamérica, alegando que en los países latinos no hay democracia y en España, sí”, expresó el filósofo.

A Juan Carlos I se le ha vinculado últimamente con casos de corrupción en todo el mundo, cuestión que no sucedía en décadas pasadas donde los principales medios de comunicación de España emitían un mensaje de bonachón y dador. “Ningún medio de comunicación, ni político lo tocaba con el pétalo de una rosa”, expresa Pérez Pirela.

Entre los escándalos de lo que se le acusa está la cacería de un elefante en Botsuana, la posesión de 100 millones de dólares en una cuenta en un banco suizo a nombre de una fundación opaca de Panamá, regalos de 65 millones de euros a Corinna Larsen, transferencia millonaria con monarcas saudíes, pagos de comisiones, blanqueo de capitales y fraude fiscal.

Todo ese dinero con orígenes desconocidos, ya que para el arca pública, el Rey solo recibía 200.000 euros anuales para su manutención, cuestión que no compagina con su abultado patrimonio.

(LaIguana.TV)