La experiencia de Paraguay a lo largo de su historia, pero especialmente desde el golpe parlamentario a Fernando Lugo, es un ejemplo de cómo los intereses de las grandes corporaciones, los gobiernos de otros países y los grupos delictivos operan en conjunto para usufructuar riquezas que deberían ser distribuidas entre los pueblos.

El senador Sixto Pereira Galeano, del Partido Popular Tekojoja, que forma parte del Frente Guasú (la coalición que llevó al poder a Lugo en 2008), ofreció un panorama general de cómo se juega la política en esta nación suramericana, una visión que refleja al mundo globalizado en general.

Pereira Galeano conversó durante aproximadamente una hora con el filósofo y comunicador venezolano Miguel Ángel Pérez Pirela, en su programa Desde donde sea.

Miguel Ángel Pérez Pirela (MAPP): Paraguay es uno de los países más desconocidos y de los que menos se habla en Latinoamérica y en el mundo.  El senador Sixto Pereira tiene un gran conocimiento porque su carrera política ha sido en el sector campesino. Bienvenido, querido, respetado y admirado senador. ¿Cuál es la situación sanitaria, económica y social de Paraguay en medio de la pandemia?

Sixto Pereira Galeano (SPG): Voy a colocar algunos elementos sobre quién, qué sectores socioeconómicos y geopolíticos se benefician de esta pandemia. Consideremos que, desde el punto de vista de la tenencia de la tierra, Paraguay es uno de los países con mayor concentración en el mundo. Es el cuarto productor mundial de soja, o de soya, como dicen en algunos lugares. Eso significa que este cultivo ocupa casi 4 millones de hectáreas, buena parte del territorio nacional. Está también en el mercado mundial de la gran producción ganadera, cárnica. Hubo una concentración en tres o cuatro empresas frigoríficos qué que tienen el control se estos productos. Por otro lado, es un productor importante de energía, gracias al tratado binacional con Argentina, Yacyretá, y con Brasil, Itaipú. La concentración de la tierra era uno de los puntales de la dictadura de (Alfredo) Stroessner, pues. Se repartían tierras a personas que no eran beneficiarios de la reforma agraria y no se respetó la soberanía de nuestro territorio. Más de 9 millones de hectáreas son tierras mal habidas. En estos momentos hay un proyecto de ley para blanquear jurídicamente esa situación irregular. Por otro lado, entre el gobierno de Mario Abdo Benítez y Jair Bolsonaro, estaban discutiendo negocios sobre energía, soja, carne y concentración de la tierra. Esos son los temas que estos gobiernos están negociando mientras estamos en pandemia. Lo que las políticas neoliberales no han podido completar, como la flexibilización laboral para las grandes, empresas, el desconocimiento de sindicatos, los despidos masivos. Eso beneficia al gran capital. Eso se favorece porque la mayoría de los representantes en el Congreso Nacional responden a los grupos económicos. Nosotros, desde nuestra bancada, hemos planteado que deben tributar los terratenientes, los grandes empresarios de la industria cárnica, los de la soja y los multimillonarios. Ellos son los que deben aportar para sostener los gastos de esta pandemia. Pero lo que se ha impuesto es la idea de endeudar al país en casi 2 mil millones de dólares que ha derivado en corrupción galopante de grupos y personas cercanas al presidente de la República, en sectores como la salud, aduanas, aeropuertos. Todos los ministerios, de una u otra forma, están salpicados por la corrupción y la impunidad. Nosotros creemos que ese dinero se pudo  reunir sin hipotecar la soberanía, redireccionando recursos disponibles y aplicando políticas tributarias a los grandes grupos. En el correr de estos cinco meses, los favorecidos, aparte de los ya citados son los supermercadistas, que no tienen limitaciones para transitar, recoger productos; las empresas de telefonía; las farmacéuticas y los grandes proveedores del Estado. Tenemos que pensar qué significa esta pandemia, en términos estratégicos para la aplicación de políticas neoliberales, y sobre quién recaen los efectos. El gobierno, en nombre del resguardo, decretó lo que yo llamo un encuartelamiento sin garantía social y económica porque a la persona no se le garantiza alimento ni salario. Paraguay hace cuatro décadas tenía 60% agricultura campesina, mientras hoy es menos de 30%. Lo que significó la migración forzosa campo-ciudad, hacia las zonas urbanas y periurbanas y hacia el exterior, lo que llamamos exilio económico. Más de 1 millón 500 mil trabajadores y trabajadoras informales quedaron sin trabajo. En el área metropolita Asunción y Central, donde se concentra 40% de la población total del país, hay unos 1.300 asentamientos, es decir, movimientos sin tierra urbanos, consecuencia de esa expulsión del campo, que deriva en la informalidad, alimentada también por los empleados despedidos. En Paraguay hay una gran desconfianza y pérdida de credibilidad de casi 70% del presidente, a pesar de que en los primeros días de la pandemia mejoró su situación por los resultados, entre comillas.

MAPP: Usted entonces habla de unas medidas que son cercanas a un encarcelamiento sin garantías sociales y económicas. Eso parece a contrapelo, antitético, con las declaraciones de la embajada de EEUU que nombra a Paraguay como uno de los países que mejor han manejado la pandemia.

SPG: De hecho, en nuestra bancada hemos denunciado al embajador norteamericano por su intromisión en nuestra soberanía, autodeterminacion y asuntos internos. Nosotros propusimos un proyecto de declaración para recomendar que se establezcan relaciones diplomáticas con China, que no las tenemos, y con Cuba, para lograr apoyo humanitario. La embajada norteamericana, apoyando a Taiwán, hace intervenciones directas sobre el Congreso. El presidente Abdo Benítez es un títere de la embajadas cumple como alumno disciplinado y leal todo lo que le ordene la embajada. Como anécdota les cuento que el Frente Guasú y el Partido Tekojoja tiene nexos con el Partido Comunista Chino y hemos desarrollado una política de acercamiento diplomático para conseguir apoyo e insumos a través del consulado de Brasil. Lo planteamos públicamente, lo conversamos con el ministro de Salud y logramos meter esa ayuda. Es una manera de demostrar que hay opciones de cooperación que el gobierno títere niega por su incapacidad o por recibir instrucciones de la embajada de EEUU. Sin embargo podemos observar una contradicción y es que la Unión de Gremios de la Producción,  de los terratenientes ganaderos y sojeros, piden, claman al gobierno, que establezca relaciones con China, porque es un mercado muchas veces más grande que Taiwán.  Este gobierno es parte del proceso de destrucción de los avances que se habían logrado en la integración latinoamericana (Mercosur, Unasur, CELAC). El anterior gobierno paraguayo, el actual, el de Macri en Argentina, el de Bolsonaro en Brasil,  todos son piezas de la destrucción de esa integración.

MAPP: Paraguay, bajo la presidencia de Fernando Lugo fue uno de los artífices de esa integración progresista, y de las políticas de inclusión e igualdad social. Nos encontramos con el golpe parlamentario exprés contra él, en 2012, que lo saca de la presidencia, y a Paraguay de todos esos nuevos mecanismos de integración. ¿Qué ha pasado con el presidente Lugo, con esa Paraguay progresista e integracionista y con los movimientos sociales, luego de ese golpe que seguramente fue vehiculado también por la embajada de EEUU?

SPG: Esas son las contradicciones del gran capital: te plantean la construcción de la gran aldea, de la globalización, la formación de bloques regionales, la apertura de mercados y en términos de políticas tributarias. Sin embargo, cuando se desarrolla esa pluralidad, esa tolerancia como yo lo llamo, ¿quiénes son los que presionan para volver al pasado?, pues son los mismos grupos económicos. Cuando empiezan a abrirse los mercados, se presentan oportunidades para nuevas potencias, como China, Rusia o Irán, y entonces se plantea una vuelta al pasado de los mercados cerrados y lo hacen los grupos ligados a EEUU. Paraguay fue el segundo laboratorio, pues el primero fue Honduras, con Zelaya, para aplicar la técnica del juicio político exprés, como usted lo llama. Inventaron un asesinato de policías y campesinos. Luego lo han hecho en Bolivia, en Brasil, en Ecuador y en Argentina, aunque allá el pueblo reaccionó, vio que el proceso plural, de mayor democratización económica, comunicacional, etcétera, permite generar mejores condiciones de vida, buscar relaciones diplomáticas y de complementarias entre los países. Es algo que debe redefinirse, buscar nuevas estrategias para volver a ese proceso de integración y de democratización. Acá, con la pérdida de credibilidad que registra el gobierno, que es superior a 70%, las contradicciones internas del partido (Colorado), los reacomodos entre los grupos económicos, se abre camino a una recuperación y retoma de un proceso más democrático, plural y tolerante.

MAPP: ¿Por qué no es tan conocida la realidad paraguaya? ¿Por qué es tan silenciada dentro del andamiaje mediático de la región? Hay casos graves que se están dando entre los gobiernos derechistas, como el de la represa binacional de Itaipú. ¿En qué consiste ese escándalo que involucra a Bolsonaro?

SPG: Para 2023 se debe renegociar el tratado de Itaipú, que genera muchos recursos y que deben ser repartidos equitativamente. Pero la verdad es que Brasil aprovecha más de 80% de la energía eléctrica para las grandes empresas trasnacionales instaladas principalmente en Sao Paulo. Lo que nosotros hemos venido planteado desde los tiempos de la candidatura de Lugo, en 2006 y 2007, es una gran alianza de movimientos políticos y sociales para la recuperación de la soberanía energética. En ese tiempo, Lula estaba en el gobierno de Brasil. Esa propuesta tenía el apoyo de la movimientos populares, de izquierda, y se avanzaba hacia una renegociación del acuerdo binacional. Por ejemplo, se habló de transferencia de las energías, recursos por 360 millones dólares. Era algo ínfimo, pero los primeros pasos de un proceso. Estábamos enarbolando la bandera de la recuperación del manejo equitativo del ente energético con Brasil, que Paraguay disponga libremente de su energía y pueda vender a precios de mercado y pueda vender a terceros. También trabajamos el tema de una deuda espuria, que ya fue pagada pero se le sigue cobrando. Todo eso se trabajó en el gobierno de Lugo. Por eso fue un factor del golpe de Estado. Los grandes grupos económicos intentan apropiarse de la generación de energía. Bolsonaro y su grupo, y Abdo Benítez y el suyo, han querido adelantar la negociación del tratado para favorecer a sus aliados, pero hubo problemas internos en la repartición de negocios, de las tajadas, como decimos acá, entre el presidente, el vicepresidente, el director de Itaipú y otros funcionarios y la Cancillería. Eso develó el negociado y generó el escándalo que casi hizo caer a Abdo Benítez. Los números daban para el juicio político y la destitución, pero ¿quién presionó en ese momento…?

MAPP: Bueno usted mismo se ha formulado la pregunta: ¿Por qué no cayó Mario Abdo Benítez?

SPG: Cuando estaban dadas las condiciones, porque incluso el sector de Cartes iba a votar a favor, intervinieron fuerzas extranjeras, los diplomáticos de Bolsonaro, de Macri, del gobierno de Israel y de la embajada de Estados Unidos. Capturaron a Darío Messer, un traficante vinculado a Horacio Cartes. Le dieron un mazazo y la estocada que lo obligó a retroceder en el juicio político al que estaba apoyando (a pesar de ser del mismo partido que Abdo Benítez). Cartes es un político que se formó sobre la corrupción y sabía que no tenía garantizada una ubicación en un nuevo gobierno de coalición. Tampoco tenía garantizada su situación política y jurídica personal respecto al submundo de la corrupción. Todo eso influyó, pero estratégicamente, el que abortó la caída de Abdo Benítez fue el gobierno de EEUU y los de Argentina, Brasil e Israel.

MAPP: Eso que usted cuenta es gravísimo para las ingenuidades latinoamericanas. Hagamos un recuento: Paraguay y Honduras fueron laboratorios para el derrocamiento de gobiernos soberanos; en Paraguay llega el gobierno de Horacio Cartes, uno de los líderes principales del Partido Colorado;  resulta que es “hermano del alma” de Darío Messer, a quien en Brasil llaman “doleiro de los doleiros”, algo así como el capo de todos los capos; luego llega a Paraguay el presidente Mario Abdo Benítez, otro líder del Partido Colorado, pero enfrentado a la línea de Cartes. Se descubre un gigantesco escándalo de corrupción con Bolsonaro, que lleva a Abdo Benítez al borde de la caída. Entonces se encarcela a Messer para hacer presión a Cartes para no destituir a Abdo Benítez.  ¿Entonces, detrás de los hilos del poder en todos los países están no solo nlas embajadas de EEUU e Israel, sino también mafiosos más peligrosos e impactantes de Latinoamérica?  Esto reconfigura la discusión política en América Latina.

SPG: De hecho, la mafia es parte se la estructura, de los cimientos de los gobiernos de derecha y eso es reconocible tanto en el de Cartes como en el de Abdo Benítez, el de Bolsonaro, el de Macri, el de Lenin Moreno y,  en el caso de Bolivia, el que surgió del golpe contra Evo Morales. Los grandes grupos económicos, bajo la dirección de EEUU tienen ese tipo de relaciones, lo que significa un retroceso en lo pensado, lo diseñado en términos de globalización y de superación de las dictaduras militares. Estamos de vuelta a esas mismas prácticas.

MAPP: Lo que nos dice es fundamental para reinterpretar a las derechas en Latinoamérica. Observamos una especie de  discurso macartista según el cual los gobiernos progresistas (Lula, Correa, Chávez, Maduro, Lugo) son un gran peligro para la región. Pero, cuando se empieza a escudriñar en las presidencias de Bolsonaro, Macri, Abdo Benítez, etcétera, resulta que no solo tienen detrás los intereses colonialistas estadounidenses o israelíes, sino también las mafias más importantes de la región.  A imagen y semejanza de Álvaro Uribe Vélez, fundamentan su poder en las mafias trasnacionales que desaparecen y torturan y centran su poderío en el narcotráfico. O, saliéndonos de la región, el caso del rey de España, de quien durante décadas no se dijo nada… Ahora nos enteramos de estos nexos de Cartes, Bolsonaro y Macri con las mafias… Nos quita una especie de ingenuidad política…

SPG: En el mundo globalizado, las mafias y el capital  juegan con los mismos objetivos. Así pasa con el caso de la famosa pandemia. No lo cuestiono en lo sanitario, pero para mí la pandemia es una excusa para el reacomodos de los grandes grupos económicos. El propósito es la flexibilización laboral, liquidar al movimiento de jubilados en Europa. Se trata de atacar a los mayores de 50 años para que el capital y el Estado burgués no tengan que destinar recursos a esa porción de la humanidad. Hay que pensar en profundidad este tema. El objetivo es inmovilizar al sector popular, las demandas laborales, los movimientos indígenas y campesinos y los estudiantes. Se quiere frenar la protesta con medidas represivas directas e indirectas. Hay que ver cómo es el reacomodo de los grupos económicos en el mundo respecto a este proceso.

MAPP: También hay evidencias de casos de corrupción en medio de la pandemia en Brasil y Bolivia. Hace unos días salió la  lista de multimillonarios que en la pandemia se ha hecho más millonarios. Y tenemos el caso de Chile, donde las protestas fueron interrumpidas por la pandemia. ¿Está ocurriendo algo parecido en Paraguay?

SPG: Acá, con la cobertura de la pandemia, se está estudiando un proyecto de ley para blanquear la concentración de tierras en manos de personas que no son sujetos de la reforma agraria. Utilizando la pandemia como excusa se ha postergado la discusión de políticas tributarias que apliquen más impuestos a los que más ganan. Se ha neutralizado la capacidad de movilización de las masas populares; de los estudiantes exigiendo arancel cero o educación pública, gratuita y de calidad; de los movimientos urbanos sin tierra que piden tierras, viviendas y trabajo digno. También se impide un movimiento de calle a favor de la soberanía energética. Con el encuartelamiento sufren los sectores más débiles y aparecen nuevos grupos económicos fuertes, como el oligopolio farmacéutico y los supermercadistas, que son los nuevos ricos, mientras miles de pequeños y medianos empresarios son desplazados, generando mayor cantidad de desempleados. El conflicto político entre los cartistas y los partidarios del presidente actual es simplemente un reacomodo en términos económicos.

MAPP: ¿Cuál es el futuro de los movimientos sociales alternativos y progresistas y de líderes? Tengo entendido que Lugo es uno de los más populares, pero entiendo que en Paraguay no existe la figura de la reelección. ¿Podría ser Lugo presidente en el futuro? ¿Quiénes son los otros líderes destacados? ¿Qué beligerancia tienen en estos momentos lo movimientos sociales progresistas y la izquierda?

SPG: Hay un descrédito fuerte de los políticos tradicionales de derecha. Lugo sigue siendo una figura con más de 50% de aceptación y credibilidad. Esa es una de las razones por las que lo eliminaron. Él forma parte de esa estrategia de eliminación de los procesos  progresistas democráticos. Es una figura central a pesar del golpe, tiene las  condiciones jurídicas, no tiene impedimentos, pero la embajada norteamericana no va a permitir que el vuelva a candidatearse. En nuestra Constitución no existe la reelección. Por eso, en el próximo período debemos plantear la enmienda, que permitiría cambiar esa norma. En el gobierno de Cartes lo intentamos, pero entonces se hizo ese atropello fraguado y montado por los intereses norteamericanos, en el que participaron algunos sectores que fueron nuestros aliados en el gobierno de Lugo, como un sector del Partido Liberal, y otros de fuerzas políticas que fueron nuestras, conspiraron contra la candidatura de Lugo. La embajada dio la orden y había que provocar, asaltar, quemar, matar, atacar al Congreso y a algunos referentes político. Así se impidió la concreción de la enmienda. Ahora, el tema sigue en discusión. Hay muchas movilizaciones a pesar de la pandemia, movimientos de sin tierra, las ollas populares, los desocupados, los informales, el movimiento estudiantil por la educación gratuita, los pequeños y medianos empresarios, los campesinos, que sigue siendo la fuerza más importante. Para septiembre, nuestra tarea como coalición es ir a una gran movilización, con las necesarias precauciones, para exigir la política sanitaria, la reactivación económica y contra el endeudamiento y por la lucha frontal contra la corrupción. Es la tarea fundamental, preparándonos para el año que viene, que hay elecciones municipales y en 2023 las presidenciales.

MAPP: En Venezuela tenemos elecciones parlamentarias este año, un proceso en el que nos jugamos mucho. ¿Qué opina sobre la realidad política venezolana?

SPG: Es una de las experiencias importantes en términos estratégicos de construcción de la  participación democrática, protagónica del pueblo en la defensa de su proceso. Es uno de los mejores legados para la discusión en el campo de la izquierda. Primero se trata de entender cuál es la estrategia para resistir y avanzar contra el bloqueo de diversa laya que han impuesto los intereses norteamericanos, usando territorios, gobiernos y fuerzas armadas de países de la región, como Colombia. Es importante la tarea de internacionalismo que está haciendo Venezuela y los países aliados para defender su proceso. Lo más destacado es la participación del pueblo en la protección de su proceso, incluso con la autodefensa. También es ejemplar el rol de la policía y la Fuerza Armada unidas en defensa de la soberanía y no de los intereses foráneos, de las grandes corporaciones y del gobierno norteamericano. Creo que ese es uno de los aportes importantes en una confrontación política abierta. Creo que lo están superando. Algunos pronosticaron que era el fin del proceso venezolano, bolivariano, pero nosotros decíamos que no, que independientemente de todas las cuestiones conspirativas,  el pueblo iba a resistir, por esa característica, que es el pueblo el protagonista de la defensa de su proceso, con su Fuerza Armada, su policía y liderados por el presidente Nicolás Maduro.

MAPP: Muchos latinoamericanos no saben que en Paraguay hablan guaraní. Es nuestra ignorancia provocada, esa que nos hace mirar hacia el norte y no conocernos entre nosotros mismos, en el vecindario. Conocer el uso del guaraní permite entender mucho el hermetismo del pueblo paraguayo y la grandeza de su identidad.

SPG: Nosotros seguimos manteniendo nuestro idioma. Yo me estoy esforzando contigo para hacer esta hora de “traducción simultánea” del guaraní al castellano, pues hablo más guaraní, expresó mejor mis ideas, sé comunicarme mejor en guaraní que en castellano. Fue una cuestión interesante en la guerra del Chaco con Bolivia, provocada por intereses petroleros de la Shell y la Standard Oil, los soldados hablaban guaraní para no dar a conocer sus estrategias. También pasó así en la guerra de la Triple Alianza, provocada esa vez por los intereses ingleses. Acá seguimos hablando guaraní, a pesar de la imposición de la dictadura que quería desconocer el idioma. Es muy rico,  es muy expresivo, pone a hablar a la flora, a la fauna, al ser humano, a los problemas sociales. Supimos defenderlo en las catacumbas.

MAPP: ¡Qué bonito! Nosotros acá tenemos el idioma wayuu de los guajiros, tenemos a los yanomami en el Amazonas y en los últimos 20 años hemos tratado de alimentar las identidades originarias de nuestro país, que antes habían querido de silenciar porque un pueblo con identidad es un pueblo difícil de atropellar. Solo me queda agradecerle por esta conversación, esta clase de política, de cultura, de identidad y de soberanía que usted nos ha dado. Quiero pedirle que nos salude en guaraní para finalizar la conversación.

SPG: (Pronunció las palabras en guraní, con gestos muy enfáticos y tradujo) Déle al pueblo venezolano y latinoamericano y recibe vos un abrazo fuerte y un apretón de manos.

MAPP: Cuando esta pandemia termine nos daremos físicamente ese abrazo.

SPG: Muchas gracias por facilitarnos el encuentro. El aislamiento impide que conozcamos los procesos que estamos construyendo para hacer entre todos un mundo más habitable. Estas oportunidades nos permiten enlazar relaciones de solidaridad ante este mal que aqueja al mundo y ante las barreras adicionales, políticas e ideológicas, que quieren imponernos.

MAPP: Agradecidos nosotros con ustedes  y cuente el pueblo de Paraguay con el pueblo venezolano en sus luchas, en sus reivindicaciones y en su amor por la libertad, por la redistribución social y por la identidad nuestroamericana.

(LaIguana.TV)